A un grupo de niños de primaria se le pidió que escribieran lo que ellos pensaban que eran “las 7 maravillas del Mundo moderno o actual”. A pesar de ciertas diferencias, las siguientes fueron las más votadas
1 Las Pirámides de Egipto
2 El Taj Mahal
3 El Gran Cañón del Colorado
4 El Canal de Panamá
5 El edificio Empire State
6 La Basílica de San Pedro
7 La Gran Muralla de China
Mientras contaba los votos, la maestra se dio cuenta de que había una niña que no había terminado de escribir, así que le preguntó si estaba teniendo problemas a lo que la niña respondió “sí, un poquito”. La maestra la dijo: “Bueno, léenos lo que tienes ahora y a lo mejor te podemos ayudar”.
La niña lo pensó un instante, pero luego leyó: Yo pienso que las siete maravillas del mundo son:
1 Poder ver
2 Poder oír
3 Poder tocar
4 Poder probar
5 Poder sentir
6 Poder reír
7 Y poder amar
Las cosas más preciadas de la vida no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con dinero.
Lógicamente, tardó un poco más en dar su respuesta, porque pensó y meditó antes de escribirla.
ResponderEliminarExcelente post.
Josep, gracias por pasarte por mi blog...espero que lo sigas frecuentando. Haré lo propio con el tuyo que, sin haberlo leído entero, parece muy interesante.
Saludos..de una "forastera" a un "forastero".
Muchas gracias por tu comentario. Y ya ves como por muy alejados que estemos los "forasteros" siempre nos encontramos.
ResponderEliminarUna reflexión. Los elementos de la lista inicial tienen una característica en común: son obras de proporciones descomunales. Este cuento nos muestra también como el hombre se deja deslumbrar por lo grande, por la cantidad, por lo aparentemente espectacular, por lo material y olvida lo esencial de la vida(componentes de la segunda lista) y lo sublime (en ninguna lista de maravillas aparece, por ejemplo, la música de Mozart). Eso es aprovechado por el "Sistema" para manipular y recortar libertades. Quienes le dan más importancia a lo esencial y persiguen, o sencillamente, se deleitan con lo sublime, son más libres y, posiblemente, más felices.
ResponderEliminarJuan Antonio:
ResponderEliminarCuanta razón tienes al decir que lo esencial de la vida se nos ofrece aunque no siempre seamos capaces de verlo. Gracias por tu comentario.