Al parecer nos hemos equivocado. Lo realmente interesante, donde están todas las respuestas es en el otro lado, no en este. Ya lo habían advertido los físicos cuánticos y les habíamos tomado por chiflados: existen más de tres dimensiones, en realidad ni sabemos cuántas.
Los
dejà vu, esos sucesos que cuando pasan por primera vez ya tenemos la sensación de haberlos vivido antes, no son algo fortuito sino fruto de ese vivir varias vidas en planos simultáneos. Menuda complejidad si eso te pilla con una hipoteca en más de una dimensión.
Lo que falla en esto es que si una de esas vidas corre prácticamente en paralelo a la otra, no haya forma de comunicarme el número de la lotería que tocará mañana o mejor, dónde se producirá una desgracia en la que podría verme afectado. Lástima que no nos hablemos más incluso entre nosotros. Se confirma que los problemas de comunicación son endémicos y que nos hacemos trampas en el solitario.
Esto de las dimensiones y las vidas paralelas viene a cuento porque ya empiezo a estar harto de escuchar por ahí “no, si esto ya se venía venir” “no me sorprende en absoluto” o “si me hubieras preguntado ya te hubiera dicho”. Lo que más me molesta es que quien viene con esas tenga a su vez alguien cercano que le diga lo mismo a él. Y así sucesivamente.
Al mismo tiempo que me digo estas cosas reflexiono acerca de la levedad del ser, ya se sabe, esa vena filosófica que nos sale a algunos cuando nos da por reflexionar sobre qué hacemos aquí, qué pintamos y qué probabilidades hay de que las cosas salgan medio bien. Pero claro, si resulta que no hacemos más que dar vueltas en círculo pasando de una dimensión a la siguiente –por favor, no confundir con la reencarnación- tendremos que empezar a creer seriamente en el determinismo, esa escuela de pensamiento que dice que hagas lo que hagas acabará sucediendo lo que tenía que suceder.
En mi caso, la cosa apenas ha mejorado desde que veo Fringe, esa serie de culto – y hasta hace poco minoritaria- que trata sobre esos temas de los mundos paralelos. Aquí lo interesante es que unos pocos saben lo que sucederá porque están conectados con el otro lado (uno solo, pero muy potente) y sacan provecho económico de ello a través de la corporación Massive Dinamyc, una empresa biomédica para la que las inversiones en investigación e innovación son absolutamente innecesarias porque ya saben las respuestas de antemano.
Me imagino en la posición de la semi-biónica directora general de Massive Dynamic quien, a fuerza de saber lo que los demás todavía no sabemos, tiene completamente anulada su capacidad de sorpresa. O en la de la esforzada investigadora del FBI Olivia Dunham, proveniente ella misma de la otra dimensión pero que no recuerda nada de esa experiencia y que lucha episodio tras episodio por desvelar con los medios de hoy los retos del mañana que se empeñan en aparecer sin aviso y con gran consternación general por los alrededores de Massachusetts semana tras semana con la única ayuda de un sabio loco que cabalga entre ambas dimensiones y que precisamente porque está loco hay que andar con mucho cuidado con él para evitar que por quererte hacer una gracia no acabe sacándote un ojo.
Qué dilema. Saber o no saber. La insoportable levedad de ser o el determinismo ilustrado. Cierto que aún nos queda el libre albedrío y la responsabilidad pero no sé si serán éstas armas suficientes.
Y para rematar la jugada leo hoy en el periódico que el señor Watanabe, un anciano de 78 años vecino de un pueblo peligrosamente cercano a Fukushima, ha decidido que no se auto evacúa de la zona radiactiva porque considera que morirá antes de viejo que por contraer un cáncer que, por otra parte, admite como inevitable si no sale de ahí pitando. Y me pregunto, eso qué es ¿determinismo o la aceptación de la levedad del ser? Quizá es que también ve Fringe y ha llegado a alguna conclusión. Quién sabe.
Hola Josep,
ResponderEliminarReconozco que no he visto nunca esa serie que mencionas, pero creo que por lo que explicas puedo seguir pasando de ella. Llámame antigua, pero yo me muevo más cómoda en el sector "libre albedrío". Me gusta poder elegir,incluso sabiendo que puedo equivocarme y no sé si hay vidas paralelas, anteriores o futuras, aunque la verdad, tampoco me preocupa. Quizás es por eso que no me van los rollos deterministas, ni las quintas dimensiones y menos aún si van acompañadas de estética de videoclip intelectualoide.
Y de paso, creo que así me evito un montón de dilemas, no?
Un abrazo y gracias por la nota de humor ;)
Los de la teoría de cuerdas hablan de once o más dimensiones. Un follón de no te menees. Lo que está claro es que afortunadamente la ciencia parece estar cerca de explicar el universo en que nos movemos. Los físicos cuánticos creo que fliparon al conocer los Upanishad, porque lo que están descubriendo ahora se escribió en la citada obra hace siglos. Qué ignorante me siento, sobre todo cuando entro en tu blog, Josep. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Josep:
ResponderEliminarChapeau por el anciano.
De lo demás, decirte que me encanta la ciencia ficción, pero estos líos de pasar una dimensión a otra, en formato de serie interminable, me da una pereza del copón.
Aun así yo no creo en el determinismo, creo en lo apasionante de no saber lo que va a pasar mañana si hago...
Un abrazo.
Hola Astrid:
ResponderEliminarNo te llamaría antigua por optar por el libre albedrío que es una forma de fantasear que tomamos las decisiones correctas en función de nuestros intereses y de la información disponible.
La existencia de vidas y/o dimensiones paralelas de momento sólo podemos aceptarlas como meras hipótesis distorsionadas de la teoría de cuerdas. Personalmente, esto me deja bastante frío aunque he de reconocer que no me pierdo un capítulo de Fringe como tampoco me perdía uno de Expedientes X. Lo que me seduce de ellas es el ataque al determinismo utilizando argumentos inversos. En fin, un lío.
Un abrazo.
Hola Fernando Solera:
ResponderEliminarPues si ya es complicada la cosa no veas con once dimensiones. Yo tampoco tenía ni idea de los Upanishad que mencionas, así que estamos en las mismas condiciones de ignorancia.
Y a pesar de todo, estoy encantado de que te pases.
Un abrazo.
Hola Javier:
ResponderEliminarNo me digas que no hay filosofía en lo del señor Watanabe. Digo yo que será cosa del taoismo pero igual no le falta razón.
En cuanto a lo del determinismo está claro que es algo contradictorio. Intelectualmente lo rechazamos pero viendo lo previsibles que somos igual lo practicamos más de lo que parece.
Un abrazo.
Hola Josep
ResponderEliminarVí los primeros capítulos, luego me pudo eso de la lectura sosegada, incluida la levedad de Kundera...
Lo de las vidas paralelas es un rollo, imaginate que en una eres presidente del Barça y en la otra del Madrid....
Es realmente sugestivo pensar, que esta realidad tan obvia en la que estamos presos, vulgar, elemental y tan básica, sea solo una versión de la realidad. Entiendo que inventásemos a “dios” por una razón similar. Por suerte, la ciencia tiene sospechas más que imaginadas de que convivan diferentes planos. Yo podría apostar por eso. No creo que estemos en condiciones todavía como para conocer todas las respuestas. Otra cosa son los “nuevos lluminati de late show”, meras anécdotas en un mundo de consumo visual sin límites. Algún día te hablaré sobre las teorías sobre los efectos de algunos sonidos. ¡¡Me voy de torrijas¡¡.
ResponderEliminarHola Josep.
ResponderEliminarNo he visto ni un solo capitulo de la serie Fringe, pero me interesa sobremanera el tema no ya del número de dimensiones, sino del número de universos que existen.
Hace un año, asistí en la Universidad Carlos III de Madrid, a un curso monográfico titulado "Creacionismo y Teoría de la Evolución". Lo impartió el profesor Fernando Broncano (Filósofo), de forma magistral y sin embargo muy "asequible".
Yo soy de los que están absolutamente convencidos de la teoría de los multiversos y de la grandeza y a la vez la pequeñez del ser humano. Admito plenamente la posibilidad de que en este mismo instante, en otro lejano (o cercano) universo, otro ser como yo esté diciendo las mismas tonterías (o no tonterías) que yo.
Cuando profundicé un poco en este fascinante mundo, llegué a la conclusión de que no hay conclusiones definitivas. Tampoco creo en el determinismo.
Si te interesa el tema, te recomendaría un libro, a mi juicio fácil de seguir: "Muchos mundos en uno. La búsqueda de otros universos", del físico y cosmólogo Alexander Vilenkin. A mí me hizo pensar mucho.
Un abrazo.
Hola JLMON:
ResponderEliminarYa te digo. A ver si en eso de las vidas paralelas está el misterio de la esquizofrenia o la bipolaridad. No me extrañaría con tanto ir y venir.
Un abrazo.
Hola Adolfo:
ResponderEliminarPuede que tengas razón. Como dice el dicho, es imposible que un sapo metido en un cubo sepa lo que es el mar.
Que aprovechen las torrijas.
Un abrazo.
Hola Armando:
ResponderEliminarEl determinismo es algo en lo que no creemos pero practicamos. Será uno de los efectos de la pequeñez y grandeza humanas que mencionas. Hace años vi a un tipo calcado a mí y el corazón me dio un vuelco. Claro que entonces no sabía nada de la teoría de cuerdas y los multiuniversos.
Tomo nota del libro. Ojalá se asome por aquí Cristalook que de eso sabe un rato y que en su día escribió un post sobre la materia.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo con tu comentario.
ResponderEliminarComo las respuests están del otro lado, cuando llegue allá te cuento.
ResponderEliminar¡Que tengas unas felices fiestas y un buen descanso!
Hola Myriam:
ResponderEliminarPues cuando llegues al otro lado no te olvides de mi mail, aunque a saber cómo andarán de tecnología.
Un abrazo.
Josep , leer La insoportable levedad del ser y pensar en Milan Kundera ha sido todo uno. Un vuelco profundo que me impide pensar más. Sorry
ResponderEliminarMe parece fantástica la determinación del anciano en Japón. eso sí es saber lo que se quiere.
buena tarde de domingo y un beso
Hola Camy:
ResponderEliminarEs difícil sustraerse al recuerdo de Kundera y la levedad de ser aunque esa no era mi intención al titular así. La decisión del señor Watanabe nos dice muchas cosas, eso es un hecho.
Un beso.
A veces pienso que no hay nada más subjetivo que la coherencia...
ResponderEliminarbufff...
dejalo... teorías mias!
:-P
Hola Gabi:
ResponderEliminarNo te creas. La coherencia lo es con uno mismo así que es subjetiva en esencia.
Un abrazo.
Ten por seguro que cuando llegue te chiflaré en el oido ( no hay necesidad de e-mail) Cuando lo sientas, recuerda que soy yo y no una mosca.
ResponderEliminarjejejej besos
Hola Myriam:
ResponderEliminarEspero que no me des un susto ;-)
Como lo del "tiempo y el determinismo" es un follón de no te menees y más vale tarde que nunca... aquí te dejo la apostilla a mi último post de uno de mis comentaristas, este sí, Físico de formación, porque creo que no tiene desperdicio, en cuanto a lo que el cientifismo se acerca y "constriñe" la filosofía que nos concierne.
ResponderEliminar" *entangled* dijo...
El tiempo es, más que un problema de la Física, un avispero para filósofos y moralistas.
La llamada «Nueva Física» (que empieza a parecer ya una vieja maquillada) describió el tiempo como entidad fija ya en los inicios del siglo XX (Minkowski), pero aún hoy, no parece haber nadie capaz de explicarlo claramente. Los pensadores suelen pasar de puntillas sobre el asunto. Porque es casi lo mismo decir que el tiempo es un continuo simultáneo, que reconocer que el mundo es determinista. Y nuestro concepto del libre albedrío, nuestra moral y nuestro Derecho, basados en la responsabilidad de los actos individuales, dependen precisamente de que el mundo no sea determinista."
Te dejo además, lo que quizás es el intrínguli de esa "vieja maquillada" (los científicos siempre críticos jeje). También pertenece a un comentario suyo, que curiosamente me dejó en una entrada que nada tenía que ver con la Física... pero está claro que nuestro conocimiento tiñe siempre nuestra visión.
Dice así:
"...es posible generar un par de partículas en un único proceso cuántico, de forma que queden *entrelazadas*, esto es, una medición de un parámetro realizada sobre una de ellas, alteraría de forma instantánea el valor de ese parámetro en la otra partícula. Esta relación entre dos partículas así entrelazadas ("entangled") persiste independientemente del *tiempo* transcurrido o de la *distancia* entre ambas partículas. Es, desde ese punto de vista, un vínculo *indestructible* y *eterno*."
Con perdón, la hostia! no?
Un beso, Josep.
Y si el tiempo existe «todo a la vez», deberíamos poder vislumbrar el futuro, pero no hay pruebas muy fuertes a favor de la clarividencia…
Y por último, si el tiempo puede ser aprehendido todo de golpe, ¿qué queda de los recuerdos, de la nostalgia, qué del esplendor en la hierba? Aunque por otro lado, algunos recuerdos quisiéramos verlos muertos y bien *enterrados*, ¿verdad que sí?
Humm, a partir de los "besos" pertenece al primer comentario de "entangled" el de mi última entrada.
ResponderEliminarCaótica que estoy...
Hola Cristalook:
ResponderEliminarYa remaclamaba tu presencia en esta entrada por tu afición a la Física y además de tu comentario nos regalas lo de entangled, tipo sólido donde los haya.
Lo que está claro es que el determinismo es algo que abominamos con la misma intensidad que lo practicamos.
Somos curiosos como especie. No me extraña que los de otras dimensiones quieran experimentar con nosotros.
Muchas gracias por tu comentario.
Un beso.