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Basta mirar la cara de las personas para descubrir su actitud. “Hoy pones cara de lunes”, solemos decir. Lástima que no exista expresiones del tipo “hoy pones cara de miércoles, o de jueves” y sin embargo sí decimos “se nota en tu cara que es viernes”.
La sola mención de los lunes equivale a suponer que uno debería estar deprimido, con poco entusiasmo y menor actitud proactiva. Se diría que el fin de semana nos ha dejado un poso de satisfacción al que regresaremos a lo sumo en cinco días, un tránsito más llevadero a cada día que pasa y que lo que sucede en ese ínterin es tan solo un mal necesario que nos permite pagar facturas.
En sus charlas, John Whitmore suele mostrar un recorte de prensa en el que se indica que más del 60% de las personas no sólo no disfruta en su trabajo sino que lo aborrece. ¿Qué está pasando? Que nuestro entorno no nos motiva lo más mínimo. O no nos dedicamos a lo que nos gusta (encuentra un trabajo que te guste y no volverás a trabajar ni un solo día de tu vida –sentenciaba Confucio) o con el tiempo descubrimos que aquel horizonte de oportunidades que nos mostraron el primer día se ha ido desvaneciendo, casi siempre por culpa de los demás.
Y sin embargo, casi por todas partes hay gente que parece ser feliz. Como no hay tantos ricos ociosos, ¿deberíamos suponer que nos encontramos ante el 40% que sí se encuentra a gusto con el trabajo que desempeña? Lo dudo mucho. Es más probable que se trate de personas que encuentran una motivación en aquello que hacen y fijaos en el matiz, porque eso supone introducir la idea de la automotivación.
Sin automotivación es difícil ser entusiasta o proactivo, estar orientado a algo que merezca la pena en términos de recompensa. Una vez trabajé en una empresa en la que cuando el jefe nos veía alicaídos o desorientados nos reunía y decía: recordad que sólo se cobra una vez al mes pero que se trabaja todos los días.
He visto ejemplos de automotivación de lo más curiosos. Un estampador que no cobraba por producción se retaba a sí mismo para ver cuantas piezas lograba terminar cada cuarto de hora y si batía el record lo celebraba levantando los brazos como un ciclista que entra en la meta en cabeza; conozco un matricero que cuando termina un trabajo en el torno a su satisfacción se pasa un buen rato contemplando la pieza y luego sale al exterior del taller a fumar un pitillo; una profesora de instituto que cada vez que terminaba de demostrar el cumplimiento de un teorema se comía un caramelo de menta…
La automotivación supone trabajar en busca de una recompensa que no conceden terceros sino uno mismo. Interesante lección. Y tú, ¿qué cara pones hoy?
Hola Josep:
ResponderEliminarHace algunos años, un compañero de trabajo me ofreció leer un libro llamado "Fish" de Stephen C. Lundin (tal vez lo conozcas) y me dijo "tú eres un poco fish".
Tuve que leerlo para entender su frase. Lo cierto es que trabajo en un departamento en el que nadie de mi empresa le gustaría trabajar y sólo porque es el archivo de una productora de Tv, donde lo que "mola" es ser cámara, editor, productor o cualquier otra tarea. El estar inmerso entre papeles, cintas, códigos, sin ver la luz, no le gusta a nadie, pero...no les gusta para trabajar, en cambio, todos acuden a diario a lo que yo he dado en llamar "zona zen".
Yo ya ponía cara de "smiley" antes de leer el libro, pero desde que lo conocí, siempre, cada día, me propongo que mi estado de ánimo no repercuta en la labor que desempeño ni en los que me rodean, ni tampoco que las tareas que otros ven como "aburridas" acaben llenando mis estanterías de "basura radioactiva".
No tengo motivación por la parte empresarial, pero yo misma, sin hacer grandes esfuerzos, logro que mi "zona zen" sea un lugar distinto, al que todo el mundo, aunque solo sea un ratito, quiere venir.
Saludos
Hola María:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación. En efecto, conozco el libtro "Fish" y también una película formativa que se hizo sobre este curioso por infrecuente fenónemo de la pescadería a la que la gente no sólo va a gusto a trabajar sino que lograr implicar a los propios clientes. La moraleja de "Fish" es que, en efecto, todo es un problema de actitud.
En tu empresa, como en tantas otras, hay trabajos estimulantes y aburridos pero fíjate que, como dices, todos se pasan aunque sea un ratito por tu zona zen. Eso es porque tu actitud es positiva, lo que implica que tu automotivación es alta. Lástima que eso no siempre sea contagioso. Y una pregunta, ¿vienen a verte de todos los departamentos, también de los "interesantes". Si es así, no olvides pedir aumento de sueldo porque seguramente haces más con eso que muchas políticas de "motivación" que haya implantado tu empresa y que seguramente les cuesta un dineral.
Muchas gracias por tu visita y espero verte de nuevo por aquí.
Un abrazo.
Pues si, vienen de todos los departamentos "interesantes" (cámaras, editores, sonido, realización, etc.) excepto los de "alta dirección" (que en mi empresa son muchos..."fliparías" como diría hoy un jovencito, pero éso es otra historia).
ResponderEliminarRespecto a lo de pedir aumento...uy uy, vas muy desencaminado, Josep. El que yo ponga buena cara nada tiene que ver con lo que cobro, ni con lo que cobraré. Si fuera así tendría todas las papeletas para ser la más "avinagrada" de los empleados de esta empresa, porque en la lista de nóminas estoy en el último puesto y apenas sobrepasa en unos pocos euros, los mil. 9 años de servicio, departamento donde el jefe y el indio son la misma persona "yo", pero...éstos son los precios de las cosas, ajustados a los mínimos que marcan los convenios. Pagar más ¿para qué?.
Y no me extiendo porque ya leí en uno de tus blogs preferidos...Epítome... que los empleados "rajamos mucho y mal" de nuestros jefes. Además vi el vídeo que le sugeriste.
Tal vez algún día podríamos charlar sobre esos comentarios. Yo tengo claro que nací para ser "empleada", porque reconozco no tener madera de jefe... y las dos figuras son necesarias (unos sin los otros no existen) pero antes de empleada soy persona y como tal me gusta tratar y que me traten; cuando esta circunstancia se olvida y el pago de la nómina lo justifica todo, es cuando mi smiley cambia de forma.
Pero seguro que hablaremos en el futuro. Tratando los temas que tratas y pensando lo que yo pienso..seguro.
Voy a tomarme la licencia de incluir tu blog entre los blogs que sigo. Espero no te moleste.
Un saludo, Josep Julián
Que gran reflexión...¿Qué cara nos ponemos hoy? me he dado cuenta que la mayoría de las personas nos ponemos caras los lunes y los viernes y entre las dos hay una clara diferencia ¿porqué será? estoy totalmente de acuerdo contigo en la siguiente reflexión: Sin automotivación es difícil ser entusiasta o proactivo, y...me ha dado que pensar y...he concluido que soy entusiasta y proactiva porque me automotivo constantemente, en todo lo que hago en mi día a día y...me pregunto ¿eso es bueno? imagino que malo no es sino apaga y vámonos, lo que si estoy segura es que algunos lo utilizan y otros no, creo que la motivación es el motor de muchas de las cosas que hacemos y porqué no.. sentimos, y en los tiempos que corren más vale automotivarnos porque con las caretas "anticrisis" que se ven no nos molestaríamos ni en ir a trabajar, aunque muy pocos tienen la gran suerte de ir a ese empleo que nos llena y satisface de alguna manera. Pepe gracias por tus reflexiones.
ResponderEliminarMaria:
ResponderEliminarNo sólo no me molesta que hayas puesto mi blog entre tus preferidos sino que te doy las gracias. Estoy seguro de que tendremos ocasión de seguir charlando sobre estos y otros temas. Por mi parte, esta ventana al mundo está abierta para eso, para comunicarnos.
Ojalá no pierdas tu smiley cuando recibas tu próxima nómina.
Saludos,
Josep
Claudia:
ResponderEliminarYa ves que María también tiene que buscar en su automotivación para seguir siendo "faro" para sus navegantes, así que sí que creo que es bueno sin que ello no suponga que también necesitemos que nos motiven de vez en cuando.
Si eres quien me imagino, te mando un montón de bicos.
Josep:
ResponderEliminarNo te preocupes, para cuando llegue mi nómina tengo otra gran frase para motivarme:
"Lo importante...es llegar a fin de mes"
No es mía, la dijo un director de programa dada la eventualidad de nuestros trabajos, motivada, en gran parte, por la famosa "audiencia". Fue tan arrolladora en el momento justo de decirla que ha pasado a formar parte de muchos de nosotros. Y en estos momentos de recortes laborales cobra mayor sentido.
Un abrazo.