Una de las consecuencias de la macro crisis de 1973 (prehistoria para muchos) fue que se modificaron sustancialmente los procesos de fabricación y durabilidad de los bienes de consumo. Si a alguien le alcanza la memoria, recordará que, por ejemplo, las máquinas de escribir que antes se fabricaban a conciencia y que podían y solían pasar de padres a hijos fueron sustituidas por otras más baratas pero de duración determinada. Por ejemplo, si comprabas una Olivetti Lettera el número de modelo que aparecía era un indicativo del tiempo estimado de vida útil (en clave, por supuesto).
Lo mismo sucedió con la mayor parte de electrodomésticos. Por ejemplo, las tostadoras que antes se construían de hierro y acero fueron sustituidas por otras que incorporaban el plástico y la hojalata. Consecuencia: más ligeras, más baratas y, por supuesto, menos duraderas.
A eso contribuyeron, entre otras, dos causas principales: una, el encarecimiento de las materias primas como consecuencia del sustancial incremento del precio del petróleo y otra, mucho más importante, la aparición de la publicidad masiva como ariete de la sociedad de consumo que se ocupó a partir de ese momento y hasta ahora de crear la necesidad de comprar una tostadora mueva aunque la nuestra funcionara perfectamente y/o que sintiéramos la necesidad de poseer otra tostadora idéntica a la anterior pero con una carcasa modificada y un nuevo nombre de modelo creando la ilusión de que habíamos escalado en nuestro nivel de vida.
Durante los años que precedieron a la crisis actual y desde la aparición de la globalización (que por cierto, fue otra gracia que nos dejó la crisis de 1993 mucho más reciente en la memoria), el fenómeno de la deslocalización se reveló como fundamental en la contención de costes. Era y sigue siendo mucho más barato que el utensilio que antes se fabricaba en el mismo país donde se consumía se deslocalizara a China o a cualquier otro país emergente porque el factor que más incidía en el precio final era el coste de la mano de obra. Hoy es mucho más barato comprar un genuino botijo alcarreño hecho en China que en cualquiera de las fábricas nacionales (si es que queda alguna, cosa que dudo). Todos los países del primer mundo nos hemos aplicado con furor a esta tendencia, con lo cual no hay nadie que esté libre de culpa.
Pero claro, eso no era suficiente. El siguiente paso consistió en que cuando el bien de consumo en cuestión se estropeaba teníamos que llevarlo a reparar al servicio técnico, oficial y nacional por supuesto, donde nos aplicaban unas tarifas por hora que en muchos casos desaconsejaban la reparación y provocaban que saliera mucho más a cuenta tirarlo a la basura y comprar otro nuevo.
El paroxismo de esto que digo son las impresoras/fotocopiadora/escaner cuyo precio de compra es similar al coste de un par de repuestos de carga de tinta con lo cual, casi sale más a cuenta tirarla a la basura cuando te has quedado sin toner y comprar una nueva que, por cierto, incluye cargas de tinta idénticas, que comprar los recambios originales. Esto se lo cuentas a tu padre -ya no digo a tu abuelo- y se echa las manos a la cabeza, pero es rigurosamente cierto. Una HP Photosmart Express C5280 all-in-one cuesta alrededor de 80 € en Mediamarkt y un juego de recambios de tinta blanco y negro y color para esa misma impresora cuesta 70 € en el mismo sitio.
Y digo yo que ahora que parece que se nos ha fundido los plomos de la capacidad de inventar cosas para que la economía se relance, os propongo un paso más. ¿Y si nos montamos nosotros mismos las cosas que necesitamos, en plan bricolage, como si fueran muebles de Ikea? Oye, que ahí tenemos un margen de ahorro enorme, no te creas. Yo, por si acaso, ya he dado el primer paso. ¿Alguien se anima?
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Hace 1 año
Al menos en la crisis del 73 aprendimos algo porque tengo la sensación que la actual crisis la pretendemos cerrar en falso sin aprender nada y por supuesto sin cambiar nada, sin replantearnos la ausencia de valores, la cultura del pelotazo, el consumismo desmedido, el cortoplacismo, etc.
ResponderEliminarHola, Josep:
ResponderEliminarpues no vas desencaminado con la foto y lo que concluyes, no. Fíjate en los planchistas, otro género en las últimas. Es de masillar y pulir un golpe en el coche cada vez se da menos: se cambia la pieza y a correr.
Sí, el mundo va a la carrera. Un día mezclas la Barbie Superstar con el just in time y terminas gestionando partidas cada vez más pequeñas con China. Y como el TEU (unidad de 20' de contenedor) es también cada vez más barato desarrollas las políticas de flujo continuo, que sólo pueden sostenerse con un consumo masivo. De modo que tenemos que concentrarnos en el "busca, compara y si encuentras algo mejor, cómpralo" dado que "te gusta conducir" y al final nos dicen que "be water, my friend". Y los chinos montando negocios a troche y moche convirtiéndose en nuestros proveedores de mayor y detall cada vez más rápido, porque somos consumistas.
Otro artículo que da mucho juego (no escribo más, porque no sé si terminaría soltando improperios a nuestra condición quiero-tengo).
Un abrazo, Josep.
Gracias a todos por sacarme de la incultura. Siempre había estado en mi inconsciente la pregunta de cómo habría surgido esta locura de comprar, por ejemplo, un ordenador o una televisión de última generación que en el mismo momento de la compra son el X-1 ó -2.
ResponderEliminarEn esta cultura de usar y tirar, donde todo tiene fecha de caducidad y las empresas nos están creando continuamente necesidades para comprar sus nuevos productos; es difícil escapar a esta tendencia, mañana se agota la batería de mi móvil de altepenúltima generación, y aunque no quiera me tendré que compar otro, porque no existe repuesto para mi móvil.
ResponderEliminarLuego tenemos el problema del exceso de residuos, que hemos creado nosotros a base de tirar lo útil y válido, para comprar lo mismo, pero mas "moderno".
Un abrazo
Buen recuerdo el de las maquinas de escribir que sin duda eran fuertes y resistentes (aunque muy imprecisas en cuanto le dabas con dos letras a la vez)
ResponderEliminarSin duda te puedo contar que ultimamente tiro mucho de ingenio antes que tirar y volver a comprar. Ejemplo... tostadora que está "turuleta" (a veces tosta poco y a veces mucho), bien ahora mi mecanismo anti-crisis es estar atento y aprender a conocerla!
Y el ejemplo de la impresora súper-mega-laser que cada cartucho vale 120 euros(y son 4!) Bien pues cartuchos de segunda mano y sino la alternativa de comprar una nueva (creo que andaría por el precio de los 4 cartuchos!)
Para terminar... yo intento comprar producto nacional (no tengo ninguna mania a lo internacional) y así aseguramos un cierto "made in spain".
Un abrazo y felicidades por tu versión antropológica de la crisis, 73-93 y 2008
Es lo que nos ha tocado Josep Julian. Vivir en la sociedad del usar y tirar. El caso es que nos quejamos de los "chinos" pero acabamos comprandolos por precio sin saber que al final lo que están haciendo ellos es comprarnos.
ResponderEliminarHabrá como dices, que montarselo en plan autónomo. Siu nos dejan y queremos.
Un abrazo
Yo sigo con mi tendencia, de siempre, de arreglar si se puede y aprovechar si es posible.
ResponderEliminarEs curioso el ejemplo del tostador, porque el mío tiene, exactamente, 22 años. Cuando no habían pasado más de 6 años desde su compra (regalo de boda), empezó a dar problemillas, que si te enchufo pero no funcionas, que si toco el cable si y, recuerdo que con toda la paciencia que mi siete meses de embarazo me proporcionaba, decidí cambiarle el cable por el de una estufa que se me había roto definitivamente. Y ahí está, todo un Moulinex del año de maricastaña, con el cable marrón de una estufa Jata y me sigue dando las mismas prestaciones.
¿Cuesta tanto un tostador nuevo? Seguramente hoy costará mucho menos que lo que costó en su momento, pero ¿por qué voy a tirarlo si funciona?. Tengo un modelo "retro", casi de colección, y la satisfacción de "haberlo resucitado".
La cultura de "usar y tirar" nos ha empobrecido en cuanto a otros conocimientos, a otras habilidades y, sobre todo, al ingenio necesario para poder ver otras posibilidades donde solo vemos "roto o usado".
De los chinos, lo más que me gusta son los "tupper" que traen con la comida; los uso para todo: para ordenar la despensa, los útiles de costura, del colegio, materiales de mis manualidades y como no, para traerme la comida al trabajo, cierran de escándalo.
Otra cuestión que ha generado el "usar y tirar" es la desaparición de esos otros "artesanos" capaces de reparar casi cualquier cosa: zurcidoras de medias, hojalateros, zapateros, costureras, etc., etc.
Ahora nos toca aprender a nosotros, posibilidades hay, todo es ponerse.
Ánimo a todos.
Un abrazo, Josep J.
Hola, Josep.
ResponderEliminarEstupenda reflexión, y la verdad es que no sabía yo eso de que este consumismo de usar y tirar nos venía de la crisis del '73, curioso.
Lo cierto es que ese modelo consumista está plenamente instalado en la sociedad, desde las viviendas (todo el mundo, o casi, quiso comprarse un piso nuevo en lugar de uno que tuviese unos añitos), los coches (¿pero todavía tienes ese coche, si tiene ya cinco años!!?), los móviles, cómo no, y lo de las impresoras, que ya es el colmo. Yo me compré no hace mucho una por ese motivo; la otra que tenía es un cacharro inservible, que sólo sirve para generar basura?? Qué va, estaba nueva y funcionaba bien, es algo increíble.
Pero es que resulta que con el modelo que tenemos, el consumo es alrededor del 80% del PIB, es un sistema que no se puede parar, no hay más que ver lo que sucede ahora, que en cuanto desciende el consumo, todo se va al traste, las fábricas hacen ERE's o cierran, etcétera.
También es cierto que hay países que somos más consumistas que otros, aunque ahora los españoles, a cuenta de la crisis, parece que hayamos reflexionado un poco sobre la importancia del ahorro.
Un saludo
Pablo Rodríguez
Luego, claro, los españoles nos extrañaremos de ser los ciudadanos más endeudados de Europa. Eso es a lo que debe referirse Ikea con aquello de "redecora tu vida". ¡Juas! Hemos vivido tiempos de derroche y despilfarro, pero ahora, que se supone que existe a la fuerza una apuesta por la austeridad, seguimos sin renunciar del todo a nuestros caprichos consumistas. Queremos vivir por encima de nuestras posibilidades y para ello nos entrampamos una y otra vez, con denodada cabezonería, del mismo modo que la polilla sucumbe a la bombilla que termina por abrasarla.
ResponderEliminarHola Eugenio:
ResponderEliminarBienvenido a esta casa. Vengo defendiendo en este y en otros foros que si no aprendemos de lo que nos ha pasado iremos mal. Fíjate que hay un silencio total de los gurús en estos momentos y en su ausencia, a lo más que llegamos es a alertar de que tenemos que cambiar muchas cosas de cara al futuro inminente.
Decía un contertulio en uno de sus comentarios que estamos a las puertas de un Renacimiento que quizá acabemos abortando por nuestra cortedad de miras. Puede ser, pero en eso prefiero ser un poco más optimista. Cuando el bebé empuja, por mucho que cerremos las piernas acaba por nacer. Esperemos que así sea y que lo que nazca nos sea fruto de la semilla del diablo. Esperemos.
Muchas gracias por pasarte por aquí y espero que no sea la última vez.
Un saludo a los amigos de Tatum.
Hola Germán:
ResponderEliminarQué te voy a contar que tú no sepas. Y de paso, he aprendido que es eso del TEU de lo que no tenía la menor idea.
Un abrazo y no te calientes.
Hola Alberto:
ResponderEliminarPues así son las cosas. Hemos de alimentar a los grandes dragones para que a su vez podamos comer nosotros. No veas.
Un saludo.
Hola J. Carlos:
ResponderEliminarSí, señor, muy buen ejemplo lo del móvil que a su vez se ve agravado por el hecho de que ni siquiera se ponen de acuerdo con el diseño del jack de los cargadores. Un monumento a la insensatez al que nuestros próceres de la UE parece que están poniendo remedio. Y mientras tanto a generar residuos tóxicos en un planeta esquilmado en el que, por cierto, reciclar residuos tóxicos se está convirtiendo en un negocio de tres pares.
Pues nada, a lo nuestro.
Un abrazo.
Hola Diego:
ResponderEliminarAy, aquellas máquinas de escribir Underwood sin carenado y con carro alzable para poder escribir con mayúsculas. Qué tiempos aquellos.
Si te cuento de qué año es mi tostadora te caes de espaldas aunque le pasa como a la tuya que hay que estar al tanto porque unas veces tuesta más que otras pero se lo perdono todo porque le tengo cariño.
Lo que comentábamos de las impresoras no es nada en comparación con lo de los faxes. Ahí no hace falta que lo cambies cada vez que tienes que comprar un cartucho porque los muy malvados de los fabricantes (sobre todo unos que empiezan por O) lo que hacen es que dejan de fabricar el formato de cartuchos de tinta a los dos años, los muy ...
Gracias por la mención a lo "antropológico" de mi repaso de las crisis y eso que me he saltado la del 82 que también tuvo lo suyo.
Un abrazo y muchas gracias por tu aportación.
Hola Fernando:
ResponderEliminarCuánta razón tienes con eso de que no nos damos cuenta de que cada vez que les compramos algo a ellos lo que estamos haciendo es favorecer que nos compren a nosotros pero no nuestros bienes y servicios sino nuestra economía, claro que eso también le pasa al tío Sam y de momento no parece que anden muy preocupados.
Pues es que decimos, vamos a crear el comando autónomo de bricolage y lo que no sé es dónde se fabricará la llave allen para el montaje. Qué te apuestas que también la hacen en China.
Un saludo.
Hola María:
ResponderEliminarLa verdad es que escribí este post pensando en el comentario que aportarías y la verdad es que no me he equivocado. Jugoso, como siempre.
Me he mondado con lo de la tostadora tuneada. La mía no es tan antigua como la tuya pero vaya, ya lleva la suyo. Deberían premiarnos los que demostramos que tenemos electrodomésticos de más de diez años en casa y en perfecto estado de uso. Claro, que también podrían acusarnos de antisistema y caer en cualquiera de las redadas.
Otro día hablaremos de la publicidad y de su segmentación por edades y poder adquisitivo. Eso sí que no tiene desperdicio.
Un beso.
Hola Pablo:
ResponderEliminarTú, como economista, nos has dado una visión más amplia de lo que comentamos. Si la bola es de tal magnitud (el 80% del PIB es casi lo mismo que decir TODO) imagínate lo que ocurrirá si la rueda se para un poco más con esto de las apreturas por la crisis.
Es verdad que los españoles nos hemos reencontrado con el "placer" del ahorro pero a ver si somos un poco más listos y lo que gastamos es en cosas que se produzcan en nuestro entorno porque si no, ya sabes, más paro, màs ERE y así nos luce el pelo.
Muchas gracias por tu aportación.
Un abrazo.
Hola Domingo:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la parte final de tu comentario con eso de las polillas y la bombilla. Es que es así, aunque por otra parte fíjate que ayer estuve en una tienda OpenCor y cuando llegabas a caja te metían por los ojos y de palabra (cosa inaudita) las excelencias de las muchas ofertas que tenían disponibles en la gama de compra compulsiva y en el rato que estuve allí no picó ni Dios. O sea, que la cosa esta malita y la gente pasa de lo que necesita, o al menos, de cuando en cuando así sucede.
Un abrazo.
Hola Josep
ResponderEliminarYo soy de una generación intermedia entre el usar y tirar y la reparación de los productos.
Hay cosas que prefiero usar y tirar (pañuelos, compresas etc) pero otras me gusta recomponerlas,tal y como cuenta muy bien M. Esto último ademas, me produce una gran satisfacción. Me gusta ver que es posible regenerar objetos, saber que pueden transformarse y que a veces en su transformación funcionan mejor que antes, incluso incrementando su estética. Solo necesitamos ejercitar nuestro cerebro, aplicar un poco de tiempo y ser conscientes de que de ese modo estamos reciclando y no generamos residuos.
Todo eso siempre que se pueda, por que ya se ocupan los grandes fabricantes de que nuestro "hobby" sea lo mas duro posible. Como sino podrian obtener tantos beneficios?.
En fin no me extiendo mas, el tema da para mucho solo una consideración final. Que pasa con la enorme cantidad de residuos que el usar y tirar está generando? Creo que vamos a tener que descubrir mas planetas para poderlos utilizar de basureros o bien alguien superinteligente que descubra la forma de ponerlos en órbita a modo de satélite. Igual nuestras generaciones venideras se devanan la cabeza intentando averiguar si procedia del Bing Bang original o de otro sucedáneo... je je.
Un beso.
Muy interesante esta entrada, Josep... me apena lo que dices: más barato comprar un electrodoméstico nuevo o lo que sea, así más producción y, por ende, más contaminación.
ResponderEliminarLa deslocalización= explotación de la mano de obra del Tercer Mundo... ya ves las condiciones en China o cualquier Tigre del Pacífico.... En fín, besitos.
HOLA, gracias por tu explicación
ResponderEliminar¿Pero que hacemos?
Propones que nos volvamos auto-esclavos del sistema?. Yo no creo que bajar costes pase exactamente por esa calle. Más me tentaría a bajar la rentabilidad como un paso más acertado a la universalización de los bienes (construidos o no). Creo que es un error tremendo que todos seamos pintores, carpinteros, fontaneros, quiero decir, malos pintores, malos carpinteros, malos fontaneros y eso si, excelentes chapuceros. Que conste que er menda es un manitas, pero huyo de que cada individuo tenga que tener una despensa llena de mil llaves, martillos, tuercas, etc.. con lo que eso cuesta y más encontrar la adecuada cuando llega el momento. No, al margen de que haya industrias como la que nombras, en las que bajo el supuesto estilo de bajar costes a cambio de que tu seas el constructor, desarrollen un mercado cada día mas en alza, yo pienso que algún día seremos viejos, mancos o torpes con las herramientas y de algún modo este negocio nos estará excluyendo, con lo cual si todo se extinguiese, tendría que pagarle a alguien para que me montase la mesita o la estantería, con lo que al final el precio se dispararía. Definitivamente la sociedad que solo contempla a los útiles además de excluyente y fascista es humanamente cruel. Menos beneficios para ti, menos costes para mi. Esa es la formula, lo demás falsas apariencias.
ResponderEliminarMe gusta tu blog y como lo encaras pienso volver saludos con sonrisas
ResponderEliminarHola Maite:
ResponderEliminarDebido a los años que llevo en este negocio de la vida, esto del reciclaje lo he visto nacer desde sus primeros pasos. Primero como una aspiración quasi utópica, luego como una forma de conciencia social y ahora como algo cotidiano.
Donde tú y yo vivimos hemos visto la proliferación de puntos verdes. Hay tantos y son tan enormes que, en realidad, podrían funcionar como una especie de Rastro. Sin embargo, su principal virtualidad está en que el reciclaje se ha convertido en un negocio estupendo, en una forma de generar dinero a manos llenas y de volver a poner en el mercado a precio más caro las materias primas reconvertidas. El problema no está tanto en el reciclaje de lo reutilizable sino en la cantidad de materia prima con un ciclo de vida útil tan corto. Ya somos un planeta que vive dentro del síndrome de Diógenes.
Un abrazo.
Hola Ginebra:
ResponderEliminarMás vale que cada uno contribuyamos como podamos a presentar el mundo en el que vivimos tal y como es.
La globalización y deslocalización tendrán sus ventajas, pero nunca para el cliente final.
Un abrazo.
Hola África:
ResponderEliminarLo has expresado de maravilla. ¿Y ahora qué hacemos? Pues a mi modo de ver hay dos caminos. O bien aplicamos aquella máxima de que se pare el mundo que yo me apeo o bien solicitamos la nacionalidad china, pero de los chinos guay eh, que los de infantería no están ni el 10% de bien que nosotros. Otra alternativa es no hacer nada y seguir comprando libros de autoayuda en las librerías de los aeropuertos. Como ves, ando escaso de ideas.
Un abrazo.
Hola navegante:
ResponderEliminarNada de auto-esclavos del sistema, al menos más de lo que ya lo somos, nos guste o no.
El asunto es que eso de bajar la rentabilidad ya está inventado... y agotado. Hoy en día la rentabilidad unitaria de un producto es ridícula en comparación a sus costes, de forma que eso es precisamente lo que hace que el modelo de economía global sea el de manufactura intensiva y venta masiva precisamente para que quede algo de margen acumulativo (no unitario) y en ese círculo estamos.
Tampoco es que sea un fervoroso partidario del modelo Ikea como ideal, pero al menos nos hace ser un poco más conscientes del valor de la mano de obra. Este tío sueco ha hecho más por la negociación colectiva que todos los sindicalistas del siglo XX porque ha demostrado que estamos dispuestos a trabajar por cuenta de suya sin estar en nómina y con una productividad que ya quisieran muchas cadenas de montaje. Y te aseguro que en ese modelo, los márgenes son los mismos y paradógicamente la satisfacción del usuario después de haber comprado y cargado el artefacto, por cierto el mismo que han comprado y cargado otros millones de usuarios en el mundo, es enorme. Para que luego digan que el trabajo no produce satisfación aunque sea con el placebo de que "has ahorrado" cuando en realidad lo que has hecho ha sido incrementar el volumen de ventas de Ikea y sus beneficios porque, como digo, al final eres tú el que ha currado y ellos no han sacrificado ni un céntimo de margen. Y encima, si la estantería te queda torcida todo el mundo sabe que ha sido por culpa tuya y ni se te ocurre ir a quejarte.
Si está todo muy estudiado, navegante.
Lo que me pregunto es qué es lo que vendrá después de esto y como mi imaginación no da para más por el momento, pues he puesto lo del coche montable de Ikea.
Buen viento, navegante y hasta muy pronto.
Hola Recomenzar:
ResponderEliminarMe alegro de que te sientas a gusto. Hasta otra.
Gracias, Josep, es un honor que pensaras en mi "posible comentario" mientras escribías este post, te lo agradezco muchísimo.
ResponderEliminarSi te gustó mi "SuperRetroTostadora" tuneada, fliparías si conocieras el "mapa" de mi familia; eso si que tiene historia y mucha tela.
Un beso, Josep...gracias otra vez.
Hola Josep, buena publicacion y buen trabajo,
ResponderEliminarha sido un placer leerte.
Un saludo
RMC
Con tanto usar y tirar ahora tengo claro porque el chatarrero del barrio se llama ahora: Tecnología del Reciclaje...
ResponderEliminar:S
;)
Hola María:
ResponderEliminarEl honor es mío y el elogio muy merecido. En cuanto a lo del "mapa de tu familia" a ver si escribes un post para contárnoslo.
Un beso también para ti.
Hola RMC:
ResponderEliminarBienvenido y muchas gracias por tus palabras. Espero que te volvamos a ver por aquí a menudo.
Un saludo.
Hola Gabi:
ResponderEliminarClaro, por el mismo motivo que el pastor de mi pueblo ahora pone en sus tarjetas de visita "gestor de ganado". ;-)
Verás. Cuando yo iba al instituto tenía una compañera que su padre se dedicaba a recoger papeles y venderlos. La pobre sentía mucha vergüenza por el oficio de su padre, al que todos llamábamos trapero.
Pasó el tiempo y desde hace ya muchos años aquel "trapero" se convirtió en una de las mayores empresas de este país en el reciclaje de papel. Ahora es raro no ver una empresa en que no haya en cada rincón un contenedor de los suyos, reciclable, por supuesto.
Las cosas cambian y a mi trapero y a tu chatarrero cualquiera les echa un galgo ¿no?
Un abrazo.
Hola Josep,
ResponderEliminarSí, es triste y absurda la situación que planteas, pero no solo por el despilfarro que en si misma supone, sino sobre todo por el problema medioambiental que genera. Si con ello se ayudara de verdad a generar riqueza, aunque fuera en paises lejanos... pero no estoy muy segura de que sea así. Aunque tampoco conozco los datos. De todas formas, creo que la innovación debe ser algo más que la cultura de usar y tirar, debe ir por otro camino, ¿no? Yo intento reciclar en la medida de lo posible (toners incluidos, que salen a 17 euros cada uno para la impresora que mencionas), pero a veces es que no te dan opción.
Un saludo,
Ciertamente la duración de la materia prima tiene que ver, pero la incidencia mayor es la duración del producto acabado.
ResponderEliminarActualmente los productos acabados se generan con materias primas cuyas propiedades nada tienen que ver con las de antaño y sin embargo las prestaciones que ofrece el producto final son en su mayoría superiores a las de hace años, a pesar de que su durabilidad es inferior, hasta en ocasiones podríamos decir aquello de "aguanta mientras cobro" en algunos artículos.
Sin embargo creo que las características del producto se ajustan a los valores que rigen en una determinada sociedad, asi como a factores geográficos y climáticos.
Me explico:
Mi hija vive en Munich y una de las cosas que mas le molesta de los alemanes es que son bastante rácanos y que les falta un toque de color. Me comenta que compran exclusivamente lo necesario,y valoran muchisimo el ciclo de vida del producto, son grandes ahorradores y la compulsion consumista no es lo suyo. Las reparaciones están a la orden del día y suelen aprovechar y utilizar hasta el aburrimiento los enseres que poseen. Existe un mercado de segunda mano increible contactos a traves de la red y entre particulares.
Lo puedo corroborar ya que hasta hace 6 meses mi hija tenia una mini nevera "prusiana" que la compro por 30 euros y una lavadora de carga frontal marca Philips del año de maricastaña que al centrifugar avanzaba hacia la puerta de la cocina como queriendose suicidar, a la vez que hacia un ruido infernal,cuyo coste fue el mismo. Sin embargo ambos funcionaban de maravilla.
Diriamos que la sociedad española se asemeja a la alemana?, es imposible nuestra educación y valores son distintos, aqui solemos decir que en la variación está el gusto y asi nos lo venden, duran menos y cambiamos mas. Son diferentes criterios, son diferentes realidades.
En cuanto a Ikea, en relidad el factor climatico ha tenido mucho que ver con el desarrollo de sus productos. En los paises nórdicos el bricolage es una de sus aficiones favoritas; en que se iban a entretener en sus largos inviernos? muy dados al boom de natalidad tampoco han sido...Sin embargo reconozco la gran visión empresarial que han tenido y lo bien que han sabido vender su idea.(es el "yes we cam" del interiorismo).
Y, bueno, creo que me he extendido sobremanera quiza algunas cosas son "reciclables" y otras "residuales", lo que está claro es que ambas ocupan espacio y como bien has dicho tu, el problema del tal Diógenes, entre otros, era el espacio que consumïa.
Besos
Josep, la Olivetti de mi padre aún la guardo y te aseguro que funciona a las mil maravillas. Desconocía que todo ésto empezó con la crisis del 73, pero si eso supuso una mejora de la economía, bienvenida sea. Aunque me temo que sea la pescadilla que se muerde la cola. Ahora lo que tenemos es una cantidad de deshechos enorme que no logramos reciclar en un tanto por ciento que nos resulte rentable a la sociedad. En cuanto a "manitas" en casa se hace lo que se puede, porque tampoco es normal que te lleven por una reparación la bestialidad que se víene cobrando.. a la fuerza ahorcan!!! Un beso
ResponderEliminarHola Josep, Al hilo de la cuestión tengo una anécdota de esta semana. Se estropeó un conector de mi portátil y necesitaba que me hicieran una microsoldadura. Estaba en plena época de impuestos y necesitaba una reparación rápida. ¿Pues sabes qué? Una microsoldadura y se acaba el mundo. Al menos en Madrid. Al cabo de unas 36 horas de mover Roma con Santiago consigo un técnico que me lo puede hacer: que se lo lleve a una tienda en la Avenida de Valencia sobre las 8 de la tarde y me lo hace en el momento. Se lo llevo y me voy a un bar cercano a comer algo. Me llama al cabo de hora y media: "Oye, que al final era la placa base. Mejor te compras uno nuevo." Prefiero no comentar más sobre el asunto.
ResponderEliminarUn abrazo Josep
Pues nada, seguiré con mi tele... Jejej! No tenía pensado cambiarla, pero esto me da 'respuestas' para los pesados de mis invitados que se ríen de mi pobre caja tonta.
ResponderEliminarEn cuanto les saque la crisis del 73 y las antiguas maquinas de escribir y la actual tendencia de usar y tirar, no volverán a meterse con ella!
Hola Astrid:
ResponderEliminarLo que es cierto es que los problemas medioambientales son la consecuencia lógica del modelo económico en el que estamos instalado. No sólo es un problema de residuos sólidos, que lo es, sino de contaminación por CO2. En este sentido países como China e India son en estos momentos los mayores productores de contaminación atmosférica coincidiendo con el hecho de que también son los motores económicos del mundo incluso por encima de Estados Unidos.
El problema está en el modelo y no en la gestión del modelo que sólo es un efecto. En cuanto al precio de los toner, supongo que te refieres al de color negro y carga normal no la XL que es el que usamos aquí porque si no, además, es que no dura nada la carga.
En fin, esto es lo que hay.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Hola Maite:
ResponderEliminarEstá bien el ejemplo que pones de Alemania y para compensar la extensión de tu comentario comprimiré el mío. Así nos va a unos y a otros, por no mencionar el papel que han desempeñado los verdes en el gobierno hasta hace cuatro años.
Tiene su coña eso de que aquí estemos en moratoria nuclear y ellos todavía no pero aún y así generamos tantos residuos que tenemos que pagar por llevárselos a ellos a que los destruyan.
Un abrazo.
Hola M.:
ResponderEliminarSí, esto que describes es el círculo virtuoso. De todas formas, estoy viendo que ya somos unos cuantos que aún mantenemos en uso reliquias del pasado. A lo mejor podíamos hacer un inventario retro vintage ;-)
Un abrazo.
Hola Antígona:
ResponderEliminarQué bien has descrito eso de la reparación. Recogemos al paciente, lo llevamos de urgencias a la clínica donde lo meten en un quirófano y cuando pensamos que cuanto más tiempo pase mejor, aparece el cirujano por la puerta para decirnos, lo siento, ha muerto. La placa base ha fallado.
Mi hermana conoce al House de los electrodomésticos. Es un señor (que nos rifamos en toda la familia, claro) que arregla cualquier electrodoméstico en casa. Y lo más curioso es que, cuando no es el fusible el que ha fallado, con una simple soldadura de estaño lo soluciona. Y además, no es caro.
Tiempos estos que nos ha tocado vivir, Antígona.
Gracias por tu historia. Un saludo.
Hola Nadia:
ResponderEliminarVas a quedar como una experta ante tus amigos cada vez que se quejen de tu tele, qué más se puede pedir.
Y a lo mejor papá Noël se apiada de ti y te trae una por navidades.
Una vez más, muchas gracias por tu visita, vecina.
Hola Josep,
ResponderEliminarNo hace más allá de dos meses acuñé la siguiente frase: "Tenemos un coste de aprendizaje de casi 5.000.000 de personas y no hemos aprendido nada"
La comparto contigo en relación al post que has escrito sobre la Crisis. Nuestra clase política, está perdida perdida ...
Saludos y ¡Nos vemos el viernes!
Hola Josep Julián:
ResponderEliminarDice Jose Luis Sampredro, desde hace muchos años, incluso antes de la crisis de los 70, que el mundo es una caja cerrada de la cual vamos extrayendo materias primas a un ritmo bestial (6 ó 10% anual, o más. Qué más de la cifra). Y que esto tiene un periodo de agotamiento más cercano que lejano en el que se acabarán las materias primas. O sea, la sobrexplotación. Pero claro, es que hemos montado la economía en base al consumo y si no hay consumo no hay economía, por lo tanto seguiremos así hasta que agotemos todo lo agotable. Para que engañarnos entonces con "utopías" que a nadie le interesan (al menos a nadie de los que tienen capacidad de decisión, claro).
Dicen también que si todos los chinos se limpiasen con papel higiénico no habría árboles en el mundo suficientes. Mäs gráfico imposible.
Lo siento, tengo el día un poco torcido.
Un abrazo.
Hola Agustí:
ResponderEliminarLa primera parte de tu comentario no la acabo de entender en lo que hace referencia a la cifra de 5.000.000 de personas pero sí he entendido y comparto lo que dices sobre que no hemos aprendido nada. Hace unas pocas semanas, escribí un post titulado "desaprender" en el que lo que quería decir es que para aprender cosas válidas para el nuevo entorno hay que hacer un esfuerzo muy importante por desaprender. Cito un ejemplo: yo no puedo pretender medir en arrobas lo que ahora se mide en kilogramos. Si mi mundo se mueve por el patrón kilo debo desaprender cómo se mide en arrobas, así de sencillo y si no puedo desaprenderlo, al menos olvidarlo en un cajón de la memoria por eso de que el saber no ocupa lugar pero a veces estorba.
La métrica de actuación en el mundo en el que estamos y sobre todo, al que vamos, necesita nuevos paradigmas y para eso tengo que olvidarme de los anteriores. Claro que no aprendemos nada, porque el espacio para los conceptos que ahora necesitamos está ocupado por otros obsoletos.
La cuestión de los políticos también tiene lo suyo. No conozco ningún pensamiento ni praxis política que no trate de dar una respuesta a un modelo económico y desde luego, no conozco ningún caso inverso.
A menudo se dice que el presidente de Estados Unidos no manda nada y que en realidad quienes mandan son las grandes corporaciones industriales o financieras. Eso es fácil de demostrar con el ejemplo del amigo Bush y un poco más atrás con el de Reagan. No son los políticos los que van a alumbrar un nuevo modelo económico, no nos engañemos, sino en todo caso los señores que van a Davos todos los inviernos o los miembros del club Bilbenderg.
Lo que está claro a mi modo de ver es que el actual modelo económico está en las últimas como lo demuestra que el gran negocio emergente en este momento sea el tratamiento y gestión de residuos.
Más no sé.
Muchas gracias por tus aportaciones y sí, nos vemos el viernes.
Un saludo.
Explicas tan detalladamente el origen , el porqué y la situación de la actual crisis, que poco queda que añadir, sólo afirmar, es cierto. Todos de una manera u otra hemos contribuido a creernos ricos, pertenecientes a una sociedad consumista y en dónde la obligación de consumir era un deber. Nadie compra una lavadora pensando en quince años, como mi madre, ahora, lo anuncian bien claro en el comercio, "vida del electrodoméstico, cinco años" y así todo, no se repara, porque efectivamente quien va a reparar si sale al mismo precio el consumir, quién va a comprar cartucho para una impreso¡ra, si al mismo precio tienes una nueva. ¡Así nos va! Hemos conseguido con la crisis, ser un tanto más conscientes y saber que no necesitamos tanto ¿lo hemos conseguido? y a los fabricantes se les ha obligado a los dos años de garantía, ¿Aprenderemos algo y saldremos reforzados?.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Hola Javier:
ResponderEliminarMe alegra mucho que cites al amigo Sampedro y menos que tengas el día torcido jeje. Desde luego que la historia nos demuestra que estamos ante la misma sima de valores agotados en la que la humanidad se da de bruces de vez en cuando y ya es mala leche que nos haya tocado vivirla a nosotros porque lo que sí sabemos cuando echamos la vista atrás es que no somos capaces de cambiar de modelo es un plis plas y que eso lleva su tiempo.
Lo que me tranquiliza un poco es que como la colonización de la luna y de Marte va un poco para largo y los amos del planeta tendrán que seguir viviendo aquí, algo decidirán al respecto... o no, vete tú a saber.
Un abrazo.
Hola Josep. No es mala idea esa de funcionar como IKEA. Creo que también lo que nos pasa es que no somos capaces de aguantar con lo que tenemos, buscamos lo inmediato, lo que aún no ha salido. Nos pasa con los libros: estás deseando la segunda entrega cuando la primera está aún caliente. No damos tiempo ni al tiempo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Josep, y sí las palabras de aliento, al menos acompañan en algunos momentos...
ResponderEliminarAbrazos....
Hola Camy:
ResponderEliminarEn primer lugar, mi opinión es que saldremos de esta porque vivimos en un mundo de oferta y demanda y cuando la demanda crezca todo irá mejor. Nos costará, pero saldremos.
En segundo lugar y lo más importante, es contestar a la pregunta de si habremos aprendido algo de esto y sobre todo, si saldremos cambiados. En mi opinión, el aprendizaje será traumático y en primera instancia lo notará la clase política. Preveo un fuerte cambio en intención de voto pero no en abstención. Cuando la gente está harta acude a expresar claramente su opinión. El peligro es que emerjan fuerzas raras como ya viene sucediendo en otros países de nuestro entorno por lo que habrá que estar muy alerta a los salvapatrias oportunistas tipo Forza Italia y cosas de esas.
El segundo aprendizaje será más global y también lo he expresado otras veces. Creo que estamos en los albores del nacimiento de una nueva sociedad por agotamiento de la actual pero que sus verdaderos protagonistas serán nuestros hijos que no creo que se resistan a ser una generación perdida con lo cual se producirá una brecha entre nosotros y ellos muy grande.
Pero bueno, para opiniones están los colores.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Hola Rafa:
ResponderEliminarUn placer volver a verte por aquí. Si acabamos dentro del modelo IKEA creo que será una señal de que, definitivamente, el modelo de sociedad en el que vivimos está agotado, como ya expresé en mi respuesta al comentario de Navegantes porque nos acabaremos convirtiendo en mano de obra de los fabricantes a los que les compramos los productos, casi nada.
Por otra parte, dices bien cuando aseguras que no dejamos madurar las cosas pero es que parece que nos llevan por ese camino continuamente. Fíjate por ejemplo lo que sucede con la telefonía móvil que en menos de un año aparece el suficiente número de nuevas funcionalidades que convierten el iphone de hace un año en una reliquia y claro, así vamos mal.
Pero en fin, sólo desde la distancia se ven bien las cosas, así que al menos estamos avisados.
Un saludo y muchas gracias por asomarte de nuevo.
Hola Erik:
ResponderEliminarGracias por asomarte en estos momentos difíciles para ti.
Un abrazo.
Hola Josep,
ResponderEliminarMientras estaba leyendo tu último comentario ha sonado mi móvil, indicando la entrada de un mensaje.
El mensaje venía del taller de reparaciones donde había llevado mi plancha (perdón, ahora se llama central de planchado), después de mandarla reparar hace unos 6 meses porque el tapón de la caldera se había roto y me cobraran unos 50 €, ahora resulta que calienta pero no suelta el vapor, y yo, me he dicho, ¿que hago? compro otra o la mando reparar. Como la cosa está achuchada la llevé a reparar previo presupuesto y hete aquí que ya ha llegado el presupuesto y me ha sacado de dudas. Me indican que la reparación ascenderá a 138,53€. Ahora sólo me queda ir a comprar otra (vamos, creo yo) y otra duda, la recojo, con lo cual me harán pagar el servicio de haber comprobado la avería o se la dejo para que ellos mismos la envíen a reciclar.
De una forma u otra al final, siempre acabamos pagando.
Un beso.
Hola Silvia:
ResponderEliminarGlups, menudo dilema. Para que luego digan que uno exagera.
Pues lo siento, pero me temo que, por mucho cariño que le tuvieras a la plancha no tendrás más remedio que comprar otra.
Besos.
La crisis que se avecina, Josep, es muchísimo más grave que la del 73, la cual sólo conozco por los libros de historia. Ahora mismo nos hallamos ante una crisis sistémica, como desde hace años viene anunciando tu paisano, Santiago Niño Becerra. Esta sociedad de hiperconsumista en la que se impone el usar y tirar (escandaloso pero cierto lo que cuentas sobre las impresoras multiusos), muy pronto dará paso a otra de decrecimiento sostenible. Para muchos va a ser un impacto brutal, sobre todo porque siguen sin querer creerse que vamos a ser 'privilegiados' testigos del final de una era.
ResponderEliminarP.D.: Seguramente no será gripe A. Toma el clásico paracetamol y muchísima vitamina C, especialmente kiwis, que tienen el doble que la naranja. Y, por lo que más quieras, ni se te ocurra vacunarte contra la gripe A, Josep, pues sus efectos secundarios pueden ser gravísimos.
Hola Fernando:
ResponderEliminarPues yo que sí viví la crisis del 73 puedo decirte que también fue sistémica, lo que pasa es que hay que hacer memoria de cómo era la vida entonces. Antes del 73 nos habitó el mayo del 68 que ahora parece muy romántico pero que fue algo similar a lo que puede producirse cuando a la gente se le hinchen mucho las narices, nos habitaban los hippyes que eran unos chavales de buena familia que jugaban a pasar del aire pero que en realidad disponían de una buena cuenta corriente o al menos disponían de la de sus padres, también nos habitaba los Beatles que, paradógicamente, murieron artísticamente como consecuencia de esa crisis porque luego el mundo fue sistémicamente distinto, etc.
Lo que sí comparto contigo es que no somos conscientes de que somos el último eslabón de una época de la humanidad y el primero de otra y que eso seguramente nos dejará hechos unos zorros. Fíjate que a mí ya me tocó ser el último recluta de Franco y el primer soldado del Rey y todavía ando un poco afectado...
PD. Creo que lo mío al final no será gripe A pero si lo es, tampoco pienso vacunarme y menos después de la que se ha liado en Alemania con la vacuna VIP y la normal.
Muchas gracias por tu comentario que como siempre vigoriza mis cañerías. Ya parece que respiro mejor.
Un abrazo y hasta pronto.
Hola a todos/as:
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada, josep Julian, entre otras cosas porque no entiendo casi nada de economía, siempre me ha parecido muy difícil y he logrado entender muchos de los problemas que nos acucian con la crisis.
Suscribo, como la mayoría, mi desesperación porque los productos no se hacen como los de antes. Yo también soy de la generación de las máquinas de escribir, por poner un ejemplo, y de la convicción de que comprabas con la idea de que durara. Hoy eso es impensable.
Tan sólo quiero aportar la visión más emocional de lasunto y es que creo que en el asunto del consumismo desbocado y en cambiar de producto rápido subyace también el deseo de tapar muchas frustraciones y malestares que vive y padece el hombre actual. Me lo decía una persona el otro día: preferimos buscar sustitutivos y camuflar emociones negativas (por ejemplo, a través del tener y comprar y comprar...) que bucear y conocer qué nos ocurre para que actuemos así. Yo pienso que las empresas lo saben y tratan de ponernos el cebo. Es el signo de los tiempos que corren.
Un placer haber aprendido y leído opiniones tan interesantes en este animado debate.
Saludos cordiales,
José Luis
Hola José Luis:
ResponderEliminarComo ves, te contesto prácticamente "a vuelta de correo" porque precisamente has mandado tu comentario cuando estaba acabando de perfilar el artículo que publicaré mañana y que da otro giro a eso del consumismo conectado a las emociones que, mira por donde, es el que tú has empleado ahora. No, si al final va a ser cierto que las casualidades no existen.
Estoy completamente de acuerdo con lo que dices que parte del fenómeno del consumismo viene por dado por el hecho de que a través de él tapamos agujeros de otra naturaleza y en el caso del consumismo compulsivo sin ninguna duda.
Te aclaro que tampoco soy economista, pero me gusta la materia y procuro explicar lo que yo entendí, nada más, pero te aseguro que lo del 73 en adelante es que además lo he vivido en primera persona, será cosa de los años que uno ya va acumulando.
Ya te habrás dado cuenta de que este blog lo mejor que tiene son sus comentaristas, siempre lo digo pero es que es cierto, así que si te gusta el debate este suele ser un buen lugar para hacerlo civilizadamente.
Un saludo y hasta la próxima. Ya está avisado.
Yo todavía conservo la máquina de escribir Olivetti, la tengo de recuerdo con cariño.
ResponderEliminarVivimos en una sociedad consumista, que ya está empezando a frenar.
Muy interesante tu post.
Un beso.
La imaginación puede dar mucho de si en tiempos como los que corren. Así es que no lo veo tan descabellado eso de que cada uno empiece a hacer uso de su ingenio para aportar soluciones. En mi casa tengo un manitas que hace uso de mecanismos muy originales para sacarnos de muchos atolladeros. Interesante propuesta. Un abrazo Josep
ResponderEliminarHola Josep..., llego tarde pero aún he llegado... y es que este post es muy clarificador de como han cambiado los hábitos de consumo y de fabicación. Los armazones de sofás que hacia mi padre tenían una duración media de 15 a 20 años, podían soportar bastantes "retapizados"..., esta circunstacia ahorraba la tala de unos cuantos pinos o hayas, daba trabajo periodico a los tapiceros artesanales, generaba un empleo y un aprendizaje. Hoy en dia los sofas se cambian cada 5 años, se montan en fabricas, en cadena, como los coches y dudo mucho que se reciclen.
ResponderEliminarHe puesto este ejemplo porque es el que conozco, aunque tambien podría citar el de las bicis, resulta que cuando hacen las pruebas de fatiga del chasis o cuadro llegan hasta un punto de ruptura determinado, a ese dato le añaden el uso aproximado que le dará el ciclista y calculan las garantias. Es decir, que fabrican con la calidad justa para que un ciclista ocasional no parta el cuadro y reclame esa garantia..., si la usas bastante, como yo, es posible que la partas, pero como somos los menos compensa cubrir esa garantia antes que fabricar con mayor robustez. En fin, que como dijo Arriortua cuando entro en Opel, "para que queremos que una maneta se abra y se cierre 1o.ooo veces en la vida de un coche cuando solo se abrirá y cerrará unas 6000...", esto es una recreacion libre del comentario, pero en esencia dijo eso.
Un saludo Josep.
Hola María:
ResponderEliminarYa veo que tú también eres una de las que mantiene "reliquias en casa", qué bien.
En efecto, parece que decrece el consumo aunque sólo sea porque a la fuerza ahorcan.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Hola Belkis:
ResponderEliminarLa verdad es que no sabemos cómo será el futuro pero como ya decía mi abuela está todo inventado y en cuanto a lo que vendrá desde el punto de vista de modelo de sociedad poco podemos ver todavía. Tener un manitas cerca siempre será útil, sin duda.
Un abrazo.
Hola Pedro:
ResponderEliminarLos ejemplos que pones son muy clarificadores de lo que se decía en la entrada y además está bien que lo hayas hecho tú que estás en el negocio porque a veces parece que exageramos un poco en lo que decimos.
Todo se hace en base al ciclo economía=consumo como muy bien se ha apuntado en muchos comentarios, así que es difícil salirse de eso excepto que uno mismo se haga las cosas. Me imagino que los sofás de tu casa serán de larga duración ¿no?
Un abrazo, Pedro.