La principal diferencia entre un inventor y un investigador reside en la gestión del principio de incertidumbre que aplican en su trabajo. Mientras que el inventor persigue la innovación, hacer aquello que no se hizo hasta ahora con independencia de que sus resultados gocen de aceptación o sean viables desde el punto de vista de coste, fabricación, distribución y aceptación en el mercado, al investigador le mueve el principio de incertidumbre, es decir, no saber si alcanzará la meta perseguida por muy concienzudamente que desarrolle su trabajo. Unos se imaginan una utilidad novedosa, otros, por el contrario, buscan soluciones a preguntas sin respuesta.
Los procesos que rigen la investigación son similares a los del trabajo “en caja negra” que se aplica en otros ámbitos y que consiste en ejercer control sobre los inputs pero no sobre los ouputs que el proceso producirá como resultado final. Así, se denomina “caja negra” a todo aquello que sucede como parte del proceso intermedio sin que, por el momento, se sepa determinar sus comportamientos. El ansia de todo investigador consiste en reducir ese margen de incertidumbre, aún a costa de que debe saber integrarla hasta vivir absolutamente inmerso en ella.
Los inventores e investigadores tienen en común el uso del método prueba/error aunque no compartan la gestión de la incertidumbre. Uno de mis clientes se dedica a la investigación sobre aleaciones ligeras. Su objetivo es conseguir que las cosas que se construyan con esas nuevas aleaciones pesen menos pero que sean igual de resistentes o más que los materiales ya conocidos. Y eso qué es ¿invento o investigación? Ellos no dudan en llamarse investigadores porque conocen muy bien la diferencia con los inventores: el principio de incertidumbre.
La experiencia demuestra que los grandes descubrimientos han sido realizados por investigadores (que no pueden llamarse descubridores hasta que dan con lo que están buscando) pero que se han apoyado en inventos. El descubrimiento de una nueva galaxia no sería posible sin el invento de telescopios muy potentes; el descubrimiento de una bacteria tampoco podría realizarse sin el invento del microscopio, etc.
La incertidumbre es abstracta y por tanto no motiva nada a los inventores que a cambio destacan por su capacidad de imaginar aplicaciones funcionales a cosas materiales. Haciendo una traslación a conceptos emocionales, diríamos que unos viven en el qué y otros en el cómo y eso condiciona enormemente sus enfoques. Serían dos polos opuestos en los que ambos aplicarían estilos sociales completamente distintos. Vaya, de nuevo los estilos sociales.
Como curiosos empedernidos, los inventores y los descubridores son grandes observadores si bien lo que les distingue es su enfoque bien hacia el proceso, bien hacia el procedimiento que, como puede imaginarse, son cosas muy distintas. Lo que se demuestra es que unos necesitan de los otros como simbióticos que son.
Igual sucede con el resto de los mortales, que buscamos desesperadamente la complementariedad, el balance, el punto cero o casi cero, si bien no hay que olvidar que lo complementario es aquello que no está en nosotros ni lo echamos en falta muchas veces... pero nos atrae. ¿Un misterio?
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Hace 1 año
Inventores e investigadores. No dejan de ser etiquetas, así que añado una que creo puede conjugar ambas: exploradores. :)
ResponderEliminarHay personas que a pequeña escala siempre intentan investigar, inventar...son personas con imaginación..otras se conforman.
ResponderEliminarLo que si te digo que la palabra misterio siempre me ha atraido..;-)
Saludos
Hombre desesperadamente puede ser tal vez un modo exagerado de verlo, tal vez inconscientemente vayamos buscando esa complementariedad de la que hablas, aunque no estoy del todo seguro de esa afirmación. Caballero la lucidez permanente solo la disfrutan los necios. Saludos desde este rincón del sur.
ResponderEliminar¡Apasionante!
ResponderEliminarSe me ocurren un montón de cosas, pero con decir algo coherente me conformo: Veo perfectamente la diferencia y la complementariedad entre unos y otros, pero veo un punto de unión: la "serendipia" (según la Wikipedia serendipia "es un descubrimiento científico afortunado e inesperado. Se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente"). Es el único momento en el que se me ocurre que el investigador se convierte en inventor. ¡Y hay unos cuantos ejemplos por ahí! Porque por lo demás es como dices al final: son complementarios, sin más, al igual que el resto de los mortales. Sí señor: buscamos desesperadamente esa media naranja, que resulta que al final nos sorprende porque no tiene nuestros mismos gustos. Veo parejas y parejas y me pregunto: ¿y estos qué narices tienen en común? Pues eso, la serendipia.
Un abrazo.
Hola Domingo:
ResponderEliminarMe gusta tu síntesis, porqué no: exploradores. Explorar lo desconocido o lo no conocido, bonito juego de ideas.
Un saludo.
Hola Maluferre:
ResponderEliminarEl misterio sólo atrae a quien es capaz de sentir curiosidad, así que a mayor o menor escala esa cualidad ha estado presente en todos los avances de la humanidad como condición sine qua non.
Un saludo.
Hola navegante:
ResponderEliminarDesesperadamente, continuamente, intensamente son sólo cuestiones de grado, pero que nos atrae quien es distinto es un hecho y a muchos, cuanto más mejor.
Recuerdos desde este otro rincón a la espera de nuevas travesías.
Buen viento, navegante.
Hola Javier:
ResponderEliminarToma palabro ¡serendipia! que inmediatamente incorporo a mi colección de raras junto a ysagoge o hermenéutica.
Como dices, cuando inventor y descubridor coinciden en la misma persona debe producirse la serendipia esa porque aunque hay casos, como el de Galileo, son raros.
Muchas gracias por el regalo que cuidaré adecuadamente.
Un abrazo.
Hola Josep Julian:
ResponderEliminarFantástico post que aporta un enfoque diferente. me quedo con dos frases:
"La incertidumbre es abstracta" y "Unos viven en el qué y otros en cómo". Creo que sintetizan muy bien el ártículo.
Por otro lado, me gusta la aportación de Domingo, que para mi, a su vez, son el qué y el cómo.
Un abrazo
Trabajo al lado de los chicos de I+D, aunque yo represento la realidad terrible de los números... fijate tú, pero es que incertidumbre, incertidumbre hay hasta en una medición!!
ResponderEliminar;)
Hola Fernando:
ResponderEliminarCreo que las frases que destacas serían un buen ejercicio de compresión en Twitter jeje, así que el resto...
A mí también me ha parecido muy bueno el aporte de Domingo y ya no te digo lo de la "serendipia" de Javier. No, si al final vamos a acabar constituyéndonos en un pozo de saber al que vendrán a beber todos los patos del management.
En serio, muchas gracias por tu comentario que, como siempre, sabes que es muy bien recibido.
Un abrazo.
Hola Gabi:
ResponderEliminarPrecisamente a la hora de la comida había un par de albañiles sentados cerca que discutían si habían tomado bien o mal unas medidas. Me han dado ganas de preguntarles si el metro estaba bien calibrado jeje.
Muchas gracias por tu aporte y hasta muy pronto.
Un abrazo.
Hola de nuevo:
ResponderEliminarComo veo que lo del palabro "serendipia" no te sonaba, aquí va una aclaración del "Gran Wyoming". Espero que sea "revelador".
Un abrazo.
http://www.youtube.com/watch?v=AZ9PNK3AEN4
Debido a que ciertamente unos viven en el qué y otros en el cómo, es importante la complementariedad. Y a propósito del término, me acuerdo ahora del vuelo de los gansos al que hiciste alusión en un post anterior. Ellos vuelan en forma de V para minimizar el esfuerzo contra el freno del viento, y ahí hablamos de complementación.
ResponderEliminarYo si echo en falta ese complemento, pienso incluso que deberíamos aprender más de los pájaros y de los múltiples ejemplos que nos da la sabia naturaleza, todos nos necesitamos para ayudarnos entre si, todos debemos esforzarnos para progresar y poder dedicarles mas tiempo a nuestro espíritu y a nuestra alma. El crecimiento personal me atrae mucho.
Disculpa que voy retrasada con tus post, ahora me pongo al día, pero voy muy mal de tiempo. Siempre es un placer pasar por aquí. Me llevo un grato sabor.
Abrazos
Me gusta el carácter del investigador. Me gusta el que persigue el beneficio con incertidumbre, porque me sugiere desinterés individual e interés colectivo y siempre genera conocimiento o bases para el conocimiento que, si bien a priori no suponen resultados inmediatos, permiten futuros avances. A este respecto hay un artículo muy interesante a los efectos (http://www.ensilicio.com/2009/11/la-falacia-de-la-investigacion-rentable.html). El ingenio es importante y tiene su indudable aplicación práctica (el invento es una especie de colofón) pero admiro la persistencia de la investigación. Aunque se complementen.
ResponderEliminarEstupendo artículo, Josep.
Un abrazo.
Buenos días Josep,
ResponderEliminarDegusto tu nuevo artículo con el café de la mañana que resulta mucho más estimulante que la prensa cotidiana.
Y me quedé pensando en que el mecanismo psíquico que se pone en juego en investigadores e inventores es el mismo que el de los paranoicos. Es decir, ambos ven más allá de lo real y existente; pero mientras unos se someten a la prueba de la realidad (metódo científico, verificación, etc.) otros presciden de ella y solo se someten a la "ley" de su propio narcisismo.
Un abrazo.
Bon dia Josep,
ResponderEliminarCuriosamente leo esto en una mañana en la que todavía estoy digeriendo la lectura de la noche anterior: "Viaje al amor" de Eduard Punset. En el libro hay un capítulo en el que marca la diferencia entre el pensamiento creativo y el científico que me ha impactado por sentirlo muy claramente así en mi entorno.
Según parece, el descubrimiento de unos circuitos cerebrales a los que se ha llamado inhibidores latentes es el causante de que la mente científica sea capaz de mantener fija la atención en el tema que está tratando, alejando y filtrando información, ruidos, etc. que los aleje de la tarea que están ejecutando, sea leer un libro en un tren abarrotado, o estudiar en un entorno ruidoso. En cambio, los artistas, tendrían una alteración que les hace incapaces de prestar atención a una única cosa, viendo todo lo que les rodea y relacionándose con todo lo que se mueve.
Estos inhibidores latentes han permitido focalizar la atención en una tarea en detrimento de lo que aparentemente es irrelevante, garantizando con ello la supervivencia de una persona o una idea en un momento determinado.
Se trata de unos circuitos cerebrales fabulosos para sobrevivir, pero incompatibles con el pensamiento creativo. Los artistas son, de mediana, más creativos que los científicos, simplemente porque no les funcionan bien los inhibidores latentes. Punset dixit.
En fin, que me he alejado un bastante de lo que expones, pero me ha parecido interesante y más cercano de lo que lo veo ahora...
Gracias por tus escritos.
Rosa
Hola de nuevo Javi:
ResponderEliminarMe he mondado de risa con el vídeo de Wyoming sobre la serendipia. Ahora sí que me ha quedado claro el concepto.
Que nunca perdamos el sentido del humor, amigo mío.
Hola Belkis:
ResponderEliminarNo sabes cómo agradezco el esfuerzo que supone contestar entradas atrasadas cuando el tiempo se nos queda corto para acudir a tantos frentes.
La complementariedad y la diversidad han ocupado buena parte de mis entradas de este mes y eso es signo de que a mí me preocupa. Escribir de ello no es más que la consecuencia de lo que veo en mi entorno más cercano porque ejemplos es lo que sobran.
Aprender es algo más sencillo que comprender que es el primer paso. No es que no sepamos las cosas que, por lo general, las sabemos sino que existe multitud de mecanismos que nos impiden actuar como sabemos que deberíamos hacerlo.
La complementariedad es una de las cosas a las que me refiero porque implica una cierta renuncia y negociación dos cualidades que no suelen producirse automáticamente y ya sabemos que lo que no es automático nos produce pereza.
Sobre la pereza escribiré próximamente, lo prometo.
Un abrazo cariñoso también para ti.
Hola Germán:
ResponderEliminarPrometo leer el artículo que propones porque todo lo que sea conocimiento accesible es una tentación. Te decantas más por el perfil de descubridor que por el de inventor. Eso delata en parte tu estilo social que es más analítico y reposado.
Todos podríamos decantarnos más por uno u otro perfil. En realidad, ahí lo que aplica es un elemento llamado dominancia sobre el que todavía no hemos hablado. Personas con dominancia alta responderían al perfil de inventor y con dominancia baja al de investigador. Lo que es raro es que alguien pueda ser una y otra cosa al tiempo pero quien lo logra tiene una altísima puntuación como inteligente emocional.
Dado que de esos no hay muchos, ese es precisamente el motivo por el cual buscamos afanosamente (no digo desesperadamente para no descolocar a mi amiigo Navegante) la diversidad.
Muchas gracias por tu aporte.
Un abrazo.
Hola Antígona:
ResponderEliminarUn placer volver a verte por aquí y un honor que me leas tomándote el café del desayuno y que lo prefieras a la lectura del periódico.
Me he gustado el paralelismo que presentas porque, en efecto, los espíritus libres no necesitan concretar su actuación en la busca de resultados.
Y ahora tu reflexión me lleva a mi reflexión. Entonces cuando estamos liberados del deber y nos dedicamos al placer ¿qué somos?
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo
Hola Rosa:
ResponderEliminarBienvenida a este rincón en el que espero que te sientas como en casa.
Si te das una vuelta por el blog es fácil que puedas encontrar referencias al amigo Punset al que dentro de los muchos méritos que le concedo está el de ser un magnífico divulgador de conceptos complejísimos de los que no es un profesional lo cual habla muy bien de él porque logra presentarlos de una forma inteligible y no como los profesionales que se dedican a la investigacíón del cerebro humano y que son quienes deberían hacerlo.
Mi afán, a mucha menor escala por supuesto, también es divulgativo sobre el funcionamiento del comportamiento social basándome en lo que nos enseña la inteligencia emocional que es la correcta interpretación de nuestro entorno, de nuestras propias emociones y las de los demás y el modo en cómo interactuamos unos con otros.
Lo que relatas explica algunas de las reacciones ante idénticos estímulos así que no te has alejado tanto del foco del artículo.
Muchas gracias por asomarte y espero que vuelvas a repetir.
Un saludo.
¡Ay! Josep, No te acabo de seguir (será por el madrugón de hoy) y no me atrevo a preguntar a qué placeres te refieres (uy! lo he preguntado)
ResponderEliminarcon una sonrisa, te mando un abrazo.
A ambos les vendría muy bien una de mis frases favoritas, que creo que es de Thomas Edison: "No sabían que era imposible, por eso lo lograron". Qué sería de nuestras vidas sin los inventores y los investigadores, Josep. Sin ir más lejos no podríamos comunicarnos como lo estamos haciendo, con esta maravillosa herramienta que se llama internet. Un abrazo.
ResponderEliminarAdmiro profundamente a innentores e investigadores,por la capacidad de creación de unos y concentración de los otros.Ambos son siempre necesarios y complementarios.
ResponderEliminarEl hombre tiene en sus manos el mundo y debe mejorarlo,porque puede.
El misterio nos atrae siempre y disfrutamos en la comunicación,entendiendo y comprendiendo las ideas de los demás..
De echo,nunca creí que me interesaran algunos de los temas que tratas,Josep.. Pero,siempre los acercas y los haces humanos y asequibles para todos. Sin darme cuenta,entro en el juego y disfruto del tema.
Por cierto,sabes que soy de letras.. Me costó, pero aprendí a vivir con "matemáticas puras".
..y es que, es bueno soñar con las estrellas y a la vez saber, que muchas de las que nos miran, ya no existen, su luz nos llega atrasada..!!
Mi felicitación y mi abrazo,amigo.
M.Jesús
Hola de nuevo Antígona:
ResponderEliminarMe refería a que era un placer para mí volver a leer tus comentarios y ver que preferías "degustar tu nuevo artículo con el café de la mañana que resulta mucho más estimulante que la prensa cotidiana" lo cual he tomado como un cumplido muy agradable.
Pero igual es que lo he entendido mal.
Un abrazo.
Hola Fernando:
ResponderEliminarSí, sí, ambos son imprescindibles y desde luego dignos de nuestra admiración sobre todo si no tenemos, como en mi caso, capacidad para ninguna de ambas cosas.
Simplemente quería resaltar que ambos representan visiones radicalmente distintas de enfocar sus vidas y que sin embargo son complementarios y que esa complementariedad la buscamos todos con ahínco.
Un abrazo.
Hola María Jesús:
ResponderEliminarPues que sepas que me has soltado uno de los piropos más bonitos que he oído en toda mi vida porque si de verdad he logrado interesar en estos temas tan contravenidos a personas de muy distinta procedencia e intereses me doy por más que satisfecho.
Yo también soy de letras pero tengo más dificultades con las matemáticas puras, aunque se hace lo que se puede jeje.
Muchas gracias por tus palabras que denotan la misma sensibilidad que tú concedes a las mías.
Un abrazo.
Querido Josep Julián,
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por pasarte por "casa". Una casa que tengo un tanto abandonada pero que prometo cuidarla de aquí a unos días. Me alegro de que la última entrada te haya servido.
Un beso fuerte