Siguiendo una sugerencia de mi colega de Cloud Consulting ;-) Astrid Moix y a raíz de un comentario que dejé en su blog, aquí me tenéis tratando de explicar las diferencias que hay entre empresas listas y empresas tontas aclarando, antes que nada, que el hecho de que una empresa pertenezca a cualquiera de esas dos clasificaciones no condiciona apenas nada su éxito empresarial, como explicaré con ejemplos empezando por este.
Hace unos años se produjo una fusión, perdón, una absorción que resultó famosa. Me refiero a la compra de Compaq por HP. Compaq era mayor que HP pero siendo una empresa de éxito se durmió en los laureles y así HP algo más pequeña la compró, la integró, la digirió y después de todo eso fue capaz de hacer que la marca perviviera. Todavía hoy se puede comprar ordenadores Compaq. Está claro que HP fue mucho más lista que Compaq.
Pero antes de continuar, permitidme que aclarare qué entiendo por empresa lista y tonta.
Empezando por esta última defino como empresa tonta a aquella que, debido al sector al que pertenece, mercado en el que opera, competencia a la que se enfrenta, orientación estratégica, estilo de dirección etc. echa un poco para atrás. Diríamos que sería un tipo de empresa a la que nadie o casi nadie (porque hay gustos para todo) le gustaría trabajar si pudiera escoger, claro.
Pondré dos ejemplos de estas. Uno de ellos se refiere al último banco en el que trabajé y otro a una empresa que conozco.
Ejemplo 1
Banco regional con una red de oficinas suficiente y de distribución racional, desacreditado por la competencia por anticuado, con un consejo de administración compuesto por empresarios conocidos por todos, una alta dirección aceptable y con una plantilla poco profesionalizada, muy antigua y poco reciclada. Multiculturalidad cero. Imagen corporativa buena, calidad de servicio y de oferta mediocre, adolece de un endémico problema de mala organización interna que hace que, por ejemplo, a pesar de haberles avisado media docena de veces que me cambié de domicilio todavía recibo los extractos de cuentas en el anterior. Continuamente en los mentideros “por estar en venta” pero con unos resultados netos moderados aunque estabilizados. En esta situación de crisis financiera no está pasando especiales dificultades, que yo sepa.
Ejemplo 2
Empresa de ámbito nacional con clientela sujeta a la necesidad de contratar sus servicios por imperativo legal (es decir, clientela cautiva), competencia muy atomizada, con tasas de crecimiento anuales exponenciales pero no debidas a crecimiento orgánico sino a absorción de competidores mejor implantados geográficamente. Desastrosa desde el punto de vista organizativo, ha sido incapaz de digerir ni una sola de las empresas absorbidas, todas ellas de menor tamaño. Muy apalancada financieramente y con eternos problemas por impagos de sus clientes minoristas y demoras en el pago a sus proveedores. Consejo de administración procedente de “familias empresariales”, dirección con muchos master pero divorciada en su discurso de su plantilla voluntariosa aunque no excesivamente formada ni motivada. Existe multiculturalidad pero procedente de países con altas tasas de emigración. En estos momentos está en fase de concurso de acreedores, vamos, en quiebra.
Sigamos ahora por las empresas listas. Como en el caso anterior, defino como tales a aquellas que debido al sector al que pertenecen, mercado en el que operan, competencia a la que se enfrentan, orientación estratégica, estilo de dirección etc. a la gente se le hacen los ojos chiribitas con sólo oír hablar de ellas en cuanto las describes. En contraposición a las anteriores diríamos que sería un tipo de empresa en la que a todo el mundo le gustaría ser admitido aunque fuera para barrer el suelo.
Como en el caso anterior, también pondré dos ejemplos, uno de una empresa para la que trabajé y otro de otra empresa que conozco.
Ejemplo 1
Consultora multinacional de reconocido prestigio. Personal titulado en un 80% de los casos, con el inglés como segundo idioma en el 60% de la plantilla (no en vano el 25% de los profesionales procedían de otros países) así que muy buena tasa de multiculturalidad y plurilingüismo. Buena reputación en el mercado, algo escorada en su oferta de servicios hacia los de cariz tecnológico aunque con una de oferta global correcta, con unos costes de servicio situados en la gama medio-alta, muchísimas políticas implantadas de satisfacción laboral (buenos salarios, planes de carrera, de formación, de conciliación familiar, etc.). Consejo de administración sin formación en gestión empresarial, dirección colegiada (modelo partnership), plantilla guay y cool donde las haya. Fue vendida en el año 2003 por un euro a una empresa competidora de muchísimo menos nivel y no queda ni rastro de ella.
Ejemplo 2
Empresa unipersonal de ámbito provincial dedicada al servicio técnico de maquinaria expendedora de bebidas (vending). Cuarenta personas en plantilla con unos salarios por encima del sector y con una buena política de incentivos por cumplimiento de objetivos mensuales (reparación, mantenimiento, etc.) Estilo de dirección personalista del estilo “conmigo o contra mí”. Apenas existe multiculturalidad (menos del 10% de la plantilla). Enorme capacidad para alcanzar acuerdos de subcontratación de servicios con otras empresas. Clientes multinacionales y con alta volatilidad en la renovación de contratos, lucha feroz entre competidores por precios. Este año en el que la crisis ha hecho que se vendan muchos menos refrescos, ha logrado unos resultados superiores en un 40% a los del año pasado.
Como puede verse a través de los ejemplos propuestos, el hecho de que las empresas sean “listas” o “tontas” no tiene que ver necesariamente con los resultados que obtienen ni con el perfil profesional de sus integrantes sino con otros factores entre los cuales destaca por encima de todos la necesidad de gestionarlas de acuerdo a cómo son y no de forma distinta o contraria.
Los estilos de dirección siempre deben ser eficaces por encima de todo pero es imposible que lo sean si no están alineados con la realidad, con el medio en el que se desenvuelve la actividad, haciendo las cosas como las personas a su cargo puedan entenderlas mejor y eso sí que es verdaderamente determinante para su éxito o fracaso.
La globalización en la que estamos inmersos parece que prima unos nuevos comportamientos estándar en los que el arquetipo viene determinado por la existencia de multiculturalidad que adquiere carta de naturaleza y castiga a quien no está en esta onda. No me opongo a entender la enorme riqueza que eso aporta, pero sí a que la catalogación de empresas "listas" y "tontas" se rija por este patrón aspiracional.
Por el contrario, pienso que hoy se hace más necesario que nunca aquel adagio que decía “piensa globalmente, actúa localmente”. No parece demostrado que el hecho de que una empresa cuente con más o menos titulados, se hable o no idiomas, esté situada en un sector más o menos competitivo o exista más o menos multiculturalidad sea determinante para su éxito, al menos por el momento.
Lo que marca la diferencia es ser una empresa lista en el sentido de que sepa entender qué conviene hacer en cada momento. Y para ello cada uno de los integrantes del consejo de administración, la dirección, los mandos intermedios y los operarios debe saber lo que tiene que hacer. De momento, conformémonos con esto.
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Hace 1 año
Hola Josep, felicidades por el post. A mí particularmente se me ocurren varios ejemplos con empresas del ámbito tecnológico. Para mi opinión Google ha sido una empresa "lista", en el sentido de que ha diversificado su actividad (empezó sólo como un buscador y hay que observar la cantidad de servicios que ofrece ahora). Creo que ha pasado algo similar a cuando Sony sacó al mercado la Playstation. En la actualidad, ya no se dice "míralo en un buscador de internet", sino que se dice "míralo en google", y por otro lado, no se dice "voy a jugar a la consola", sino que se dice "voy a jugar a la play".
ResponderEliminarCon ésto quiero decir que éstas dos empresas han logrado establecer su marca no sólo como un nombre que darle a su producto, sino como sinónimo de un concepto. A pesar de ésto, ¿crees que estas dos empresas son listas?
Un saludo, Oliver
Esto me recuerda a las rosquillas tontas y listas de San Isidro, ambas igual de ricas a pesar del calificativo poco halagador de una de ellas. ¡Je,je,je! Tu "post", como siempre, amigo Josep, para chuparse los dedos. Y al hilo de lo que comenta Oliver, otro ejemplo de empresa lista podría ser "La Casera", ¿no? Ya nadie dice "pónme una gaseosa", sino que pide casera en referencia a cualquier refresco gaseoso de esas características, sea o no sea de la marca "La Casera".
ResponderEliminarHola Oliver:
ResponderEliminarAnte todo, un placer verte por aquí. Respecto a tu comentario, es difícil pensar que dos empresas como las que mencionas que han sido capaces de convertir su denominación en un genérico sea empresas tontas. En mi opinión son muy listas pero con una diferencia, mientras Google acabó prácticamenente con la competencia de buscadores no sucede lo mismo con Sony y su Playstation que tiene que competir con empresas también muy arraigadas y con clientela muy fiel. Es verdad, no obstante, que todo el mundo dice "voy a jugar con la play" aunque use otra consola, lo cual tiene mucho mérito, eso es indudable.
Dicho esto, en mi artículo, excepto en el caso de HP y Compaq, cito empresas de mucho menor reconocimiento. Ninguna de ellas supera los 1.000 empleados y tampoco ha creado una denominación genérica y lo he hecho sobre todo para alejarme de marcas muy reconocidas y para demostrar lo que, a mi juicio, determina que una empresa sea lista o tonta con independencia de la brillantez de su cuenta de resultados.
Muchas gracias por participar y hasta pronto.
Un saludo.
Hola Domingo Puerta:
ResponderEliminarBienvenido a este rincón. Espero que te sientas cómodo y que podamos seguir contando con tu presencia. Respecto a tu comentario, decirte que es evidente que comparte con las anteriores el haber creado una denominación genérica pero ya tengo más dudas de que sea una empresa lista al menos en nuestros días porque fabrica un producto para un mercado muy maduro, con poca capacidad de innovación. Por lo demás, no tengo mucha información acerca de ella por lo que no puedo mojarme demasiado. A lo mejor alguno de nuestros comentaristas nos puede aportar más información.
Muchas gracias por pasarte.
Un saludo.
¡Ja,ja,ja,ja,ja,ja! Amigo Josep, el Domingo Puerta de antes soy yo, Domingo, el de toda la vida, lo que ocurre es que he entrado con la cuenta de Google y ha salido mi apellido, y quizá eso te ha despistado. No obstante, muchas gracias por darme la bienvenida, otra vez. ¡Je,je,je! ;)
ResponderEliminarHola de nuevo Domingo:
ResponderEliminarjejeje. Me he dado cuenta un instante después de mandar la respuesta pero tú has sido más rápido que yo al mandar tu "contrataque".
Ya sabes que siempre eres muy bien recibido aquí, sea la primera o la milésima vez que me visites.
Perdona el desliz. Es que no se puede estar al plato y a las tajadas al mismo tiempo.
Un abrazo.
Por suerte pertenezco a una empresa moderna, en constante revisión, renovación y adaptación al medio, aunque como es lógico tiene limitaciones. Debo reconocer que trata de objetivar sus criterios y a veces -en muchas ocasiones- ese esfuerzo no transpira en la medida en que se ha pretendido, pero el ritual y la cultura va dejando ese poso de singularidad. Pudiera parecer que esa actitud de control y equilibrio la vuelve más lenta en un mercado muy dinámico, en el que en ocasiones no se tiene una certeza clara de cual es el limite de la rentabilidad y si todos los gestos son o deberían ser, como parecen serlo a "cualquier precio", no tengo muy claro que es lo conveniente a medio y mucho más a largo plazo. Tener CUOTA de mercado a costa de hipotecar el futuro, puede parecer descabellado y lo más lamentable es que lo es, por lo que andar con análisis y mezclarlo con repuntes de modernidad y adaptación al medio para consolidar un espacio futuro parece que es o deba ser lo más razonable. Dicho lo cual, pudiera parecer que la Empresa lista es la que gana más mercado, en un escenario de recesión, arriesgando e hipotecando su futuro, mientras que la Empresa Tonta pueda ser la que hace justo lo contrario. No creo que quién termine devorando "parte del mercado" sea la lista, más bien quién pique el señuelo de la afortunadamente tonta, que deja miguitas en el camino, haciendo que su contrincante deba exponer y dar fluidez a sus activos a cambio de un incierto y poco maduro cliente.
ResponderEliminarHola Josep:
ResponderEliminarNo entiendo mucho de empresas, pero me pregunto (tal vez tengas la respuesta) ¿qué ocurre para que una empresa lista se vuelva tonta? ¿hay tiempo para dar un paso atrás?.
Me lo pregunto mientras me doy un paseo por una cadena de distribución alimentaria. Grande, con implantación nacional y clientela, pero que en los últimos años se apuntó al "lléveselo que ya está empaquetado" en productos frescos y más recientemente con un importante toque "proteccionista" hacia su marca. Y en pocos meses ha tenido que "desempaquetar al fresco" y volver a incluir otros productos de la competencia.
Equivocarse, dicen, es de humanos, pero el coste que ha supuesto tantos cambios en tan poco tiempo, para volver, casi, a los orígenes, no se yo si habrá acabado con un buen tirón de orejas a algún "tonto" que quiso ir de "listo".
En fin, el tendero de la esquina lo tiene clarísimo "¿Cómo lo quiere?"-pregunta como dándote la opción de ser tú quien elige, haciéndote creer que eres quien decide, aunque en el fondo sabe que te está vendiendo lo que quiere venderte, pero de la forma que tú lo quieras. Eres su cliente.
Un abrazo.
Hola Josep Julian:
ResponderEliminarEsta es la cuarta vez que leo el post y los comentarios. No por falra de entendederas, que aunque limitado, quien tuvo retuvo. Empresas listas, empresas tontas. Has planteado un dilema. Los casos que planteas son los que son. De hecho, no sé por qué podría ponerles nombres a algunas porque tengo la sensación de haber trabajado en ellas, o lo que cuentas me es muy familiar. El caso es que planteas la solución a ese dilema.
Saber entender.
Lo que pasa es que no todo el mundo entiende ni quiere entender en las organziaciones, sea directivo,mando intermedio o currito.
Este es uno de los post más reflexivos que he leido en los últimos tiempos. Enhorabuena y gracias
Hola, Josep:
ResponderEliminardel artículo extraigo una conclusión propia, quizá algo simplista por limitados conocimientos sobre el tema: empresa lista, la que se adapta y cambia. Empresa tonta, la que se estanca en una cultura férrea de gestión.
Modernidad, dinamismo y ¿riesgo? frente a tradición y ¿seguridad? han sido siempre dos formas muy distintas de entender los negocios. Desarrollar siempre ha implicado inversión en investigación, nuevos mercados y asunción de nuevas culturas de empresa. Llevándolo al plano local, como en el ejemplo de María, es ese tendero que reforma de arriba a abajo su local, que emplea a tres o cuatro dependientes con uniforme (dos de ellos hablan inglés porque en Tenerife hay bastante turismo), que incluye nuevos productos con una negociación de compras inteligente, a unos precios muy competitivos sin descuidar la calidad, con unos ajustados pero razonables márgenes, sistemas de control de etiquetado de los productos, aire acondicionado, elevalunas eléctrico, cierre centralizado, ABS...
En un nivel o en otro, todo depende al final de cómo aplique el responsable su estilo de dirección y su visión sobre el negocio.
Un clarificador artículo, Josep.
Un abrazo.
Hola navegante:
ResponderEliminarDe tu aporte extraigo dos líneas de comentario. Uno es la de empresa moderna/empresa tradicional y otra es la de empresa lista/empresa tonta.
Lo uno no tiene que ver con lo otro, quede eso claro para no enturbiar el debate. De los ejemplos que he puesto todas las empresas son más o menos tradicionales o al menos están en una frecuencia de onda compatible con esa definición. Así tendríamos en la parte más conservadora al banco y en la más al día a la consultora pero todas ellas mantienen un enfoque clásico de prestación de servicio en su sector.
La otra parte del debate, el que determina si una empresa es lista o tonta tiene que ver con un estilo de dirección que sea o no capaz de adaptarse a su mercado, aprovechar los recursos disponibles, entender los porqués y a partir de aquí actuar bien o mal. Todas pueden tener resultados las listas y las tontas y todas pueden palmar, pero una son de una forma y otras de otra. Diríamos si acaso que cuando una empresa lista pierde dinero es que no lo es tanto y cuando una tonta lo gana es lo más parecido a un milagro.
Muchas gracias por tu aportación y te felicito por estar en una empresa lista. No sé por qué me da que no llevarías bien estar en una tonta.
Un abrazo.
Hola María:
ResponderEliminarEmpiezo por contestar tu primera pregunta. El caso de Compaq y HP demuestra que una empresa lista puede acabar siendo tonta o boba o amuermada o...El caso es que puede mutar, vaya.
De la misma forma una empresa tonta puede volverse lista pero hay que operar tantos cambios en ella para que eso suceda que al final prácticamente resulta irreconocible después de tanto "tuneo". Un caso puede ser el de Barrabés que era una tienda tradicional de venta de material de montaña y que fue una de las pioneras en la venta a través de internet hasta convertirse en un caso de escuela de negocios. Para mi gusto el éxito se les ha subido a la cabeza y ahora hasta tienen una división de consultoría en internet, pero vamos, el caso es que pasó de tonta a lista aunque ya digo que creo que se ha pasado de rosca.
Creo adivinar que la cadena a la que refieres es Mercadona y si es así, desde luego es una empresa no sólo lista sino listísima. Fíjate si lo es que contínuamente está haciendo ensayos de prueba/error para averiguar la aceptación de sus políticas, siendo precisamente Canarias uno de sus laboratorios así que es fácil que tú veas ahí muchos de ellos.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Hola Fernando:
ResponderEliminarVaya, pues con lo larga que es la entrada menudo dolor de cabeza debes haber pillado al leerla cuatro veces jejeje.
Las empresas que relato son verdaderas y a todas ellas las conozco muy bien sea porque he trabajado en ellas o para ellas. Si te ves reconocido entonces es que la selección representa un universo muy identificable, de lo cual me alegro muchísimo porque no hay anda peor que poner ejemplos cogidos por los pelos.
En mi observación de empresas (estoy obligado a ello en función de mi trabajo como asesor) he aprendido a identificar de uno y otro signo. Catalogarlas en listas y tontas era muy peligroso pero como resulta que unas y otras pueden tener resultados, incluso buenos, pues me animé a usar esos calificativos "asertivos".
Mi conclusión es la que expongo en el artículo y que tu remarcas en tu comentario. La diferencia es "saber entender" pero no tanto de tener las capacidades para ello sino de estar dispuesto y como bien señalas una y otra cualidad no siempre coinciden.
Si el secreto profesional no me lo impidiera te podría poner un ejemplo de libro acerca de una empresa cliente que teniendo todas las capacidades para ser lista sin embargo actúa como tonta de remate hasta el punto que después de habernos hecho perder montones de horas en decidirse por unas cuantas alternativas que le presentamos, les tuvimos que invitar a que se olvidaran de nosotros. En se caso al menos, y a pesar de que podíamos haber obtenido el trabajo, creo que actuamos como empresa lista porque de haber entrado en el juego habríamos incurrido en el contrato más improductivo de nuestra historia.
En fin, muchas gracias por el esfuerzo de leer y por tus comentarios.
Un abrazo.
Hola Germán:
ResponderEliminarDe entrada, decir que no es un análisis simple el que haces sino acertado. Hay una parte de la respuesta a lo que planteas que creo haber razonado en la respuesta al comentario de María así que no me repito en eso, pero sí que añado la importancia de evaluar bien por parte de los gestores el terreno que se pisa para poder aprovechar las fortalezas y oportunidades y de que eso se reproduzca a la escala de sus competencias y posibilidades en el resto de la organización. Si no, es mucho más difícil que una empresa sea tan lista como pudiera. En las que lo son de verdad, ese alineamiento se percibe a distancia a pesar de tener su cuota de despistados, incapaces o amuermados que toda empresa tiene, también las listas.
Muchas gracias por tu aportación. Un abrazo.
Hola, Josep: No puedo escribir demasiado porque no estoy dentro de la cocina para saber los entresijos. Pero me ha gustado mucho tu post porque me informo y aprendo de un terreno en el que no me muevo.
ResponderEliminarTan sólo comentaré que me gusta mucho las descripciones que haces de ambos tipos de empresa porque sirven como guía para diferenciarlas.
Yo he sufrido mucho eso de que te vuelvan a pedir los datos (de mi DNI) hasta tres veces al año... Cuando argumentas que ya lo has mandado, te dicen que no tienen constancia. Antes no sabía qué se debía (ellos decían que hay que actualizar esos datos constantemente por seguridad); ahora ya sé a qué se debe y en qué categoría tengo que incluirlos, je,je...
Un cordial saludo a todos/as
José Luis Gonzalo
Recuerdo que en una charla sobre paradigmas, se me dio un ejemplo sobre alguna empresa relojera de suiza desestimo plantear esfuerzos e inversiones en la posibilidad de digitalizar los relojes... Después vino Japón...
ResponderEliminar;)
Hola José Luis:
ResponderEliminarBueno, una de las finalidades de un blog deber ser la de divulgar conocimiento y en este sentido aprendo tanto en el tuyo como tú en el mío así que creo que tenemos establecido un buen proceso de reciprocidad y por tanto de valor añadido jejeje.
La clasificación que hago, como he mencionado en otra respuesta obedece a parámetros que yo mismo he establecido. Quiero decir con ello que tal vez no sean las más adecuadas aunque a mí me funcionan pero ya sabes que hay tantos puntos de vista como observadores.
Lo que está claro es que el ejemplo que mencionas es de empresas no sé si tontas, pero que sí toman como tales a sus clientes que son, en definitiva, de quienes viven, así que muy listas tampoco es que lo sean.
Muchas gracias por tu comentario que aporta un nuevo enfoque y hasta pronto.
Un abrazo.
Hola Gabi:
ResponderEliminarMuchas gracias por haber sacado un momento para comentar. El ejemplo que presentas es uno de los más reveladores respecto a lo que es ser una empresa TONTA así, con mayúsculas. Por muy suiza que sea, leche.
Un abrazo.
JOSEP
ResponderEliminarTú tampoco te quedas manco, me ha encantado el blog, así que ya tienes un seguidor activo. Estas son las bondades de la red.
Seguimos en contacto, un abrazo.
Creo, que he aprendido un poco sobre empresas "tontas y listas.."
ResponderEliminarMe interesa, ya te dije,que aunque soy de letras,las matemáticas las tengo cerca.. y me conviene estar pisando tierra..Quizá porque siempre me encantó el "equilibrio mente corazón" de los clásicos.. Ellos unían la filosofía con la armonía de los números y la belleza simétrica de sus figuras..!!
Te agradezco mucho, que de vez en cuando te dés una vuelta por mi "rincón de sueños" y me dejes unas palabras, que me hacen sentirme más real y consistente..!!
Mi felicitación por tu lección magistral de empresas.. en plena crisis. Y mi agradecimiento por atender a todos.
Mi abrazo siempre,JOSEP..
M.Jesús
Hola Josep Julián:
ResponderEliminarEn numerosas ocasiones he oído valorar el nivel de las empresas por el número de titulados superiores que tienen contratados. En principio puede parecer lógica esta forma de medir, pero para nada tiene que ver con las empresas listas o tontas. Es evidente. Hay numerosos casos (más de los que nos podemos imaginar) en que los titulados aportan menos que el último administrativo y al revés. Yo tengo gente de esa y me lamento de la injusticia de la administración al no poder rconocer en su justa medida a cada persona. En este sentido puedo afirmar que no somos una empresa lista.
Un abrazo.
Hola JLMON:
ResponderEliminarMuchas gracias por devolverme la visita. Estaremos en contacto porque tu blog es bueno de verdad.
Un saludo.
Hola María Jesús:
ResponderEliminarYo no llamaría lección magistral a ninguna de las cosas que comento y menos cuando se trata de empresas, lo que sucede es que uno ya va conociendo muchas a lo largo de la vida y de la profesión y trata de buscar patrones de comportamientos.
Ya sé que suena un poco simple pero eso de las empresas listas y tontas tiene una base de razón aunque hay otros que las catalogan de otras formas, casi siempre dualmente.
Lo importante de esto es saber que según cómo se comportan así son y así les va puede que no en el corto plazo pero sí en el medio y ya no digo en el largo plazo porque ninguna empresa es eterna.
Muchas gracias por la atención que me dispensas.
Un abrazo.
Hola Javier:
ResponderEliminarPor definición, el sector público en cualquiera de sus ámbitos es tonto por naturaleza porque está concebido para que lo sea, empezando por la ley de Función Pública y siguiendo por un modelo que compensa con vacaciones que pagamos todos los bajos sueldos.
Otra cosa sería en Estados Unidos o algún otro país menos burocratizado pero hay que aceptar la realidad. Vale, el sector es tonto pero dentro de eso, las habrá más o menos tontas y por lo que cuentas en tus artículos me da que perteneces a las tontas-listas porque, al menos, puedes innovar aunque no premiar a quien se lo merece.
Lo de la titulitis es un tema que me tienta mucho abordar algún día así que wait and see.
Un abrazo.
Es sorprendente algunos de los ejemplos que has puesto, como el de la empresa vendida a la competencia por 1 euro...hecho que hace pensar en que allí había gato encerrado. :-P
ResponderEliminarP.S.:
Por cierto ya me dirás por qué no te sorprende que el puesto que escogí de narradora mitólogica.
Hola Josep,
ResponderEliminarMuy interesante el artículo, de verdad. Me ha dado que pensar ... Podríamos discutir largo sobre ello, pero sin contradecir tu tesis ("lo que marca la diferencia entre una empresa lista y una tonta es que sepa entender en cada momento los que debe hacer") pienso que el momento histórico y social en que se encuentre la empresa en cuestión, determina también su modelo de gestión. Entiendo que hoy no se puede gestionar como hace cuarenta años, por más éxitoso que fuera el modelo entonces. La gente no lo aceptaría, las expectativas son otras (no necesariamente siempre mejores es verdad), hay una evolución en los valores y en su demanda social.Con eso no quiero decir que multiculturalidad, titulitis y políticas de satisfacción laboral garanticen siempre buenos e inmediatos resultados económicos. Por suerte o por desgracia, no hay formulas mágicas para garantizar eso y el mundo es tan diverso que lo que aqui funciona, puede ser un desastre un poco más allá. Pero hay algo que casi siempre sueledar buenos rendimientos y es la responsabilidad y la coherencia, también para las empresas.
un saludo y ehnorabuena por la reflexión.
Hola Malvada Bruja del Norte:
ResponderEliminarEn la empresa vendida por 1 € no es que hubiera gato encerrado más allá de lo que he descrito. Lo que pasa es que por una serie de carambolas que arrancaron con la quiebra de Enron en Estados Unidos esta acabó pagando el pato. Era una buen empresa pero americana y estos no se andan con chiquitas.
En cuanto a lo de cómo sé por qué escogiste ser narradora mitológica no te lo sé explicar con pocas palabras pero para no dejarte con la miel en los labios te diré que a base de observación. No hace mucho que me sigues, pero vengo diciéndolo reiteradamente: soy un observador compulsivo a Dios gracias. No hay nada como observar que, como sabes, es mucho más que mirar. Pero si quieres tomamos un café y te lo amplío ;-)
Muchas gracias por tu contribución, de verdad. Un abrazo.
Hola Astrid:
ResponderEliminarAnte todo, muchas gracias por haberte pasado. Ya ves que cumplí mi palabra y espero haber estado a la altura de tu requerimiento.
Por supuesto que hay mucho que hablar sobre esto y sólo he querido ampliar mi visión de lo que son empresas tontas y listas según mi criterio.
Sé que trabajas de lleno en ese mundo de la multiculturalidad precisamente para ayudar al entendimiento desde puntos de vista divergentes a veces en pocos kilómetros de distancia. Por tus características personales y dado que vives a caballo entre Barcelona y Berlín lo ves a diario aunque tal vez no haga falta poner tanta distancia -y no voy a entrar en detalles para no tocar las narices a nadie- pero creo que ya nos entendemos.
Concluyo reafirmando tus mismos términos. Responsabilidad y coherencia es lo que hace que una empresa sea lista, listísima o tonta, tontísima.
Mil gracias por tu visita, comentario y por aportarnos tu puntos de vista desde tu blog que, desde aquí, recomiendo a todos los que tengan curiosidad por el tema.
Saludos.
Buenas tardes Josep Julián,
ResponderEliminarDesde mi empresa reconozco que hay tontos y listos y ya procuro desde el "ensayo-error" ir hacía la major política posible, la eficiencia ante el cliente.
Cierto es que no deja de ser un eufemismo y que al final todo es perceptible y valorable. Por ello apuesto por empresas INTELIGENTES, TRABAJADORAS y llenas de SENTIDO COMÚN.
Por último decirte que echo de menos tus visitas en mi casa para sentirme honrado de tu presencia.
Un abrazo!
Josep, gracias por tus palabras y por tu recomendación. Eres muy generoso y fuente de inspiración para much@s.
ResponderEliminarSeguimos en contacto.
Hola Diego:
ResponderEliminarDurante años trabajé con un colega y amigo que decía que la eficacia de un equipo se mide por las capacidades del más tonto de todos y la experiencia ha demostrado que tenía razón. La frase seguramente no era suya pero eso no le invalida para nada. No sé si podrá ser de utilidad para ti, que dices que tienes listos y tontos a tu lado, como todo el mundo, no te creas.
Desde luego que, como comentas, el sentido común es una buena guía para gestionar empresas, personas y clientes. No siempre garantiza alcanzar el óptimo pero es una forma segura de no equivocarse.
Mi impresión es que tu sentido de persecución de la excelencia es alto y que por ello te afanas mucho en trabajarla en todo lo que haces. Es una intuición, pero si así fuera te garantizo que los mayores éxitos llegarán cuando los que estén a tu alrededor, incluso aunque no tengan el mismo nivel de aspiración que tú en eso, hagan lo que tienen que hacer.
Sé que estoy en deuda contigo y con unos cuantos más amigos que se pasan habitualmente por aquí y a los que no siempre puedo devolver las visitas pero trataré de ponerme al día en breve.
Entre tanto, te mando un abrazo y te doy las gracias por tu presencia constante.
Hola de nuevo Astrid:
ResponderEliminarGracias a ti por darme pie de hablar sobre un tema que me apasiona aunque no sea del todo encajable con la línea de este blog pero aún así ya ves que esto está lleno de gente fantástica dispuesta a tragarse con alegría el "ladrillo" que me salió... y eso que me reprimí. Y además, a dejar comentarios muy interesantes.
Hasta pronto.
Hola Josep Julián,
ResponderEliminarjeje, veo que tus pensamientos se acercan a la artesania, muy bueno.
Salu2
Hola Quique:
ResponderEliminarNo sé si tu comentario es un piropo o una crítica. Si es lo primero, muchas gracias y si es lo segundo, también.
Saludos.
Excelentes ejemplos de Empresas.
ResponderEliminarDe acuerdo absolutamente contigo en que los estilos de dirección además de eficaces, tienen y deben de estar alineados con la realidad y entender que hacer en cada momento.
Sólo esas empresas, capaces de adaptarse de forma creativa a los cambios, podrán sobrevivir en tiempos de crisis y/o en tiempos convulsos, como los que ahora estamos viviendo.
Un abrazo
Hola Myr:
ResponderEliminarMe alegra que coincidamos y más porque tu perspectiva geográfica es otra.
Muchas gracias por pasarte. Un abrazo
No soy empresaria, ni consultora empresarial, ni entendida en el ámbito de la dirección empresarial, pero asocio lo leído a todos los aspectos de la vida y concluyo que lo que hace la diferencia entre las empresas o las personas “listas” o “tontas” (aunque honestamente no me gusta calificar a nadie de tonto), es la destreza, la pericia, la diligencia y la habilidad. Efectivamente y como bien dices, “el entender que conviene hacer en cada momento”. Eso es una virtud que no cualquiera tiene.
ResponderEliminarMuy interesante post. He aprendido mucho con él.
Un saludo muy cordial
Hola Belkis:
ResponderEliminarA mí tampoco me gusta describir a las personas como tontas pero no tengo tantos reparos a hacerlo en lo que se refiere a empresas y más si como es el caso las conozco bien porque sus comportamientos pueden ser clasificados de esta forma o la contraria, es decir, como empresas listas y por la enorme trascendencia de sus decisiones.
He hecho esta distinción según mis propios criterios pero con el máximo respeto porque uno, como empleado o asesor de ellas, debe sentirlo aunque sea crítico con su proceder.
La diferencia entre unas y otras es una convención pero a mí me sirve para tratar de demostrar que la diferencia está precisamente en la forma adecuada o no de gestionarlas.
Como siempre, muchísimas gracias por dejar tus comentarios que ya sabes que valoro mucho.
Un abrazo.
Que excelente publicación, tus ejemplos son más que claros aveces el éxito de una empresa no es solo por el hecho económico para lograr su éxito si no su capacidad para trabajar hacia los que la pueden hacer surgir, ya sea sus trabajadores, sus clientes, sus socios, saber manejar este equipo también logra grandes éxitos.
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