Febrero ha resultado un mes loco, como ya indica el refranero. De pequeño le llamaba “el mes mellado” porque la faltaban días y este año me hubiera ido muy bien que hubiera tenido por lo menos dos o tres más porque a todo no se llega. La Inteligencia de las Emociones también se ha resentido de este estrés porque el número y la frecuencia de las entradas no han podido ser los previstos, pero a cambio creo que puede decirse que los temas tratados han sido ricos y variados. Hablamos de la contradicción entre jerarquía organizacional y conocimiento distribuido, os mostré algo de mi amigo Nemo (*), reflexionamos sobre el precio de la felicidad, os conté mis experiencias con un taxista, escribí un post larguísimo (pido perdón por ello) sobre los responsables de Recursos Humanos y la web 2.o y finalicé en búsqueda del logaritmo neperiano de la emocionalidad.
(*) Respecto a Nemo, que veo que ha despertado vuestra simpatía y de lo cual me alegro, contaros que ha aceptado el título provisional de su obra como definitivo por vuestra culpa y que yo sigo sin verlo claro, pero qué se le va a hacer. Sé que aunque lo niegue, se ha sentido muy reconfortado con vuestras palabras. Os lo digo yo que le conozco bien.
Y aquí van algunas de las cosas que he anotado en mi libro de bitácora:
- Este mes he tenido ocasión de debatir y reflexionar mucho sobre la potencia de la Web 2.0 y de sus aplicaciones al ámbito de las empresas en muchos de sus departamentos. Desde un punto de vista profesional, llevo unos meses calentando la oreja a mis clientes con ello, pero es que además, gracias a la iniciativa de la Blogosfera de los Recursos Humanos que ha lanzado una iniciativa que me parece muy interesante, he tenido la oportunidad de escribir un artículo que llevaba tiempo rondándome la cabeza. Al respecto, quisiera dar públicamente las gracias a mi colega y amigo de Cloud Consulting Jaime Izquierdo por sus aportaciones conceptuales basadas en su modelo de Competencias 2.0. que han resultado sumamente esclarecedoras.
- Desde un punto de vista económico, febrero ha sido convulso con múltiples muestras de que “por ahí fuera” no se confía demasiado en las recetas que cocinamos para la recuperación económica. Lo más lamentable es que, una vez más, prácticamente toda nuestra clase política ha mostrado el (bajo) límite de su capacidad de modular discurso, acciones y colaboración siendo la última muestra de ello la primera ronda de contactos para ponerse de acuerdo en qué hacer para salir de ésta. Es deplorable que incluso tampoco se pongan de acuerdo sobre cómo llamar a la iniciativa, si “pacto”, “consenso”, “debate” o qué.
- Para acabarlo de arreglar, los sindicatos organizaron el pasado 23-F una serie de manifestaciones para protestar por la intención del gobierno de alargar la edad de jubilación hasta los 67 años medida que, por cierto, además de impopular, ha sido gestionada deplorablemente por parte del gobierno. No voy a decir que esté a favor o en contra de esas movilizaciones, pero sí diré que nos guste o no tendremos que afrontar un ajuste durísimo y por algún lado hay que empezar. A estas alturas y viéndolo en perspectiva, ojalá se quede en eso que va a ser que no.
- A pesar de que Euskadi ya ha dado síntomas de recuperación en su crecimiento (apenas dos décimas) en una comunidad que no llega a 2,5 millones de personas y que ha sido tradicionalmente uno de los motores económicos del país, es prácticamente seguro que este año todavía mantengamos crecimiento negativo en el conjunto (iba a poner país, pero…) Es curioso como en esta época todos hemos hecho un curso avanzado y provechoso sobre macroeconomía. Por cierto, que un periodista “de toda la vida” ha filosofado sobre la madurez de nuestras clases populares y más desfavorecidas porque, a pesar de que les sobran motivos, no se haya producido todavía una revuelta popular. Digo yo si será por el aprendizaje obtenido en esas clases aceleradas de macroeconomía que uno ya empieza a escuchar en las tabernas y verdulerías.
- Iba a hablar también sobre los dolores de cabeza que me está produciendo el Barça en estas últimas semanas pero al lado de otras dimensiones que comento me parece de mal gusto. Lo que sí anoto es que, al mismo tiempo que socio de una peña del Barça este mes he “fichado” por la del Athletic de Bilbao de Sestao, una vez me he asegurado de que no incurría en incompatibilidad alguna.
- El próximo día 2, Pilar Jericó hace la presentación de su nuevo libro en Barcelona. "Heroes cotidianos" que así se llama, recoge las experiencias "heróicas" de personas, algunas de las cuales conozco personalmente. En la presentación seguro que coincidimos algunos de los que frecuentáis estos pastos.
- Quisiera recomendar el blog “El Viajero Accidental” publicado por JLMON, que algunos de vosotros ya conocéis y visitáis pero que para otros será todo un descubrimiento, seguro.
- En el capítulo de adioses, este mes no voy a hacer ninguna mención especial salvo lamentar el cierre de un blog muy querido para mí: Denavegantes de Adolfo Morales. No lo busquéis porque ya lo ha borrado. En su despedida, mencionaba que no tenía sentido mantenerlo porque no recibía comentarios, pero a mí siempre me gustó esa visión tierna y ácida al tiempo que Adolfo imprimía a cada una de sus entradas. Espero no perderle como comentarista del mío y que pronto vuelva a la carga.
La frase del mes ha sido de Octavio Paz y decía “La mucha luz es como la mucha sombra: no deja ver.” Oído a la pisada.
El mes de marzo promete ser combativo en muchos sentidos y el momento de hacer balance de cómo ha ido el primer trimestre. Pero esa parte del libro de bitácora lo compartiré con mi socia a solas.
Y por último y como siempre, quisiera dar las gracias a todas aquellas personas que se han pasado por aquí aunque no hayan dejado rastro. A unos y otros, muchas gracias.
Gracias a ti por esta bitácora en la que has resumido de forma acertada los puntos del mes que consideras relevancia, del que sólo comentaré uno:
ResponderEliminarCreo que la única forma de salida de La Crisis en un Gobierno de Unidad Nacional, en el que se dejen de lado los intereses partculares de partidos y gobernates, en pro del Bien Común.
UN fuerte abrazo
Mes corto pero intenso amigo.
ResponderEliminarEsperemos que resulte ser la antesala de buenas cosas aunque no estoy yo del todo convencido de ello, ;-)
Un saludo amigo
Puedo entender que la alusión al Barça entre otras dimensiones te parezca "de mal gusto".
ResponderEliminarPuedo coincidir o discrepar respecto de comentarios o valoraciones que viertes en el texto.
Pero lo que cuesta aceptar es que no te prodigues más en este espacio porque, Josep, escribes maravillosamente bien.
Los comentarios en los blogs es una arma de doble filo, por un lado es magnifico que se pueda intercomunicar y tener buenos aportes en ello. Pero también puede trasformarse en un ‘objetivo’ y en una obligación, ello desgasta al creador. A veces conviene detenerse un poco, ralentizar los escritos y las visitas. Tomar fuerzas para esto que al final tiene mucho de social y de hobbie.
ResponderEliminarUn saludete!
Febrero podría tener 100 días, si eso fuera posible, y aún así habría gente que no lo aprovechara, así que lo realmente relevante no es la extensión del mismo sino cómo cada uno le va dando forma, y en eso, amigo Josep, tú vuelves a sacar matrícula de honor. :)
ResponderEliminarLo realmente importante es que se haya vivido cada tema,cada comentario,cada aportación..En aras de la "buena comunicación",el aprendizaje y la superación constante..
ResponderEliminarLo que cuenta es la intensidad vital..!!
Mi felicitación y mi abrazo,JOSEP.
M.Jesús
Como sienmpre, un buen resumen del mes. Lleno de matices y posibles lecturas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Josep:
ResponderEliminarEsto comienza a convertirse en imprescindible. Nos estás acostumbrando mal con estos magníficos resúmenes, que nos sitúan perfectamente en el contexto de la vida.
Mis felicitaciones de nuevo.
Un abrazo.
Un amención al tema pensiones, yo ya tengo asumido que mi jubilación si Dios quiere será a los setenta años, el siste ma a medio plazo es insostenible, dentro de treinta años, habrá unos quince millones de personas en este país, con una salud más que encomiable y con muchas posibilidades de llegar a los noventa años y más, ¿quién les pagará las pensiones?; seamos realistas, como bien dices Josep, ojalá sea el único ajuste que haya que hacer.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola a todos:
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios. Da gusto saber que estáis al otro lado.
Un abrazo.