26 de noviembre de 2010

Vísteme despacio que tengo prisa


Algunas personas usan tácticas dilatorias para no tomar decisiones. Eso se conoce por procastinación. Ha habido en la historia muchos ejemplos de procastinadores ilustres. Franco era uno de ellos cuando decía que hay dos tipos de asuntos: los que el tiempo resuelve y los que se resuelven con el tiempo. La procastinación está instalada en nuestra sociedad hacia límites patológicos. Este fue el país del “vuelva usted mañana” hasta hace dos días, pero todavía hoy en día las obras públicas se dilatan, los exámenes se preparan a última hora o no se preparan, etc.

La procastinación tiene un sentido completamente distinto dependiendo de las sociedades. En Oriente se ve como un atributo divino, en la religión rogamos a Dios por cosas que sabemos que la mayor parte de las veces no se otorgan, en Norteamérica es una opción válida si uno no se ve preparado para la toma de decisiones, en la Europa de las personas va por barrios pero en la Europa de los eurócratas se percibe casi como una virtud. En resumen, tendemos a dilatar lo que sabemos que precisa respuesta aunque sea urgente.

Mi amigo Ramón, filósofo de agua dulce al que sin embargo admiro por otras razones que lo que comentaré, sostiene que cuando uno es deudor de algo o de alguien lo mejor que puede hacer es dejar que el tema se pudra hasta que el acreedor se olvide (lo óptimo) o se ablande (lo práctico). Para Ramón las consecuencias de su actitud al respecto no dejan huella indeleble, por no decir que le importan un rábano.

Hace dos meses tuve un percance con mi teléfono móvil para el cual espero solución por parte de la operadora que aunque no se niega a resolverlo, posterga su decisión invocando “la semana que viene”. Hoy mismo he vuelto a llamar a la comercial que, por supuesto, no me ha respondido pero me ha mandado un SMS diciéndome que se encontraba con gripe pero que la semana que viene, sin falta, se resuelve el asunto. Hace media hora me he asomado por la ventana y la he visto cruzar la calle en charla animada con otros compañeros, así que de gripe que la obligara a guardar cama, nada de nada. Al menos debo agradecerle que me haya servido en bandeja el post de hoy.

Procastinizar es un deporte que no reporta ventaja alguna y que postra a quien la sufre en una resignación que sólo es antesala del enfado. Y si no, que se lo pregunten a los Borbones de la Francia del siglo XVIII, a los zares de Rusia o a cualquiera de nosotros cuando nos llega la multa con recargo por no haberla pagado en plazo.

Si profundizamos un poco más en esta idea inmediatamente asoma el debate permanente en el que nos movemos: ¿somos víctimas o responsables de lo que nos pasa? La respuesta es que nos complace mucho más sentirnos víctimas de las circunstancias que remangarnos y trabajar por la solución de los problemas que nos incumben. Y no digamos nada si esos problemas les incumben a otros pero somos nosotros quienes tienen que solucionarlos.

Bienvenida sea cualquier mejora que operemos por pequeña que ésta sea. Hagamos un poco más felices a los acreedores de cualquier tipo que tengamos empezando por saldar las deudas que tenemos con nosotros mismos. En mi caso, de hoy no pasa ;-)

18 comentarios:

  1. Buenos días Josep Julián. Antes de dejar mi opinión, te interesará saber que escribí sobre "el arte de demorar", a lo mejor te influye!

    Ya en la tarea de opinar, me parece muy realista y práctico eso de dejar ABLANDAR las dificultades con los acreedores, funciona.

    También es verdad que no aporta nada demorar (tomar decisiones) ya que actitudinalmente comienzas a comerte el "coco" y sacar a pasear al fiscal que llevamos dentro.

    Mejor tomar la decisión de "voy a demorarlo" porque quiero o me apetece la aventura (uno es responsable de sus actos si es algo ligerito). Si se trata de acreedores, sin duda hemos de mostrar la MEJOR CARA.

    Por cierto, cumplí con lo acordado y he publicado el post en el que te solicité aprobación.

    Un abrazo y buen finde!

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  2. Tiempos difíciles para la toma de decisiones. Veo por mi trabajo a los jóvenes, que bastante crudo lo tienen, alargando indefinidamente la toma de una decisión que centre su vida (reconozco que a veces no es nada fácil). Pero es que les hemos educado así. Por lo tanto, nos espera mucho de lo mismo en los próximos tiempos.
    Me temo.
    Un abrazo.

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  3. Actuar en lugar de procastinar implica, como bien dices, asumir la responsabilidad. NO todo el mundo quiere jugarse. Más facil es ser víctima o echarle la culpa a otro.

    También agradezco a tu servicio de telefonía móvil, por esta entrada tan oportuna.

    Un fuerte abrazo

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  4. Una pasada de post y hasta resulta muy divertida si no fuese porque es motivo de enfado en tantas ocasiones. Si te dicen una fecha deberían cumplirla. Pero el todavía no he podido y dar largas es la tónica habitual.
    Se empieza desde la cuna casi con el “Ya voy mamá”
    La primera vez que oí esta palabreja fue cuando mi hijo cumplió 3 años y le diagnosticaron TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad)
    Más no creo que todo el país esté afectado por el. Lo que cuentas es tan cierto como que estoy escribiendo este comentario. Lo de que “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy “ En este país es todo lo contario se vive en el reino del mañana y esperamos que caiga el maná antes de ponernos con las manos en la masa.
    Lo curioso es que todos estemos estresados…
    Buen domingo Joseph y suerte

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  5. Hola Diego:
    He leído tu artículo que recomiendo a todo el mundo porque describe la soledad del corredor de fondo en que muchas veces nos convertimos los emprendedores.
    Respecto a tu comentario, es cierto que más de una vez nos tienta postergar algunas cosas a pesar de que lo único legítimo es postergar los juicios, pero ya se sabe que somos cualquier cosa menos perfectos.
    Muchas gracias por tus comentarios. Un abrazo.

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  6. Hola Javier:
    Es verdad que a los jóvenes les cuesta más tomar decisiones, en parte por culpa del excesivo generalismo en el que les hemos educado y en parte por la astenia juvenil propia de quienes para ellos los tiempos no cuentan demasiado.
    Pero ¿qué pasa con los adultos?
    Un abrazo.

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  7. Hola Myriam:
    Confío en que este artículo caiga en manos de mi comercial de telefonía, de verdad, porque la incomodidad que me produce es mayor que la inspiración que me presta jeje.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Un abrazo.

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  8. Hola Katy:
    No sabía que tenías un hijo hiperactivo pero claro, eso te da una perspectiva muy realista de lo tratado. Algún día escribiré algo relacionado con no esta sino con otra enfermedad que también me ha tocado de cerca.
    No obstante y como bien dices no todos estamos enfermos aunque a veces lo parezca. Como en tantas otras cosas de la vida, procastinar lo entedemos mejor cuando lo practicamos que cuando lo sufrimos.
    Muchas gracias por tu comentario tan ilustrativo. Un abrazo y feliz semana.

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  9. Hola Josep.

    Yo más que de postergar me gusta hablar de manejar los "tempos" Muchas sabes que tienes que tomar la decisión, y lo práctico sería tomarla y ya está, si estás convencido de ello. Todo depende de cómo pueda afectar a otras decisiones. Yo ahora mismo estoy "procastinando" algunas cosas para buscar la solución menos mala, que la mejor ya se que es imposible. Es decir, la decisión o una de las decisiones está tomada, ahora sólo me falta el cómo y encontrar el cuando más razonable. Es decir, equilibrio, pero el horizonte está marcado.
    Un abrazo

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  10. Josep,gracias por tus palabras.
    Es cierto que nos cuesta tomar decisiones.Mis hijos tomaron la decisión de irse de España y se fueron a Alemania y a Australia.Están muy contentos,se han propuesto trabajar en lo que estudiaron y estoy segura que lo conseguirán...
    Me ha gustado tu post y espero que soluciones el problema de la telefonía.
    Te he dejado un comentario en el post anterior y también te dejo mi felicitación por tu profundidad,siempre creativa y reflexiva.
    Mi abrazo grande,amigo.
    M.Jesús

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  11. Hola Fernando:
    Muchas gracias por compartir tus reflexiones acerca de lo que te sucede. Como dices, el manejo de los tempos denota prudencia y es un arte. Hacerlo bien o mal supone mucho para el resultado final y si se trata de lo que me imagino, creo que estás en el mismo debate que muchos que saben que tienen que tomar decisiones traumáticas y tratan de minimizar los efectos. Por ello, mi respeto.
    Un abrazo.

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  12. Hola Majecarmu:
    Muchas gracias por tus palabras. Yo también tengo a mi hija lejos de mí pero no tanto, así que te comprendo.
    Un abrazo.

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  13. La apología del exito facil, sin sacrificio, sin derrota que se traduzca en experiencia es una de las razones por esa falta de determinación. No decido, no me equivoco; es decir, la peor decisión.

    Saludosssss

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  14. Se te cayó una R, Josep, o al menos eso dice la RAE. Ahora bien, corrígeme si no estoy en lo cierto.
    Ya sabes, si no te lo confieso, tambien procrastino el decírtelo ...y puestos...
    Una cosa, ¿sólo se procrastina si se procrastina con premeditación y alevosía, si se decide postponer algo por y con estrategia, aquello de "mejor mañana que hoy tengo mal día" y durante el mañana ese, se ejecuta lo postergado el día anterior? o tambien sumidos bajo un halo de cobardía, aquello de no voy al médico no vaya a ser que me encuentre algo"?...no se, no se.
    Ahora bien, estoy de acuerdo contigo en que YA hay que saldar las deudas con uno mismo...no vaya a venir (tu) Ramón con la rebaja...
    saludos, siempre cordiales.
    M.

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  15. Hola Gabi:
    La peor decisión creo que es aquella en la que se llega a la parálisis por el análisis que, al menos a mí, me pone de los nervios.
    Un abrazo.

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  16. Hola MaS:
    Tienes razón es procrastinación, en lugar de procastinación. Es lo que tiene no consultar los palabros raros que uno usa como se los han contado. Pero en efecto, decírmelo ahora es una forma de no procrastinizar así que has cumplido con diligencia.
    Al margen de esto y como preguntas, se puede procrastinizar por activa y por pasiva o de forma consciente o inconsciente, aunque para mí todo lo que es inconsciente tiene más disculpa aunque los resultados en terceros sean similares.
    Lo de dejar de ir al médico por aquello de "no vaya a ser" es una procrastinación como una casa, además de una cobardía de la que sólo están completamente exentos los hipocrondríacos.
    Y para rematar y ya que lo mencionas, mi amigo Ramón tiene una amplia teoría al respecto de lo que he mencionado pero por problemas de espacio he tenido que condensarlo.
    Muchas gracias por un comentario tan rico y completo y ya sabes, no procrastines que al final siempre hay que pagar el capital más los intereses.
    Un abrazo.

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  17. Las tácticas dilatorias sólo me las aplico a mí mismo, cuando se trata de asuntos que sólo me incumben a mí en primerísima persona. Con los demás no me lo permito y soy tan diligente como puedo. Demorar mis cosas sólo me ha traído quebraderos de cabeza, perfectamente evitables de haber actuado a la primera de cambio. Voy corrigiéndome, aunque el peso de la inercia es un rival poderoso.

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  18. Hola Domingo:
    Dado que siempre te he tenido por una persona coherente y responsable es evidente que tus palabras caminan en esa dirección. Y sobre todo, que tengo la convicción de que los que te rodean se sienten atendidos en tiempo y forma.
    Aplicarse diligencia a sí mismo es otra cuestión y tal vez sería un buen ejercicio investigar los porqués. Como sabes, defiendo que el viaje hacia uno mismo no sólo es necesario sino que es una aventura de descubrimientos inesperados.
    Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.

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