En cada época hay unos cuantos hechos trascendentes que la explican. Pero indefectiblemente, esos hechos arquetípicos sólo son reconocibles después de muchos años. Recuerdo cuando iba al colegio y nos explicaban Historia. Las épocas se sucedían unas a otras y cada una de ellas venía ilustrada por un hecho significativo. Por ejemplo, la Edad Moderna se ilustraba a partir del descubrimiento de América, y en clave local, por la toma de Granada. Todo lo demás parecía no tener apenas significación.
Me pregunto qué hecho crucial ilustrará el tiempo que nos ha tocado vivir, aunque hablar en nuestro caso de una sola época quizá sea reducir mucho dado que en los últimos diez o quince años parece que han pasado más cosas significativas que en muchas otras épocas de la humanidad. Leía el otro día que la historia parece un vehículo conducido a veinte kilómetros por hora hasta hace cincuenta años en los que se pisó el acelerador.
Nadie puede siquiera imaginar cuál será la imagen icónica de la nuestra y sin embargo existirá. ¿Qué aprenderán los niños en el colegio cuando hablen de nosotros? No lo sé. Quizá que nos tocó vivir una parte de la historia en la que hubo de todo, pero eso pasa en todas, así que no lo veo probable. Aventuro algunas hipótesis por las que seguramente muchos apostarían:
- La última generación que vivió en la Tierra antes de hacerlo en colonias siderales por haber agotado los recursos del planeta.
- La primera generación que aprendió que los gobiernos mandan menos que los mercados.
- La última generación en la que se hablaba mayoritariamente inglés antes de que se adoptara el chino mandarín como idioma universal.
No me seduce ninguna de ellas. Algunas son meras proyecciones y otras son vehiculares, es decir, que en sí mismas no significan nada si no se ponen en relación con algo mayor.
De todas formas, seguro que lo tenemos delante de las narices y no nos damos cuenta. El otro día salía una señora en el telediario quejándose amargamente de que ella trabajaba en AENA y que había escogido ese trabajo porque eso la convertía automáticamente en empleada pública (evitó decir funcionaria que tiene mala prensa con la que está cayendo) y que ahora con la privatización pasaría a manos privadas, cosa contra la que se manifestaba. Pobre señora, qué angustia. Eso significa que podría ser despedida, por ejemplo por baja productividad o si se decide que su puesto de trabajo ya no es necesario. Eso sí que marca el cambio de una época y no que China pase a ser potencia hegemónica de facto.
Otra posible imagen nos la ofrece el Magreb. Resulta que justo debajo de nuestros pies unos cuantos millones de musulmanes que tienen menos de veinte años de edad media, cultos pero obligados a una vida miserable, se rebelan contra los sátrapas que les han gobernado toda la vida utilizando para su movilización esos inventos del diablo como son Facebook y Twitter. Y además eso se produce sin que nuestra querida Europa, principal cliente de sus recursos naturales, se haya olido la tostada. Todo por culpa de un ingeniero informático tunecino que le dio por prenderse fuego en protesta por el trato vejatorio al que le sometía las autoridades de su aldea y dijo basta.
Ya está. La imagen de nuestra época será pues el efecto mariposa que preconiza que el aleteo de uno sólo de estos insectos puede producir cambios a miles de kilómetros de distancia. Veis. Lo teníamos delante de nuestras narices y no lo veíamos.
Cuando se explique la historia a los nietos de nuestros nietos, quizá no sea tan relevante las consecuencias catastróficas de una recesión económica sin precedentes como lo que un solo y desesperado joven fue capaz de propagar con un bidón de gasolina y una cerilla. Un cambio trascendente al precio de diez euros, todo lo más. Una inversión super-hiper-rentabilizada que dejará en ridículo la forma en que Rockefeller compraba y vendía cerillas hasta que se hizo uno de los amos del mundo.
Colón descubrió América con una inversión más que considerable y marcó una época sin saberlo y ahora Mohamed Bouazizi lo ha hecho con muchísimo menos dinero. ¡La cantidad de consecuencias que de ello podrá extraerse en las escuelas de negocio del mundo entero cuando ese hecho apenas comprensible a día de hoy sea estudiado como caso de todos los casos por parte de sesudos profesores!
Claro que para muchos de nosotros, que tenemos mucha menor visión histórica por ser coetáneos a los hechos, ese suceso determinante en grado superlativo igual no pasará de ser una de las muchas noticias que se produjeron en el tercer año de las vacas flacas del inicio de milenio.
Espero que, llegado el momento, algún arqueólogo tecnológico rescate este post para poder entender que a alguno no se nos pasó desapercibida semejante señal de los cielos. Al fin y al cabo, es lo que le pasó a un montón de sabios griegos cuyo mayor mérito fue que su obra no fuera pasto de las llamas o de los saqueos.
Hola Josep:
ResponderEliminarYo también estoy abrumado, por eso mi admiración al resumen mensual que nos ofreces, el cual nos acerca un poco, si cabe, a este tipo de reflexiones más que interesantes.
Yo de todas las maneras cuando empizo con estas "jamadas de coco" me hago "la picha un lío", así que prefiero no especular. Lo que sí te puedo decir es que los chavales del futuro aprenderán historia con la misma desgana que los actuales. Ojalá me equivoque.
Un abrazo.
Un gesto, un solo gesto, un bidón de gasolina y una cerilla (sin influencia de Millenium),la desesperación del joven tunecino, cambiará la historia. De momento, todo es imparable....¡me alegro!
ResponderEliminarUn beso
Interesante entrada...
ResponderEliminarOtra imagen que puede ilustrar nuestros tiempos es el uso de lsa nuevas tecnologías, las redes sociales, quizá porque este ritmo de vida que llevamos nos impide o nos desacostumbra a relacionarnos cara a cara, ¡qué lástima!!!!. Los escolares (otra imagen) cada vez leen y escriben peor, pero son unos "cra" en el facebook y en internet encuentran todo lo que quieren, hasta información del Pentágono si se lo proponen, mira tú!!!!
Saludos
Josep,la historia y la tecnología van tan deprisa que,a veces las imagenes reales parecen fogonazos virtuales,que escapan,dando paso a otras nuevas...Nosotros en medio,tratando de dar explicaciones lógicas,pero se nos escapa el sentido y tenemos la sensación de que, grandes manos del universo nos mueven,nos empujan proyectándonos hacia un futuro,ciertamente teledirigido y caótico...
ResponderEliminarEspero que,seamos capaces de "parar el tiempo psicológico"que nos desorienta y confunde...Seamos capaces de tomar "las riendas"de la historia personal y colectiva y darnos tiempo de crecer por dentro y SER.
Mi felicitación por tu buen post.
Mi abrazo inmenso,amigo.
M.Jésús
Siempre me ha fascinado lo poliédrica que puede llegar a ser la historia.Los mismos hechos se transforman por el simple transcurrir del tiempo y pierden su "objetividad". De ahí que los que ya tenemos algunos años podamos apreciar la diferencia entre historia vivida, historia contada o historia estudiada y la inevitable, pero no por ello menos injusta simplificación a que lleva ese proceso.
ResponderEliminarLa historia fluye, pero luego solo nos queda de ella una foto fija que, fuera de contexto desvirtúa la realidad, a veces hasta extremos irreconocibles, incluso para los que la hemos vivido.
Teniendo eso en cuenta, no me atrevería yo a hacer predicciones sobre cómo pasará a la historia esta época. Cambios radicales ya los hubo en el siglo XX (recordemos la transformación social que tuvo lugar en Europa después de la primera guerra mundial) por lo que este será -imagino- uno más en ese fluir.
Hola Javier:
ResponderEliminarNo deseperes. Igual alguna vez nos damos cuenta de que quien no comprende la historia está condenado a repetirla.
Un abrazo.
Hola Camy:
ResponderEliminarAl menos, tenemos un ejemplo cercano que eso del efecton mariposa es cierto y constatable. Se abre una esperanzan que el tiempo matizará porque los sueños de los hombres siempre son más puros y ambiciosos que sus obras.
Un beso.
Hola Ginebra:
ResponderEliminarYo creo que los que creímos en su momento en la revolución del 2.0 cuando nadie lo creía hemos actuado un poco como profetas. Lo del Magreb hubiera sido inimaginable sin esas herramientas que tan bien saber usar los chavales. ¿No será que tendríamos que cambiar nuestros paradigmas de enseñanza?
Un abrazo.
Hola María Jesús:
ResponderEliminarSinceramente, opino que ahora vivimos unos tiempos en los que aplica eso del "vino nuevo en odres viejos". Deberíamos empezar a entender que se abre una era (si no estamos ya en ella) en la que hay que aprender a ver con ojos nuevos.
Y para ello, qué mejor ayuda que la que nos proveen los clásicos.
Un abrazo.
Hola Astrid:
ResponderEliminarComparto buena parte de tu reflexión. Pero está claro que la historia ha sido siempre un continuo fluir en el que los grandes cambios sólo se han visto cuando los nuevos territorios han quedado atrás. Como dices, una cosa es la historia vivida y otra la contada. A uan y otra les falta perspectiva histórica, valga la redundancia.
Muchas gracias por tu aportación.
Un abrazo.
Hola Josep:
ResponderEliminarCoincido en parte con majercamu, Todo va tan deprisa o esa es la sensación, que la historia se convierte en fogozanos virtuales que complica tomar perspectiva y que la historia sea, como apunta Astrid, dependiendo de y quien hable de ella de una forma u otra. Luego en ese continuo fluir se reescribe.
Para mi lo interesante es poder mirar con ojos nuevos como dices.
Un abrazo
Un post lúcido y futurista. Mi visión generalmente optimista se suma a tu visión algo negativa. Creo que pasaremos a la historia como los seres más desarrollados tecnológicamente, que no supimos utilizar estos medios a nuestro alcance para mejorar nuestras condiciones de vida, porque nuestro cerebro no dio para más.
ResponderEliminarY Seremos recordados como los individuos más insolidarios de todos los tiempos.
Más siempre hay que dejar las puertas abiertas a la esperanza.
Un abrazo
Hola Fernando:
ResponderEliminarEn esto pasa como cuando uno se ve en la tesitura de observar una escena de la que forma parte. Es imposible. Los sucesos se suceden, sí, pero en una dirección y desde un punto en concreto y la historia es lo que queda entre ese espacio. La cuestión es que, en los tiempos que nos ha tocado vivir, las imágenes de esta época ni se pueden pintar al óleo como cuando los Reyes Católicos, ni fotografiar como el siglo XX sino que más bien se producen en un continuo más parecido a una película, no sé si me explico.
Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
Hola Katy:
ResponderEliminarCreo que lo has expresado muy bien. Demasiada tecnología sin posibilidad de asimilación. A lo mejor, la imagen de nuestra época sea la de ese salto cuántico. De ser así ¿debemos considerarnos generaciones perdidas por no comprender el papel que jugamos en este mundo y por eso somos tan insolidarios?
Lo dejo ahí flotando.
Un abrazo.