20 de octubre de 2011

Asumiendo el cambio

Ayer pasé buena parte de la mañana acompañado por mi amigo Ramón del que ya os hablé en una entrada reciente, ese que se toma la vida con filosofía y tal como viene. Como no podía de ser de otra forma el tiempo pasó raudamente y terminamos a mediodía con la sensación de que habíamos llenado unas cuantas horas con un alimento tan provechoso como leve para el espíritu. Esa es una de las innumerables ventajas que supone tener y poder echar mano de amigos como él.

De nuevo en casa tuve tiempo de repasar mi correo electrónico antes de la comida y me encontré con un e-mail de una amiga en el que me adjuntaba un enlace. Cuando pulsé sobre él me di cuenta de que me enfrentaba a dos horas de duración y lo pospuse hasta la tarde. Cuando empecé a visionarlo volví a rememorar mi encuentro con Ramón de la mañana.

Hay un mensaje central de lo que habíamos estado hablando por la mañana que aparecía en el vídeo de la tarde y ese mensaje es: no atraes lo que quieres, atraes lo que eres. Lo habíamos estado comentando casi con estas mismas palabras y ahora aparecía en boca del doctor Dyer. Como todos sabéis de mí a estas alturas, no creo en las casualidades, así que se abrió una ventana a la reflexión sobre la coincidencia. Cuando uno piensa un poco en lo que es y no en lo que le gustaría ser aprende algunas cosas valiosas, por lo menos tres.

La primera es que, por mucho que nos empeñemos en tratar de vivir la vida de otros que al final es en lo que más nos empeñamos, en cuanto dejamos emerger nuestra propia naturaleza en seguida nos damos cuenta de que hemos tratado de desviar el curso natural interviniendo constantemente sobre él. Cuando dejamos de hacerlo, lo que aparece entonces es algo verdadera y genuinamente valioso.

Lo segundo, que casi aparece a continuación, es que si en lugar de empeñarnos en querer ser otros nos dedicáramos a ponernos en relación con algo superior que nos trasciende aprenderíamos algo más sobre nosotros. Eso también tiene una parte sustancial de aportación de valor a lo que somos, por muy pequeños e insignificantes que nos consideremos.

Lo tercero y casi lo más importante de todo, es que si dejamos operar la bellota que está en nuestro interior y que tan a menudo reprimimos casi siempre emerge un roble que ni siquiera sospechábamos que nos cabía dentro. Este es el poder y el motor del cambio, que no consiste en “cambiar para ser otro” sino en permitir (en el sentido de darnos permiso) transformarnos en lo que siempre fuimos y nos empeñamos en obviar, evitar o negar.

Dejo aquí el enlace que me llegó como un regalo y que yo también regalo como debe hacerse con las cosas valiosas que llegan a nuestras manos. Por lo que parece, más de 70.000 personas lo han visto ya. Necesitáis disponer de dos horas de vuestra vida para verlo entero y puede que consideréis que no disponéis de ese tiempo tan valioso para eso. Pero si no es así, si os concedéis ese regalo aunque sea a pequeñas dosis o este próximo fin de semana seguro que no será un tiempo perdido.

Estoy seguro de que cada uno podrá identificarse con el personaje de una pequeña intrahistoria de las que se cuentan aquí para acabar concluyendo que somos como pequeñas bolas de billar que van dando carambolas entre ellas sin concedernos el privilegio de reconocernos unos a otros. Permitid que os diga que enseguida descubrí quién de todos esos personajes era mi amigo Ramón pero me costó un poco más descubrir quién de todos era yo.

Disfrutad del cambio y si os gusta no os lo quedéis para vosotros.

31 comentarios:

  1. Procuraré verlo este fin de semana. Coincido contigo en que uno de nuestros mayores errores es intentar ser otros. Y así transitamos, insatisfacción tras insatisfacción por no fluir nosotros mismos.

    Supongo también que con el tiempo esto se nos va pasando y solo queremos ser nosotros (qué lío)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Querido Josep Julián, genial el tercer párrafo de la bellota y el roble, sencillamente estupendo!

    Te aseguro que encontraré tiempo para ver tu regalo. Gracias por tu enorme generosidad en poner conciencia desde tu curiosidad y descubrimientos.

    Con tu permiso escribiré y continuaré tu línea.

    ResponderEliminar
  3. Saludos Josep, se hizo esperar la entrada, y como siempre brillante el planteamiento, aunque sea vieja la idea. Debo estar pasando por una fase-desierto que dicho sea de paso, me vendo poco, por lo que tampoco espero mucho. Aunque si lo hiciera, no jugaría en la cancha en la que quisiera, y por tanto no habría canastas. Saludos joven.

    ResponderEliminar
  4. Hola Pepe
    Gracias por el regalo aunque (entré ayer noche) me debes dos horas de sueño...ja-ja La verdad es que es cuando menos curiosa si no "despistante".
    Pero a lo que iba...Cambiamos porque cada día que pasa queremos comprender cómo fue el anterior. Sigue por ese camino, es el bueno!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. La vi en su momento y me gustó mucho. En otro documental de espiritualidad escuché una frase que también me encantó: "La mariposa no trata de ser un roble". Tiene miga, ¿verdad?

    El problema de fondo es que muchas veces tenemos miedo a mirar en nuestro interior, porque quizá descubrimos cosas desagradables, y por eso preferimos salir al mundo con una máscara, interpretando el papel de ciudadano ejemplar. Probablemente éste sea el origen de las mayores neurosis.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Gracias por compartir tu regalo. Mañana tengo tres horas de Ave y será un momento para disfrutarlo.
    Un abrazo y cuidate,

    ResponderEliminar
  7. Pues habrá que verla... pero ahora mismo, yo lo que estoy, es "deseandito" de ver tu libro de bitácora de este mes, que viene calentito!!!

    Las pausas vitales, aún las no buscadas, siempre nos resituan en caminos inesperados, alternativos...

    Y es que la vida y nosotros mismos, somos pura sorpresa.

    Otro abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Todo empieza por conoceros a nosotros mismos y después modificar aquello que nos nos gusta de nosotros. Ser otro nunca, Debemos ser nosotros mismos porque no podemos engañar a nuesros subconsciente. Hace ya algunos 15 años que tengo al doctor Dyer de cabecera. Su libro "Mis zonas erroneas" me ayudó a saber quien soy realmente.
    El video es muy bueno.
    Un gran abrazo y feliz semana

    ResponderEliminar
  9. Hola Javier:
    Espero que te haya gustado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Hola Fernando:
    Creo que puede afirmarse que conforme llegamos a la conclusión de que queremos ser nosotros es que nos vamos haciendo un poco más viejos, pero más vale tarde que nunca.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Hola Diego:
    Lo del roble y la bellota lo tomé prestado de John Whitmore pero me parece una imagen poderosa. Como siempre, gracias por tus palabras y desde luego puedes hacer uso de lo que quieras.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Hola Adolfo:
    Este es uno de los comentarios que guardaré en mi anuario. Nunca un descreído hizo tan profusa apología de lo contrario. Por ello, recibe un abrazo extra ;-)

    ResponderEliminar
  13. Hola JLMON:
    Anoto la deuda de las horas de sueño. Y respecto a lo que dices, confirma la teoría de que, como los economistas, a menudo nos convertimos en predictores del pasado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Hola Fernando Solera:
    Lo de las máscaras con las que salimos a la calle me ha parecido una imagen fantástica. Tanto, que la uso a menudo para explicar porqué gustándonos las rubias acabamos casándonos con las morenas y cosas por el estilo. Bromas aparte, es verdad que parece que nuestro mayor empeño consiste en llevarnos la contraria a nosotros mismos y claro, eso cómo no va a generar neurosis.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Hola Astrid:
    Ya nos contarás qué te ha parecido. Sólo espero que tengas tarifa plana jeje.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Hola Cristalook:
    Un placer tus visitas, como siempre. Este mes la bitácora vendrá llena y espero no defraudar. Respecto a lo otro, dices una gran verdad pero para eso hay que sufrir un cambio de inercia que si no es buscada, mejor. Tú ya me entiendes ;-)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Hola Katy:
    Como bien sabes, conocernos a nosotros mismos es un ejercicio que lleva tiempo y paciencia. Hay quien no lo logra nunca y acaba aceptando desempeñar un personaje que no es él mismo. Normalmente, rara vez alcanzan la felicidad o dicho de otro modo, creo que sólo son felices aquellos que se aceptan como son.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Hola Josep Julián!

    Encantada de conocerte a través de Diego Martos. Poder seguir tu blog me parece altamente interesante, especialmente cuando lees artículos que te golpean dentro como: "Asumiendo el cambio". Descubrirnos puede ser l'aventura mejor de nuestro vida, conocer nuestra magia, creatividad y alegría genuina nos abre un universo de posibilidades personales.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  19. Hola Silvia:
    Sé bienvenida a esta casa y más si traes tan buena recomendación. Ya sabes que el coaching admite muchas definiciones pero a mí la que más me gusta es considerarlo como un espacio de sanación.
    Recibe un caluroso abrazo y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  20. Gràcies, gràcies, gràcies.

    Una abraçada,
    Rosa

    ResponderEliminar
  21. Preciosa entrada, Josep. Nada más importante que ser nosotros mismos y transformarnos desde dentro para ser lo mejor de nuestras esencia.

    Me reincorporo después de mis largas y espléndidas vacaciones. Esta joya de video me lo guardo , que me sirve para mi trabajo.

    UN fuerte abrazo, amigo

    ResponderEliminar
  22. ¿Que tal Josep...?, mucho tiempo sin aparecer por aquí, ¿eh...?, pero bueno de nuevo me asomo. Creo que la misma amiga me ha enviado el mismo enlace, son dos horas..., ya, pero parece que ante una nueva situación, ante un cambio de rumbo vital drástico aparece ese cambio, y eso es algo que me tortura, ¿porque solo cambiamos ante esa situacion drástica...?, ¿porque no somos capaces de hacerlo por el camino de la reflexion...?, imagino que habrá miles de personas que podrán hacerlo, a mi me cuesta.A veces también me angustia la posibilad de que no exista otra forma de ver la vida salvo la del mismo momento en que lo pensamos.
    Bueno Josep, a ti que te gusta tanto el mar, a ti que observas esas olas de la cabecera..., puede que te toque lidiar con la Tormenta Perfecta..., ya te dije un día que esa foto tuya hecha en el mar me encantaba, destilaba energia.
    Un abrazo Josep.

    ResponderEliminar
  23. Hola Rosa:
    Veig que t'ha agradat. Ara tens l'encarreg de fer-ho arribar a qui estimis.
    Una abraçada.

    ResponderEliminar
  24. Hola Myriam:
    Me alegro de que pueda serte de utilidad. La verdad es que tengo la sensación de que estos regalos tienen un efecto multiplicador que le dan más valor. Bienvenida a casa.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  25. Hola Bicipalo:
    Pues sí, esto seguramente te ha llegado de una amiga común. Me alegro muchísimo de volver a leer un comentario tuyo, de verdad. No sé responderte a lo que preguntas, pienso que los cambios profundos son más contundentes si llegan en situaciones limite porque seguramente en esos casos se inhibe la racionalización y el saboteador que todos llevamos dentro, pero quien sabe, cada persona es distinta. Lo importante es sentirse vivo y responsable, nunca víctima ;-)
    Un abrazo enorme, Pedro.

    ResponderEliminar
  26. Bueno, por fin la he visto. Deliciosa. Y sí, me la llevo, jeje

    ResponderEliminar
  27. Que hermosa publicación para aya vamos todos.

    ResponderEliminar
  28. Sólo felicitar al redactor del texto. Una idea clásica, de las de siempre, pero brillantemente expuesta.
    Artículos como este contribuyen a mí insomnio jajajaj

    ResponderEliminar
  29. Un poco largo el enlace pero merece la pena. Os animo a verlo a los que aún no lo hayan hecho.

    ResponderEliminar
  30. Did you realize there is a 12 word phrase you can communicate to your crush... that will trigger deep feelings of love and instinctual appeal to you deep inside his chest?

    That's because deep inside these 12 words is a "secret signal" that triggers a man's instinct to love, admire and protect you with his entire heart...

    12 Words That Fuel A Man's Desire Response

    This instinct is so hardwired into a man's genetics that it will make him try harder than before to do his best at looking after your relationship.

    Matter-of-fact, triggering this powerful instinct is absolutely essential to getting the best ever relationship with your man that the instance you send your man a "Secret Signal"...

    ...You will soon notice him open his heart and mind to you in a way he haven't expressed before and he'll perceive you as the only woman in the galaxy who has ever truly fascinated him.

    ResponderEliminar