Este es un loro especial, como podréis comprobar en este video. A pesar de que su aspecto no es llamativo sino más bien tirando a soso, dentro de sí encierra unas capacidades que, con el debido entrenamiento, afloran. Por eso su dueña y adiestradora le llama Einstein.
Para ello ha sido necesario que los talentos de que disponen uno y otra se hayan puesto al servicio de algo en común. Han precisado confiar mutuamente en el otro. El trabajo en equipo esencialmente se basa en el concepto de asociarse y más concretamente, estar dispuestos a asociar los respectivos talentos para lograr un objetivo que satisfaga a todos a través de la motivación.
¿De cuántas cosas seríamos capaces si estuviéramos dispuestos a reconocer el talento en el otro?
Esto sí que es gestión del talento y no lo que nos venden por ahí.
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