9 de octubre de 2009

Transparencias

Empiezo este artículo preguntándome si puede hablarse de transparencias buenas y malas. Sí, me digo, por supuesto. Un ejemplo de transparencia buena sería la de los árbitros que cuanto menos se nota su presencia en el terreno de juego, mucho mejor para todos. Por el contrario, una transparencia mala sería la del padre ausente en la infancia de sus hijos. La transparencia, pues, es una cualidad dual, como muchas otras cosas de la vida.
Recuerdo una inolvidable novela que luego fue llevada a la pequeña pantalla de mano de la prestigiosa cadena Granada, “La Joya de la Corona” de Paul Scott, emitida en 1985 en nuestro país en formato de serie. Quizá algun@s la recuerden o hayan leído el libro que, a pesar de su volumen y después de lo de la trilogía de Milennium, tiene la misma levedad que un aperitivo.
El personaje central de la novela -no tanto en la serie- es Ronald Merrick, un atormentado oficial destinado en la India en los estertores finales de la dominación británica que ve como su mundo se desmorona al mismo tiempo que su carrera. En una de las muchas escenas corales de la serie, Merrick suelta una frase memorable a la mujer a la que ama en un secreto a voces: “parece que soy transparente para usted” y acto seguido, la dama le deja plantado y se marcha en busca de un canapé que llevarse a la boca y de una conversación más agradable y menos comprometida. La reacción del oficial no se hace esperar, se va al cuartel y la emprende a trompazos con unos cuantos hindúes sediciosos hasta calmarse y recuperar el aplomo y la flema británica.
Estos días observo una creciente preocupación por eso de la (mala e indolente) transparencia. He recibido un powerpoint en el que se ve a una niña china recién nacida y muerta tirada en medio de la calle ante la completa indiferencia de todo el mundo que pasa a su lado; Ginebra, en su blog, relata la historia de una inmigrante embarazada que se siente indispuesta sin que nadie le pregunte qué le pasa o que acuda en su auxilio; Cubelli en el suyo, nos relata otra historia de transparencias… y no sigo, aunque hay un montón de ejemplos similares en la red y en la vida.

Qué estaremos haciendo mal, me pregunto. En estos tiempos de crisis, los proveedores son transparentes para los clientes, los maestros para sus alumnos, los pobres para los más afortunados. Hay magníficos blogs que no reciben visitas, fantásticas oportunidades que pasan desapercibidas, muy buenas causas o proyectos que se consumen por falta de seguidores o un mínimo entusiasmo. La transparencia, como manifestación de la indolencia más pavorosa, nos está invadiendo poco a poco como una enfermedad grave que mata sin avisar y que, por desgracia, no puede curarse sólo con la ingesta sistemática de Actimel y bifidus activus.
Lo que subyace a flor de piel, tampoco es necesario llegar al fondo de la dermis para dar con ello, es el individualismo que aparece en toda su amplitud en dos momentos opuestos de la vida: cuando las cosas van muy bien o cuando van muy mal. Dado que estamos en horas bajas no es de extrañar que mucho de lo que vemos a nuestro alrededor no nos guste y hagamos como si no existiera convirtiéndolo en transparente a nuestros ojos aunque lo tengamos delante de nuestras narices.

De lo que no parece que nos demos tanta cuenta es que cada vez que hacemos eso, alguien nos señala con el dedo y como Merrick, algún día la emprenderá contra nosotros. Es sólo cuestión de tiempo.

41 comentarios:

  1. Hola Josep Julián tu post me invita a reflexionar y lo primero que me sale es una confesión transparente, te explico:

    1.- Escribo en mi blog de manera abierta y disponible al mundo como medida y efecto para mi y no tanto para amigos y coachees.

    2.- Que hay una indolencia respecto a asuntos sociales y humanos es clarisimo. El consumo y el "ruido mediático" alimenta esa indolencia.

    3.- Sólo sé contar en mi vida con las transparencias buenas de los hechos, el resto es un bluff de intenciones para entrar en el buenismo.

    Por último y desde la creatividad necsaria(incluidas las de la moda)la transparencia de compartir tus ideas conmigo me invitan a la reflexión de ser más transparente.

    Gracias

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  2. Te cuento que aquí en Venezuela esa palabra tiene una connotación adicional. Un celebrado presidente del CONSEJO ELECTORAL, se refirió a unas elecciones, donde había salido ganador el actual régimen, que "habían sido hechas con total tramparencia (sic) obviando la "s"...¡Tendrá razón!

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  3. Josep Julian:

    Un post interesantísimo para reflexionar. Yo ya no se si hay transparencia buena o mala. Me dejo llevar por mis percepciones o intuicion para calsificarlas u ordenarlas. o que si tengo claro, como apuntas,es que estamos haciendo algo mal. Tambíen creo que se está prodcuiendo una revolución social (tan importante como lo fue el Renacimiento o la ilustración) que cambiará muchas cosas, auqnue ahora haya más métodos para evitarlo.

    Los que escribimos blogs por ejemplo nos exponemos a un juicio diario. Nuestra credibilidad o transparencia vendrá determinada por lo que realmente somos. Precisamente llevo varios días dándole vueltas a un asunto sobre el día 23 en Barcelona que te comentaré en unos días.

    Un abrazo y enhorabuena por dar otra vez en la diana.

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  4. Según el crecimiento, nos volvemos más opacos, a quién aún no nos atrevemos a desnudarnos por completo, cuando éramos tránslucidos, éramos desvalijados de nuestros secretos...
    La transparencia literal, queda como el cristál rayado....


    Abrazos....

    P.d.
    Juraría que en desaprender dejé estela,
    olvidaría algo, seguro....

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  5. El miedo construye demasiados muros de indiferencia. Y creo que de eso construimos bastante en este país.

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  6. 'denso' me ha salido en la palabra de verificación!!!
    De transparente nada!!!

    :)

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  7. Magnífico comentario. Estoy de acuerdo. Resulta lamentable que nos estemos volviendo indiferentes ante la rutina de ciertas imágenes o acontecimientos. No sé si es nuestra condición humana, pero deberíamos despertar de una puñetera vez ante tanta inmoralidad.

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  8. Más que transparentes, que permitiría que vieran a través de nosotros como agua clara, nos estamos volviendo "invisibles", pensando como el refrán que dice "ojos que no ven, corazón que no siente".
    Creo que hemos dejado de "ver y sentir" para solo mirar y, si puede ser, de reojo, que no se nos note mucho.
    Un abrazo, Josep

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  9. Hola, Josep:
    Creo que nuestro nivel de transparencia (sea buena, mala o en la escala de grises que prefieras) viene determinada por nuestros prejuicios. Ahora bien, cuando tenemos que percibir la transparencia de nuestro entorno, cuando llevamos a cabo nuestra introversión de coraza, la transparencia clara y cristalina que se nos presenta ante nuestras narices (sin engaños, oiga, es que es así, es que no hay trampa ni cartón, ni presuntas intenciones engañosas: es que la niña está muerta) la convertimos en opaca por nuestra insensibilidad, comodidad, intereses, cobardía... y la ponemos del color que nos interesa. Y entonces, si decidimos mirarla, la interpretamos a nuestra conveniencia. En otras ocasiones, decidimos no mirar. Al fin y al cabo es lo que ha dicho María pero en mi caso, con más rollo.
    Estupendo post, Josep.
    Un abrazo.

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  10. Quizás es por el efecto OBAMA, pero me niego a esperar a que me vean, y lo que hago es mostrarme. No se si me explico.

    Si me siento o me percibo transparente a los ojos de alguien, y considero que es importante, para mi o para mi interlocutor, o para la relación, que me vea, y si al hablar no logro que me escuche, pues grito.

    Si mi blog no es atractivo, no recibe visitas y mi objetivo es compartir, tendré que cambiar de estrategia, de promoción, elegir otros contenidos, cambiar el formato, etc.

    Bucay utiliza la regla del OSO. Si quieres algo Obtenlo. Si no lo puedes obtener, Sustituyelo. Y si no lo puedes sustituir, Olvidalo. No voy a gastar energías en el círculo de preocupación y las voy a invertir y dedicar en lo que sí tengo influencia.

    Incluso en las situaciones más duras, injustas, dolosas, con pocos recursos, conocemos la existencia de personas que con una actitud protagonista hacen todo lo posible por lograr sus sueños u obtener otros resultados. ¿Qué nos lo impide a los demás? ¿El miedo a la libertad como dice Fromm?

    Si la imagen del bebe muerto me parece cruel e insensible, solicito a quien me la envió que no me remita contenidos parecidos, y por supuesto no lo hago público entre mis contactos, ni siquiera para criticar la insensibilidad del vídeo o foto en cuestión.

    Querido Josep Julian, dices mal que te preocupan estas "transparencias generalizadas". Con tus comentarios -que provocan nuestras reflexiones- ya estás dedicando energías a cambiar esta situación. Gracias por ello.

    Yes weekend (por fin y a disfrutarlo).

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  11. Hola Josep, tu post me evocó el Ensayo sobre la ceguera. Pues eso que entre transparencias y cegueras, seguras las bofetadas.
    Un abrazo.

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  12. uish, que entradón.
    Me pregunto qué estaremos haciendo mal...o mejor dicho, que tendrá de mal el ser humano. Son nuestros errores los que nos llevan al olvido de los débiles, a omitir lo que no nos reporte algún beneficio...O es nuestra naturaleza la en definitiva lo provoca. Es aterrador pero según pasa el tiempò, mas certeza tengo de lo segundo.
    Tu entrada es sencillamente excelente.

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  13. Hola Diego:
    Reflexionar es uno de los ejercicios más sanos que conozco y, enlazando con lo que dices, los blogs son una invitación a ello. Uno reflexiona para sí mismo y pone los resultados a la vista y al servicio de quien quiera utilizarlas.
    El buenismo me parece igual de inutil que la abstención, porque no compromete más allá de la actitud contemplativa.
    Vuelvo al principio. La reflexión si no desemboca en acción de poco sirve.
    Muchas gracias por tu aportación y un saludo.

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  14. Hola Alí:
    Aquí en España la "tramparencia electoral" viene dada por la Ley d'Hont y su criterio de reparto de escaños, pero más allá de eso no se conoce más "tramparencia" que esa.
    Un saludo.

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  15. Hola Fernando:
    A su vez, tu reflexión también me ha precido muy buena. Mi impresión, al hilo de lo que dices es que sí hay una buena y una mala. Sobre la buena seguramente también habrá que dedicar algún post de aquí a un tiempo, pero ahora la que más me preocupa es la otra.
    Coincido asimismo en que vivimos un cambio de modelo social, un nuevo Renacimiento, como dices, del que sólo estamos en el momento de las contracciones del parto pero del que seguramente veremos sus primeros años de vida. Ese cambio está preñado por un agotamiento de los valores del actual y las contracciones las motiva la crisis económica. Igual que los del románico no entendieron que era eso del gótico y los de la Edad Media poco podían comprender qué era eso del Renacimiento, nosotros asistimos al alumbramiento de un cambio sin precedentes. El hecho de que a Obama le hayan concedido el Nobel de la Paz a los nueve meses de mandato es un hecho anómalo bajo el análisis de la sociedad de la que venimos pero quien sabe si es otra de las contracciones de parto a las que me refiero.
    Aguardo con mucho interés tus noticias y lo que tengas que decirme.
    Un abrazo.

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  16. Hola Erik:
    Salvo error, no veo que en mi anterior post recibiera comentario tuyo, aunque a veces los envíos fallan, pero aún estás a tiempo.
    Respecto a lo que comentas, lo que dices se asemeja mucho a la idea del pudor que yo no puedo criticar sentir, como indico en las notas sobre el autor que incluyo en mi blog, pero sí creo que se puede combatir. En cualquier caso, depende de la motivación que tengas para mostrarte y del grado de compromiso que uno quiera imprimir a sus actos, aunque hay que respetar los tiempos de cada cual.
    Muchas gracias por tu aportación y un saludo.

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  17. Hola Gabi:
    Sí señor, el miedo es lo que nos hace andar con las orejeras y no mirar a lo que sucede. Miedo a la pobreza, a la enfermedad, al desamparo y a un largo etcétera.
    Y ya tiene guasa que tu comentario a la transparencia haya sido validado con la palabra denso. Vivir para ver ;-)
    Un abrazo.

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  18. Hola Rafa:
    Bienvenido a esta casa y muchas gracias por tu aportación. Tú, como fotógrafo, sabes perfectamente la potencia que tienen las imágenes para crear reflexión, pero una hueca sino la que nos movilice no un instante, sino de forma continuada.
    Gracias de nuevo y espero verte por aquí siempre que quieras.
    Un saludo.

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  19. Hola María:
    Me gusta la traslación que propones de transparentes a invisibles. Usemos transparentes cuando no queramos hacernos notar e invisibles cuando no queramos reconocer lo que vemos y así igual llega el día en que ya no se verá a nadie.
    Muy buena reflexión. Un abrazo.

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  20. Hola Germán:
    De rollo nada, porque tienes razón y amplía el comentario de María. Fíjate en la foto que ilustra la entrada, ahí no hay transparencia pero sí cuatro cisnes con la cabeza por debajo del agua como diciendo, no estoy.
    Muchas gracias, como siempre, por tu reflexión que seguramente habrías podido ilustrar con tu experiencia en el geriátrico de este verano. Si la realidad no nos gusta y nos toca de demasiado cerca, pues la aparcamos en un asilo y a otra cosa mariposa.
    Un abrazo.

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  21. Hola Visi:
    Entiendo perfectamente lo que dices en relación a que cuando a uno no le ven y tiene interés en que le vean debe hacer notar su presencia. Eso es así, aún a costa de que te pase eso de que te contesten "ya he entendido tu punto de vista" que equivale a "ya cállate, que lo que tienes que decir no me importa un comino".
    No me gusta recibir powerpoints que me incomoden, como el de la niña, pero no voy a prohibir a nadie que me los mande y eso por una sencilla razón: porque me hacen pensar, igual que lo que yo pretendía con este y otros post... y los que espero seguir escribiendo. Lo único que no hago es reenviarlos, porque no es mi estilo y prefiero otros medios como los que comentas.
    Muchas gracias por tu comentario que, como siempre, está lleno de pasión por las cosas que te mueven. Y que no decaiga.
    Muxu's.

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  22. Hola Antígona:
    Qué buen libro evocas, el ensayo sobre la ceguera, nada menos. Sí, señora, entre pitos y flautas, por activa y por pasiva, pronto nos encontraremos que nadie reconoce a nadie más que a sí mismo.
    Gracias por tu aportación.
    Un abrazo.

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  23. Hola David:
    El dilema que propones ya sabes que estuvo en boga en términos filosóficos y por lo visto el deabte sigue vivo.
    Mi formación humanista me impide aceptar que el hombre sea malo por naturaleza, aunque eso no impide que tenga sus debilidades, en este último siglo alimentadas por la codicia impuesta por el estilo de vida, la publicidad, etc. y combatida sólo con bellas frases y algún ejemplo inspirador.
    Cuando nos referimos a los buenos (hay tantos) Gandhi, Luther King, etc. en realidad lo que hacemos es reconocer que no estamos dispuestos a seguirlos y mucho menos a imitarlos. Esos sí que daban miedo, tanto, que los asesinaron porque apuntaban con sus obras a nuestra propia conciencia.
    Un saludo y muchas gracias por asomarte.

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  24. Josep,extraordinario tema..!

    Te diré que la buena y la mala transparencia la intuimose e influye en nosotros..de forma positiva o negativa.. en tanto en cuanto,nosotros seamos conscientes de nuestra propia transparencia..

    Por ejemplo, soy consciente de que exponer mis poemas.. es la mejor forma de comunicarme con vosotros y viviros..Vuestros escritos y poemas son a veces magistrales y he de reconocerlo con humildad y sinceridad.. Ello me ayuda a superarme continuamente..tanto conociendo mis límites,como valorando en todo momento a los que me rodean.. en ese intercambio que nos enriquece a todos.

    A partir de ahí veo con más claridad la transparencia de unos y de otros.. Y por supuesto me quedo siempre con la buena..

    Mi felicitación por esa vocación y dignidad que late en todos tus posts,amigo.

    Mi abrazo siempre.
    M.Jesús

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  25. Transparencia... Visión con miopía galopante...

    Ante la muerte inocente o su sufrimiento, la necesidad ajena, la vejez y la nuestra futura, los abusos sobre la niñez...

    Reflexión y reflejo de seres más envilecidos que humanos.

    Transparencia o tortícolis, lo mismo da.

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  26. La mente humana tiene la capacidad para "olvidar" ciertos sucesos , no querer ver lo evidente, crear una nueva realidad, donde lo incómodo no tiene cabida. La solidaridad implica responsabilidad, trabajo, esfuerzo y la sociedad avanza por la ley del mínimo esfuerzo. De qué nos asombramos? Como decís hay Ghandis, Luther King, y muchos más, afortunadamente, pero tan pocos que se destacan entre la multitud. Qué hacer para que eso cambie? Quizás nos tendríamos que fijar más en la Naturaleza y en los seres que comparten con nosotros este planeta. Volver al orígen de todo y reconocer que nos necesitamos los unos a los otros. No hay más transparencia ni opacidad que la que nosotros creamos. Buen tema Josep Julián! :)

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  27. Hola María Jesús:
    Muchas gracias por tus palabras que denotan una alta cuota de sensibilidad. Cada uno desde el frente que le es más propio debe empuñar el arma que tiene a mano para combatir esa insensibilidad que poco a poco se va apoderando de nosotros.
    Tu estímulo siempre es muy bien recibido.
    Un abrazo.

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  28. Hola Carlos:
    Sé bienvenido a este rincón. Hace poco vi una película en la que, ante una catástrofe colosal, las personas trataban de huir dejando atrás incluso a los suyos. Se descubrió que ese comportamiento era producto de un virus que habían inoculado en el agua para ver cómo reaccionamos los humanos en situaciones extremas. Lo que me pregunto a veces es si ese hipotético virus es más real que ficticio.
    Un saludo y muchas gracias por pasarte por aquí espero que la primera de muchas veces.

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  29. Hola M.:
    Veo que coincidimos tanto en el análisis como en la solución. Hay que volver a los orígenes, donde quiera que estos estén y en estos momentos que zozobra con mayor motivo, porque lo que está en juego es demasiado importante.
    Un saludo y gracias de nuevo.

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  30. Muy interesante este llamado de atención que nos haces Josep bajo el título de transparencias, que yo más bien entiendo como indiferencia. Esta actitud de insensibilidad que, intensificada, puede conducir a la alienación de uno mismo y la paralización de las más hermosas potencialidades de crecimiento interior y de autorrealización.
    La indiferencia es a menudo una actitud autodefensiva, que atrinchera la persona por miedo a ser menospreciado, desconsiderado, herido, puesto en tela de juicio o ignorado. Unas veces la indiferencia va asociada a una actitud de prepotencia o arrogancia, pero muchas otras es de modestia y humildad.
    En otros casos la indiferencia sólo es una máscara tras la cual se oculta una persona muy sensible que se auto defiende por miedo al dolor. La indiferencia puede resultar tentadora. En ocasiones, incluso seductora. Resulta mucho más fácil apartar la mirada de las víctimas o de lo que no nos interesa. Es mucho más fácil evitar estas interrupciones a nuestra cotidianidad-comodidad, nuestros sueños y nuestras esperanzas. A fin de cuentas, es extraño y pesado implicarse en el dolor y la desesperación o sencillamente en los asuntos de los demás.
    La indiferencia es siempre amiga del enemigo, puesto que beneficia al agresor, nunca a su víctima, cuyo dolor se intensifica cuando la persona se siente olvidada. El prisionero político en su celda, los niños hambrientos, los refugiados sin hogar… No responder a su dolor ni aliviar su soledad ofreciéndoles una chispa de esperanza es exiliarlos de la memoria humana. Y al negar su humanidad, traicionamos la nuestra.
    La indiferencia es una epidemia cada vez más extendida. Todos somos portadores de este virus que nos inmuniza ante el daño y el desgarro que generan imágenes y circunstancias del día a día.
    Un cariñoso saludo y una buena semana para ti.

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  31. Bueno, creo que has dicho con absoluta claridad algo que muchas veces nos ocultamos a nosotros mismos, que no queremos ver.
    ¡Touché!

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  32. Hola Belkis:
    Cuando dices que la indiferencia siempre juega a favor del enemigo tienes razón. Es lo que decía en una de las respuestas a un comentario sobre esta entrada en relación al buenismo. Una y otro son actuaciones abstencionistas y por eso siempre juegan a favor del enemigo en tanto restan potencia de combate.
    Es verdad también que en muchos casos la gente se muestra indiferente porque se siente débil o teme las consecuencias de implicarse. Vemos eso cuando hay una riña y nadie acude en auxilio a pesar de que todo el mundo mira la escena con pavor. Pero no quiero justificar a nadie.
    Hace pocos meses tuve un leve accidente de moto en el que fui a dar en el suelo. Como mi moto es grande no podía sacármela de encima y enseguida acudió mucha gente a auxiliarme que, en cuanto les dije que estaba bien se fueron a sus cosas. Hasta ahí normal. En el accidente se vio implicada otra moto cuyo conductor se llevó una fuerte contusión. Alguien llamó a la policía y a una ambulancia que aparecieron por allí de inmediato. Cuando preguntaron qué había pasado, reconocí a algunos que nos habían ayudado, pero nadie quiso corroborar lo que decíamos que había sucedido, que el causante del accidente se había dado a la fuga.
    Muchas gracias por tus comentarios y por tu habitual presencia.
    Un abrazo y feliz fiesta.

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  33. Hola Javier:
    Pues si tú, que escribes en tu blog poniendo el dedo en la llaga estás touché, fíjate lo que debe haber por ahí.
    Un saludo, amigo.

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  34. Hola Josep, he estado ausente y no he podido visitarte. Lo hago ahora, espero me disculpes.
    Efectivamente somos transparentes o invisibles (que yo creo que es peor) a los ojos de los demás, en muchos casos y la indolencia campea en nuestras calles y plazas, en todos los rincones...
    No ´sé cuando ha ocurrido, aunque me hago una idea, y que nos deparará, pero intuyo que nada bueno y que, o ponemos remedio, o el barco de la conciencia y los valores se hunde para siempre en el fondo del olvido colectivo y si esto sucede imperará la ley de la selva, ni no lo ha hecho ya...
    Agradecida porque me hayas citado.
    Besos de regreso

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  35. Hola Josep..., has sido muy elegante y cuidadoso al no pronunciar la palabra, algo mas dura y directa que trasparencia..., yo diría indiferencia. La indiferencia nos evita actuar, reaccionar, implicarnos, intervenir...,en aquello que podamos ver injusto de desdeñable. En otro post hablabas, Josep de la implicacion en los problemas de los demas, en hasta donde debemos tender la mano, hasta donde debemos interenir. Creo que parte de esa trasparencia creciente se debe a la compeljidad cada vez mayor de nuestra sociedad, cada vez se crfean situaciones mas anomalas, gente que se queda sin trabajo, que no llega a fin de mes o ¿proque no...?, o la visión de violadores en libertad, al haber cumplido esas curiosas condenas que les imponen aun a sabiendas de que no está rehabilitado. ¿Podemos luchar contra eso...?, ¿contra todoas las incogruencias de nuestra cultura social...?,¿tiene sentido que en los telediarios se mezclen noticias sobre la obesidad infantil o sobre las afecciones coronarias mientras en la siguiente se aclaman las esquisitecds de la cocina molecular o de diseño...?. Esa trasparencia que nombras, Josep, no es ni mas ni menos que la representación d ese individualismo, que tambien nombras, del egoismo, de la doble moral, de la falta de principios y de la ausencia de nobleza o empatia..., valores, que la educacion paterno-materna actual, esa que se imparte en las familias en la que los hijos son colegas y no hijos..., no fomenta, sería costoso, habria que sumar horas a la educacion de los vastagos y quitarsela a la de los papas y de las mamas...., trabajadores ambos, desde luego.
    Creo tambien que esa trasparencia es un mecanismo de defensa, a diario nos llueven noticias horribles, desde ese autobus que ha volcado en una aldea perdida en la India hasta la mujer acuchillada en cualquier ciudad de España..., al final, ese alud de calamidades no hacen mas que agriarnos el caracter..., al final, simplemente, creamos una coraza como lo hace un forense o un policia.
    Saludos Josep.

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  36. Hola Josep
    Yo no he estado ausente como Ginebra, pero si he sido "transparente" para ti, en tu blog.
    Eso que significa? Significa que no me importan tus reflexiones, significa que no me incumben tus llamadas de atención? significa que lo que aqui se comenta me es indiferente?... No, absolutamente no!
    Sin embargo, a veces, es lo que parece.Como a una gran mayoría de gente, a mi no me gusta actuar de manera transparente, y a pesar de ello actúo.
    Para mi ese es el quid de la cuestión:
    como ejecutar las palabras que, o bien exteriorizamos en lenguaje escrito, o bien en lenguaje oral. Ahora bien, porque no lo hacemos?, por que solo teorizamos sobre ello?, quizá la respuesta esté en el análisis de la actuación de la gente que presenció tu accidente.
    Por cierto aprovecho para decirte que a lo largo de este mes y a pesar de mi "transparencia" me han gustado tus entradas en el blog, quizá las transparencias a veces son actuaciones motivadas por la falta de sincronización con el momento.
    Te mando un fuerte abrazo

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  37. Hola Ginebra:
    Nada que perdonarte, faltaría más. Para aquellos que hayan leído tu entrada no hará falta mayor comentario y para los que no lo hayan hecho todavía, quizá sea un buen momento para que se decidan.
    Besos para ti también.

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  38. Hola Pedro:
    Aunque yo no utilicé la palabra indiferencia en mi entrada, otros lo han hecho en sus comentarios porque en realidad, es equivalente. Usé transparencia porque es la que utiliza Merrick en La Joya de la Corona que me parece igualmente fuerte. Cada vez que no estamos presentes cuando se nos espera, cada vez que pasamos de largo, que aplicamos aquello de que el no aprecio es el mayor desprecio, nos hacemos acreedores a que algún día un Merrick al que hemos ofendido nos atice un buen sopapo bien a nosotros o a alguno que no tenga la culpa de nada.
    Muchas gracias una vez más por tu aportación y ya sabes que todo cuanto dices me hace pensar mucho.
    Un saludo.

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  39. Hola Maite:
    Sea por lo que sea, en esta ocasión no has sido transparente, de lo cual me alegro.
    Como sabes, la sincronía o su ausencia es una cuestión más de las que intervienen en las relaciones personales, incluso en aquellas que aparecen y desaparecen sin razón aparente.
    Un abrazo también para ti.

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  40. Hola Josep,

    Coincido con tus lectores en la calidad de la reflexión a la que nos invitas. Me ha inquietado (y mucho) el final de tu post, que como cabía esperar me deja más preguntas que respuestas. Así que, de entrada, gracias.

    Partimos de que la transparencia del árbitro es buena, así que hace bien si tiende a ella. Me pregunto si él la quiere; o, para ser más claros, si la ha de querer siempre. Intentaré explicarme...

    ¿Es el miedo al dedo señalador lo que nos debe mover? ¿Es el miedo a la reacción de la masa lo que hace que el árbitro quiera ser transparente? ¿Es entonces buena su transparencia? ¿O debe hacer lo justo, aunque la masa no sepa reconocerlo?

    Y desde el otro lado: Visi en su comentario nos da una pista cuando no queramos ser transparentes: nos propone "cambiar de estrategia". ¿Hasta qué punto? ¿Dónde está el límite, si es que hay alguno, a partir del cual empezamos a mostrar lo que ya no somos, con tal de mostrarnos? No es el bebé el que se muestra, es es otro el que nos hace llegar la foto. El hecho de que nos retuerza los hígados ver al bebé muerto, ¿nos acerca a su realidad, o nos aleja más aún? ¿Qué querría el bebé: conmovernos, o asquearnos? ¿Y qué consigue el mensajero? Volviendo al dedo de Merrick, si la pobreza no me es transparente por miedo a la revolución, ¿acaso se puede afirmar que soy generoso?

    Muchas gracias por la oportunidad de pensar y comentar, y un saludo muy cordial,

    Jaime

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  41. Hola Jaime:
    Ante todo quiero darte la bienvenida a este espacio con el deseo de que te pases por aquí siempre que quieras para dejar tus puntos de vista. Como ves, aqui los debates son intensos y muchas veces más interesantes que las propias entradas.
    Son tantas las cuestiones que planteas que probablemente no baste una simple respuesta, pero aún y así intentaré dar cumplimiento a todas ellas.
    Desde mi punto de vista la transparencia del árbitro es buena en la medida en que no quiera convertirse en protagonista. Su trabajo consiste en señalar las faltas, certificar la validez de los goles y no esconderse en las jugadas conflictivas. Lo que exceda de eso implica una sobreactuación a la que no está convocado. Y es por eso que es tan difícil y desagradecido arbitrar, por lo que quien lo hace bien merece que se le reconozca al menos en el Estudio Estadio.
    La cuestión que plantea Visi es que cuando a uno no le ven y no quiere pasar desapercibido debe de cambiar la estrategia y hacerse notar. Nada que objetar, excepto en el caso de que su presencia no fuera deseada y si es así, más vale que se lo digan cuanto antes.
    Lo de la imagen del bebé creo que es deleznable desde todo punto de vista. Lo que él seguramente quisiera es no haber muerto y que se le hubiera dado una posibilidad de desarrollarse como persona y como mujer porque no sé si lo mencioné, pero era niña, una más de las niñas indeseadas de China.
    Y en cuanto al dedo acusador de Merrick no me planteo si está o no libre de culpa y si, por tanto, tiene autoridad moral para acusarnos. Lo que sí sé que es que me señala y no le falta razón si soy culpable.
    No me tomes por simplista en las respuestas, es que me falta espacio y estoy seguro de que tendremos ocasión de seguir debatiendo en nuevas oportunidades.
    Lo dicho, muchas gracias a ti por asomarte y por dejar huella de tu pensamiento. Un abrazo y hasta pronto.

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