En estos tiempos se habla mucho de la diversidad. Todo el mundo quiere diferenciarse, lo cual parece lógico. A quién le interesa un producto o un servicio que no esté pensado “sólo” para él. A casi nadie, siempre que hablemos de eso, de productos y servicios. Hace muchos años que la banca y la industria trabajan bajo premisas de segmentación de clientela = diversidad, tantos, que sin habernos dado cuenta han pasado más de treinta años desde que este concepto de marketing impregna todo lo que consumimos.
No es nada nuevo que en función de que hablemos de empresas o particulares, y dentro de éstos dependiendo del patrimonio que se tenga, acudamos a una sucursal u otra del mismo banco o a bancos distintos. Tampoco es novedoso el hecho de que los fabricantes de automóviles pinten los coches de unos colores u otros en función del país donde vayan a venderse. Nada tiene de especial que cuando uno va a comprarse un traje a El Corte Inglés la misma talla tenga tres largos distintos y así en tantas y tantas cosas. Eso no nos molesta, todo lo contrario, porque asumimos que todos ellos tratan de adaptarse a nuestra "propia” diversidad y a veces hasta lo consiguen.
La diversidad se ha instalado en nuestra sociedad de un modo omnipresente. Hablamos de bio-diversidad, de socio-diversidad, de multi-culturalidad, etc. Claro que a veces el subconsciente juega malas pasadas a los que eso de la diversidad les pilla instalados en la posición dominante, ahora amenazada. Pienso en la reciente sentencia que obliga a retirar los crucifijos de las escuelas en Italia, en las batallas por el velo de las niñas musulmanas en las escuelas, etc. Se diría que sí queremos la diversidad siempre que ésta respete nuestro estatus y no amenace nuestra consolidada forma de vida resolviendo los conflictos que surgen por ello a cada instante invocando el respeto a la cultura residente y si eso no basta, las leyes. Y si las leyes no bastan pues a palos.
Ciudades que antes se enorgullecían de su particular idiosincrasia hoy ven como cada vez más se parecen a pequeñas sucursales de la ONU en cuyas calles se habla un sinfín de lenguas y cuyos habitantes son de todos los colores. Incluso en algunas de ellas hay colonias nacionales tan extensas y cada vez más organizadas que ya están a punto de ocupar barrios enteros en los que su posición es dominante. Nada nuevo bajo el sol, por otra parte, que bien que nos gusta visitar las pintorescas Litte Italy o Chinatown cuando viajamos a Nueva York, por ejemplo. Pero ojo, que no es lo mismo, dirán algunos.
Hasta que se jubiló, una tía mía regentaba un comercio de comestibles que abría en domingo, lo cual le originó unas cuantas multas gubernativas y amenazas de boicot de otros tenderos. Hoy en día ese mismo comercio está regentado por pakistaníes que abren casi veinticuatro horas al día siete días a la semana y no pasa nada. No sólo no hay multa sino que el día que no abren nos preguntamos si se habrán puesto enfermos o si han echado el cierre definitivo porque son nuestra tabla de salvación para las compras de conveniencia si se nos ha olvidado algo del super.
Ni que decir tiene la cantidad de cosas que sólo compramos en las tiendas de “los chinos” en detrimento del comercio tradicional. Veis, a ese tipo de cosas no ponemos ningún reparo, al contrario. ¡Que espabilen! ¡que aprendan! ¡que se diversifiquen! decimos a voz en grito. Pero de ahí a que vivan todos en el mismo barrio hay un abismo, nos están colonizando, me decía una vecina de mi madre el otro día y clienta habitual de los todo-a-cien.
El esfuerzo mental, emocional y cultural que supone la aceptación de lo diverso es considerable porque, al mismo tiempo que supone la introducción más o menos a calzador de costumbres que no nos son propias, no está garantizada la reciprocidad por parte de quien llega aunque se la pidamos como condición sine qua non para la aceptación de “su” diversidad. Algunos irían más lejos y en lugar de “pidiendo” dirían “exigiendo”.
Por otra parte, los puntos de vista discordantes (otra forma de diversidad al fin y al cabo) tampoco es que estén muy valorados dentro de las empresas. Diversos estudios realizados en nuestro país demuestran que la tendencia al pensamiento único prevalece respecto a la aceptación de enfoques distintos y ya no digamos si se manifiestan a través de corrientes de opinión. Así vemos que cuando se produce fusiones empresariales, una cultura -casi siempre la compradora excepto muy raras excepciones- acaba fagocitando irremisiblemente a la otra cultura. ¿Diversidad? Para nada. Ahí lo que prima es el criterio de “unificación en aras a la eficacia” aunque todo el mundo se llene la boca hablando de sinergia, bonita y hasta romántica palabra que, en esos casos, se transforma en una burda falsificación de su significado original, lo cual no impide que la cultura vencida (da igual el ámbito del que hablemos) desaparezca sino que perviva aunque sea en la clandestinidad, en las catacumbas si es necesario, igual que los primeros cristianos, los armenios masacrados por los turcos, los kurdos iraquíes o… (poned cada uno vuestros ejemplos). Si os quedáis sin ideas, propongo que vayáis a ver Ágora porque este tema la refleja muy bien.
Así que hablamos todo el tiempo de diversidad y la valoramos sí, pero no en el mundo de los socio-guetos a los que me he referido no sé si ya en demasiadas ocasiones y a los que sentimos más apego que a nada en este mundo.
Hace pocos días me sorprendí a mí mismo diciéndole a alguien “no estoy de acuerdo contigo pero me gusta como piensas” e inmediatamente anoté la frase para cuando llegara el momento de escribir este artículo. Hala, misión cumplida. Para que veáis cómo soy de diverso.
indexer seo
Hace 1 año
Hola, Josep.
ResponderEliminarMe gusta esa frase, me la anoto... demuestra una vez más que tienes una gran amplitud de miras, algo sin duda fundamental aunque muchos fundamentalistas no lo entiendan ;-).
Estoy de acuerdo con lo que comentas, parece que la multiculturalidad y la singularidad están muy bien, siempre que no me molesten o no vayan en contra de mis pensamientos o creencias, es decir, te acepto si eres aceptable para mí, valga la redundancia.
De manera que la sociedad no progresa, las empresas tampoco, porque nosotros mismos ponemos los límites, ¿éste piensa distinto a los demás? Es un poco raro, o estará equivocado...
A mí este tipo de cosas siempre me recuerdan lo del anuncio de Apple:
"Por los locos, los inadaptados, los rebeldes, los agitadores, las clavijas redondas en los orificios cuadrados, los que ven las cosas de manera distinta. No sienten apego por las reglas ni respetan el estado de cosas. Puedes citarlos, disentir, glorificarlos o difamarlos. Lo único que no puedes hacer es ignorarlos, pues son los que producen cambios. Permiten el avance de la humanidad y, aunque algunos los consideran delirantes, nosotros vemos genios porque las personas lo bastante alocadas para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo cambian".
Un abrazo
Pablo Rodríguez
Hola Josep: Felicidades por el artículo. A mí también me ha gustado mucho la frase y me la anoto porque creo supone reconocer la inteligencia del otro aunque no compartas su opinión.
ResponderEliminarRespecto a la diversidad, sólo quería comentar aquí un hecho curioso que me ha pasado esta semana: la caja de ahorros con la que trabajo me ha enviado una encuesta por internet en la que me pide (entre unas opciones ya dadas)que marque qué valoro y le pido yo a una entidad financiera. Supongo que está en la línea de lo que comentas de la diversidad, Josep. Y lo que más gracia me ha hecho es que pretenden rizar tanto el rizo en eso de acercarse al cliente que una de las opciones para cliquear, a mi juicio, roza lo ridículo de lo sublime que quisieron hacerla; dice: "En cierto modo, siento como si fuera parte de la caja". Hombre, me pregunto yo, si esto es así, me parecería el colmo del despotismo ilustrado: "todo para el pueblo pero sin el pueblo", pues a buen seguro que me puedo sentir lo que quiera, pero no va a ir más allá de eso porque en la práctica no me van a dar parte en sus beneficios no. (Lo curioso es que días antes me habían enviado una carta en la que me decían que si seguía operando en ventanilla me quitaban los intereses que me da una cuenta gestionada por internet, algo que creo nadie me dijo en su día y que han decidido ahora) Creo que tratan de diversificar tanto que eso de pretender llegar al corazón de algunos clientes para hacerles sentirse pertenencientes a la entidad me parece de lo más hipócrita cuando se trata de una entidad centrada en el dinero.
Saludos cordiales a todos, y he aprendido con tu entrada una vez más Josep.
José Luis
Hola Josep,
ResponderEliminarHace poco mantuve una pequeña 'diatriba' en Twitter por defender mi punto de vista, y llegué a ser tildado de hipócrita... es lo que hay.
Recuerdo una conversación entre el sheriff y la gente del pueblo en un spaghetti western, en el que se están repartiendo las tierras de los alrededores:
- Los chinos que están trabajando en la vía del tren dicen que también quieren tierras...
Y la gente:
- Pues vaya, joé, cómo se están poniendo, en fin...
- Y los esclavos negros, también, dicen que ahora que son libres deberían tener tierras...
- Desde luego, dónde vamos a parar. En fin...
- Y los del pueblo de al lado, dicen que...
- NOOO!!!! LOS DEL PUEBLO DE AL LADO??? NI EN BROMA!!! NUNCA!!! JAMÁS!!!
Y me temo que es así es como entendemos la diversidad. Muy "abiertos" a los de fuera, pero al de al lado, que no opine...
Muchas gracias por la oportunidad de comentar y un abrazo,
Jaime
Hola Josep:
ResponderEliminarSe me ocurre que, al decir esa frase, observaste coherencia en el planteamiento y las ideas de tu interlocutor, aunque no fueran de tu agrado.
Una cosa es que no me guste el queso y otra es que puedo aceptar que hay excelentes quesos en el mundo (aunque no piense catarlos) y que muchísimas personas se "morirían" por darles un bocado. Que no me gusta es un hecho, pero de mi mano salió el primer trocito que se llevó a la boca mi hijo; tendría que ser él quien decidiera si le gustaba o no y....resultó que si. Podría haberme comportado como una empresa grande que se fusiona con otra, como comentas, e imponer mis gustos sobre lo que se come o no se come, pero opté por escuchar lo que tenían que decir los demás. Eso sí, el queso se pone en un recipiente a parte y que cada quien se ponga lo que quiera, como quiera y donde quiera, siempre que no sea en "mi plato o en mi boca"; respeta mi opinión aunque no la compartas.
¿Estaría bien poder actuar siempre así, no?. Aceptando que existen otros gustos, otras formas de hacer, de entender y de vivir y buscar soluciones que nos acerquen en lugar de puntos de apoyo que nos separen.
Pero la diversidad de la que hablas, la tan traída y llevada globalización, nos revela, una vez más, que somos dueños de una conciencia "a la carta" donde, por un lado, nos jactamos de "parecer" muy abiertos y tolerantes, pero en cuanto nos tocan lo "propio" sacamos dientes y cuchillos.
Y digo yo ¿quién se come este queso que a mi no me gusta?.
Buen fin de semana, Josep.
Un abrazo.
Ahora llamamos "diversidad" a otras razas?, supongo que nos avergüenza decir negro o amarillo, para describir a un "negro" o a un "amarillo". No será que estamos tan enfermos de conceptos que ya ni sabemos cual es exactamente el lugar que deben de ocupar nuestras sencillas opiniones, sin terminar siendo tachados de esto o lo otro. Definitivamente estamos intoxicados y acobardados. Es por eso que claudicamos a cambio de nada a costumbres hasta ahora naturales en nuestra sociedad, y cuando digo naturales quiero decir que no molestaban, ni herían ni mucho menos excluían. Me parece estupendo que demos pasos en favor de la diversidad, reconociendo las peculiaridades de las otras razas, pero de ahí a borrar la herencia de la que procedemos por real decreto, me parece más bien un acto más cercano al fascismo que a la democracia. En el fondo somos bastante cínicos, pero la verdad es que congeniar, lo que se dice congeniar con las otras razas al 100% es como que no, pero en vez de reconocerlo, en aras de la modernidad, nos apuntamos al carro de "digamos a todo que está bien", pero eso si, que ni en mi calle, en mi club, en el restaurante u ocupando asiento contiguo en el cine, estén estos chicos de colores. Por lo que no damos pasos serios, sino que son pasos en falso. La diversidad ha existido desde siempre, se ha convivido desde siempre, y se ha luchado y defendido la integridad y el respeto desde que hubo una pizca de solidaridad,al mismo tiempo se trato de mezclar las culturas, pero eso no llevaba parejo claudicar unas en favor de otras, sobre todo cuándo los Europeos salen de su hall y visitan a estos otros universos, se dan cuenta de que somos tan extraños que más vale cerrar los ojos y limitarse a no hacer demasiado ruido. Yo que no soy para nada Católico, ni Cristiano, observo con estupor el dialogo sordo que va modificando costumbres de sustrato popular en favor de una "diversidad" mal entendida, que es más bien usada como una piedra arrojadiza a esos otros ciudadanos-vecinos, pero que tienen otras ideas. El arcaísmo de la Derecha-insolidaria como el opuesto de la Izquierda, son dos conceptos que ya no cumplen con el antagonismo con el que algunos ilustrados nostálgicos nos quieren postrar.
ResponderEliminarHola Pablo:
ResponderEliminarPues sí, es que de boquilla todo es mucho más fácil que cuando estás pringado. Es verdad que todos tenemos mucho que avanzar en eso de la aceptación de la diversidad, pero conforme van pasando cosas o bien te adaptas, que en realidad es la única forma de supervivencia o te vas comprando ladrillos y cemento para construir tu gueto. Me ha encantado el anuncio de Aple.
Un saludo.
Hola José Luis:
ResponderEliminarEsto que cuentas de la caja de ahorros creo que da para escribir varios artículos porque lo que le dan ganas a uno es de mandarlos a tomar por saco.
Yo creo que los master de marketing están haciendo más daño que beneficio porque cada vez enseñan más conceptos del estilo del Mundo Feliz de Huxley y así no vamos bien.
Tú, como psicólogo podrías sacar petróleo de esto. Muchas gracias por tu comentario y un placer tenerte entre nosotros.
Un saludo.
Hola María:
ResponderEliminarSí, la frase fue al pelo porque la pronuncié exactamente en el contexto que describes. Y es verdad que me gustaba cómo pensaba esa persona por la forma que usaba los enlaces mentales (de lo que seguramente también hablaré algún día)
Viendo el estado del arte, me parece que el rumbo por el que transitamos no es el que te/me gustaría sino el contrario. Hoy se tiende hacia el pensamiento único o a que haya muy pocas líneas de pensamiento. Unas impulsadas por la economía (rollo McDonalds) o por las creencias (rollo Al Queda) y los chinos por medio con su pragmatismo. Por cierto hoy he leído en la prensa que el IPod en China se ha comido un colín.
Este ya no es un mundo de románticos, así que el último que quede que apague la luz.
Muchas gracias y que pases un buen fin de semana.
Un abrazo.
Hola navegante:
ResponderEliminarTe veo sensible al tema, de eso no hay duda. Yo tuve una suegra que estaba a favor del divorcio, del aborto y de vivir en pecado... siempre y cuando su hija no hiciera nada de eso, claro.
Y un amigo que dice que su madre parece del PSOE cuando está en la calle pero que en casa se comporta como si fuera del PP.
Y muchos que llaman fanáticos a los mahometanos porque obligan a las mujeres a entrar en las mezquitas con la cabeza cubierta pero que no dejan que sus mujeres vayan a las procesiones de semana santa sin mantilla.
Y ácratas que dicen que hay que colectivizarlo todo menos lo que es suyo.
Si es que es un no vivir, macho.
Buen viento navegante.
Hola Jaime:
ResponderEliminarDisculpa pero te me habías quedado traspapelado entre el resto de comentarios.
Respecto a loq ue dices, no te preocupes por lo que te llamen en las diátribas porque a mí el otro día un gracioso me llamó "buenista" y le mandé muy lejos (no creo que todavía haya llegado). Como le decía a mi amigo el navegante en el comentario precedente, está lleno de ejemplos de lo que juzgamos estupendo siempre y cuando no nos toque a nosotros.
Hace tiempo que sé que la diversidad puede vivirse de muchas formas y la más común, es reafirmándose en lo nuestro como lo mejor. Incluso tú que vives en Mallorca habrás oído eso de que a todos los que vienen de fuera se les llama "forasteros" da igual si vienes de Madrid como de Senegal. Pues nada, como bien dices, es lo que hay.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.
Creo que el enfoque de tu entrada es muy correcto, y estoy de acuerdo contigo; aunque también es cierto que está la otra cara de la diversidad, la del vehículo para la demagogia barata. Lejos de esas paradojas actuaciones que tenemos para lo ajeno hay campos dónde la llamada ‘discriminación positiva’ no resulta un buen brote para un intercambio sincero. La diversidad podría ser una puerta al mestizaje, y como tal, a la evolución. Esto no ocurre, siempre hay una posición dominante, y si no la hay, una posición cómoda y... bastante sorda.
ResponderEliminar:)
Buen fin de semana.
Hola Josep, a todos se nos llena la boca con la diversidad; que si es enriquecedora, que favorece el intercambio de ideas; todo muy correcto.
ResponderEliminarLlevándolo al terrenos de la convivencia con gentes de otras culturas; la práctica demuestra lo contrario; nadie quería vivir al lado de los gitanos, con más o menos razón, y el que puede, huye como la peste de esos barrios o calles tomados por los extranjeros.
Los negros no nos caen mal, pero el único negro que aceptamos a nuestro lado, es el américano que juega en el équipo de baloncesto de nuestra ciudad.
Llamamos "sudacas" a los sudamericanos, "moros de m..." a los Arabes y Magrebíes; somos muy tolerantes y receptivos, pero que esten lejos.
Diversidad si, pero sólo para comprarles las cosas por tres duros.
Un abrazo
Hola Josep, es cierto que cada vez nos ofrecen mayor diversidad en los productos de consumo, desde la alimentación hasta el automovilistico..., curiosamente Paco Roig fué el primero en acabar con parte de esa aparentemente "innecesaria" diversidad de productos en su cadena de Mercadonas..., pero bueno, eso es otra cuestion. Pero en el fondo descubrimos que no existe tal diferenciacion entre unos y otros, entre los que conducen un BMW o un Renault o entre los que consumen chocolate Nestle o chocolate Hacendado..., al final descubrimos que somos ovejas, cada una de un color distinto pero encerradas en el mismo corral y pastando en los mismos pastos, los que el sistema abona para nosotros.
ResponderEliminarHas hablado también de la sentencia de los crucifijos, a mi me ha hecho pensar bastante, reflexionar, tratar de comprender hacia que tipo de sociedad estamos derivando..., a mi los crucifijos me son indiferentes y creo que los alumnos ni se fijan en ellos, prima la pantalla del movil sobre las paredes o sobre las explicaciones del profesorado. Parece que vayamos hacia una sociedad "susceptible" de todo, una curiosa sociedad democratica pero en la que poco a poco tenemos que movernos con pies de plomo, para no herir a nadie.
Son muchos los cambios que se han producido en nuestras ciudades, Josep, yo creía que Apu solo existia en Los Simpsons y resulta que mi barrio está lleno de verdulerias regentadas por personas de piel oscura y cabellos negros, son muy baratas y como bien dices nunca cierran. Por cierto, aquí en Valencia la moda es que ciudadanos chinos se queden con los traspasos de los bares, tascas y bodegas tradicionales..., es un fenomeno absoluto, ya nada es como antes y nosotros somos testigos de ese cambio ya imparable.
Por cierto, ese cangrejo que maneja una Victorinox con maestria me ha recordado uno de mis pequeños traumas infantiles..., jamás tuve una de esas formidables navajas..., en breve adquiriré una, por cierto Josep, ya monto sobre Run-run...,
Ah y otra cosa, no te he dejado ningun comentario en el Libro de Bitacora, pero te digo que es una seccion que me encanta, es un momento de sosiego en el que repasas lo que dió de si el mes, es un momento en el que miras atrás sin esperar al 1 de enero..., cuando ya son demasiados los acontecimientos a recordar o analizar, de esta forma tuya, mes a mes, se hace mas llevadero y ameno.
Un saludo, Josep.
Hola Gabi:
ResponderEliminarNo sé si es a causa de los temas que escojo para mis artículos o qué, pero tarde o temprano a la hora de responder a los comentarios que dejáis acabo expresando que, en mi opinión, estamos a las puertas de un nuevo Renacimiento porque nunca como antes las distintas culturas han vivido tan mezcladas y tan a punto de crear ese mestizaje del que hablas, a pesar de las dificultades de convivencia que vemos a diario.
Quiero creer que será así porque junto al fenómeno global de la crisis por la que estamos atravesando y que nos obliga como nunca a depender unos de otros en tan gran medida, las respuestas a los viejos probemas tiene que ser otra.
Quizá estemos a las puertas de un sincretismo religioso, cultural, tecnológico, económico y, si se dan todas esas circunstancias, político de una magnitud que ni siquiera somos capaces de imaginar.
Puede que no lo veamos o que seamos la generación perdida pero siento que no estamos tan lejos de eso. Y hay una cosa sobre todas las demás que me impulsa a creer en eso, que en otros momentos de la historia la única forma de salir de este tipo de situaciones por la que pasamos ha sido una gran guerra y hoy por hoy no se ve que estemos a las puertas.
Quizá todas estas resistencias a aceptar la diversidad sean los últimos estertores de una sociedad que como dicen mis amigos Nagevante y Bicipalo está enferma. No lo sé. Veamos a ver qué pasa.
Muchas gracias por tu comentario y disculpa la perorata.
Un saludo.
Hola J. Carlos:
ResponderEliminarEsa que planteas es una realidad incuestionable aunque no nueva. Como tengo algunos años más que tú, recuerdo que los primeros magrebíes que pisaron Barcelona en los años 60 coincidieron en el tiempo con la Estación de Francia atestada de emigrantes españoles que tenían que ir a buscarse las habichuelas y cuando coincidían no se mezclaban a pesar de que había muchas más cosas que les unían que las que les separaban.
La antropología no ha eliminado en absoluto la idea de la tribu, sólo que la hemos ido evolucionando. Ahora además de tribus, tenemos sub-tribus y así sucesivamente.
Fíjate que cuando yo era joven sólo había dos tipos de jóvenes, los pijos y los progres y sin embargo ahora hay un montón de subgrupos. La diversidad, se dirá, pero no, la diversidad es la convivencia entre no iguales y nunca, nunca lo contrario.
Muchas gracias por tu aportación.
Un abrazo.
Hola Pedro:
ResponderEliminarYendo por partes. Es verdad que quien se crea que es más que otro porque conduce un BMW en lugar de un Renault es un pobre desgraciado que "ha comprado" los paradigmas de la segmentación y se los ha creido.
Respecto a la sentencia de los crucifijos fíjate que a mí me ha dado mucho que pensar, máxime cuando esto se ha producido en la catolicísima Italia. Esta sentencia tendrá más trascendencia en la sociedad (no sólo en la italiana) de lo que nos pensamos.
Lo de los chinos y los bares aquí también pasa aunque todavía a una escala menor de la que cuentas, pero pasa. Y lo bueno es que siguen ofeciendo las mismas tapas que los dueños de antes. Y por cierto, no sé si la peña se ha dado cuenta de que la mayor parte de los restaurantes temáticos incluidos los mexicanos tienen cocineros (de momento no chefs) indonesios porque por lo visto son sumamente hábiles en coger el pulso a la cocina que se hace en cualquier parte del mundo. O sea, que igual más de una paella que te has comido por ahí la ha cocinado alguien que nació casi en las antípodas.
Lo de la Victorinox y el cangrejo no me digas que no tiene su punto y me alegro mucho por lo de la moto. Ojo que ahora te aficiones tanto que te dé pereza coger la bici. Eso de sentir el aire en la cara engancha cantidad.
Y por último, gracias por seguirme aunque no dejes tus comentarios en el libro de bitácora.
Un abrazo y a seguir bien.
Hola, Josep:
ResponderEliminarleyendo todos los comentarios, no sé si el mío se calificará como punto discrepante. Si la diversidad debe entenderse como asunción forzosa de las distintas variedades, estaré en contra de ella. Me explico: yo quiero mi propia libertad para elegir. Como decía en un comentario de otra página, la democracia no es el gobierno de la mayoría sino el respeto a la minoría. Ese respeto es el que yo defiendo para todos (los de fuera, los de dentro, los de la izquierda, la derecha, de arriba y de abajo) pero también para mí. ¿Ahora resulta que no tengo la opción de elegir? ¿Ahora resulta que he de hacerme esclavo de una tendencia post-modernista? ¿Ahora resulta que "to er mundo e güeno"?
Diversidad como aceptación, ¡por supuesto! Pero como asunción obligada con calzador no creo que sea el camino. No soy reacio a cambios pero huyo de las multi-identidades de la persona (no de la sociedad). ¿O es que ahora resulta que nadie escoge su entorno? Por eso, diversidad para compartir (por cierto, deseable en todas las culturas pero eso ni de coña, ¿verdad?) pero no como abordaje impuesto de mi identidad.
En fin, a juzgar por lo expuesto hoy me ha tocado a mí ser el díscolo. Por supuesto, espero no ofender nunca a nadie.
Un abrazo, Josep.
Hola Josep Julián:
ResponderEliminarEl pasado viernes precisamente estuve discutiendo de este tema con mi hermana. Estuvimos cenando juntos (ella es maestra) y comenzó con la retaila de que "vienen y se acogen a todas las ayudas sociales mientras que a los de aquí no se les da nada". ¿Te suena?
Pues eso, que el problema sólo tiende a crecer.
Un abrazo.
Hola Josep Julián, ¿diversidad?
ResponderEliminarBueno, ante tan brillantes e intelectuales opiniones en tu blog yo sólo aportaré un breve y espero que claro concepto de como lo vivo.
La diversidad es un "término social" que juega un papel menos relevante de lo que parece en nuestra vida. Me explico.. Si algo tengo claro es de que va este mundo globalizado.
Paso de bancos, paso de marcas, paso de diferenciarme marketiniamente, prefiero visionarlo com si estuviera en el cine para sacar conlusiones como tu lo haces.
Obviamente yo consumo en la diversidad, aunque prefiero hacerlo con los mios, con los de siempre, con quien me sonrie.
Ahhh y ¿porqué no nos hemos preguntado todavía cuanta diversidad hay en la naturaleza?, ¿no será que estamos copiando de ella?
Un abrazo!
Mi pareja es de sudamerica, y ambos mostramos rechazo ante las noticias en TV sobre la violencia relacionada con la inmigracion ¡que les deporten ¡decimos...
ResponderEliminarla diversidad es aceptada con el respeto como base, siempre y cuando no suponga un peligro para nuestro bienestar, para nuestra integridad.
El problema está en las personas con falta de recursos, marginales, porque traen problemas. Sin embargo si tu jefe de buena posicion social es arabe o de raza negra, ya no hay tanto problema...Como siempre el problema fueron los extremos: que la diversidad no nos haga kamikazes suicidas, ni es lógico rechazar directamente por el color de la piel o por practicas culturales diferentes.
Un saludo ¡
P.D me encantaria escribir mas en el blog, pero que dificil sacar tiempo para mantener a esta criatura ¡¡
Hola Germán:
ResponderEliminarEl solo hecho que tu comentario pueda ser disonante no es algo que rechace, antes al contrario. La diversidad precisamente consiste en eso, en aceptar puntos de vista distintos y que no pase nada por ello.
Igual que se dice por ahí que viajar es el mejor antídoto contra el nacionalismo (cualquier nacionalismo, que es lo que les falta por añadir a los que acuñaron tal frase) la contraposición de enfoques en las costumbres no es que deba hacernos cambiar las nuestras sino simplemente (eso de simplemente no debe leerse como sencillamente) aceptar que todas las culturas y costumbres nacen de un acerbo atávico al que nadie está dispuesto a renunciar, al menos fácilmente y más si no se obtiene una cierta contraprestación a cambio.
Pero mejor será que estemos preparados a entender que el mestizaje dará como fruto el café con leche, en el que el café deja de saber café y la leche a leche. No sé si me explico.
Y por cierto, manos blancas no ofenden.
Un abrazo.
Hola Javier:
ResponderEliminarLo que comentas del punto de vista de tu hermana, como sabes, es ampliamente compartido. Creo la cuestión es que mientras "a los de afuera se lo dan sin condiciones" a los de aquí nos lo dan "si se cumplen una serie de condiciones entre otras la de pagar por tener derecho a los servicios que recibimos".
El enfoque del estado del bienestar tiene esas cosas y si no fuera por ellas no tendríamos tanta patera cruzando a diario el estrecho, aún al precio de olvidar a veces que sin esos países mucho menos afortunados tampoco podríamos mantener nuestro bienestar. En fin, tema complejo y lleno de aristas que, en efecto, tiene el mismo efecto distorsionador que cuando chocan las moléculas.
A mí me da por concluir que estamos en un momento de cambio radical (entendiendo por eso algo más que profundo) igual que el que produce el choque de continentes pero mucho más acelerado del que no creo que tengamos vida suficiente para llegar a ver sus verdaderas consecuencias.
Muchas gracias por tu comentario cuya respuesta, por cierto, me ha obligado a reescribirla tres veces. Por algo será.
Un abrazo.
Hola Diego:
ResponderEliminarLa globalización, como dices, es el modelo económico y por ende social en el que vivimos y no a la inversa. Por ello, no cabe esperar que estuviera inspirado por razones espirituales o de hermanamiento, nada de eso. Antes al contrario y aunque dicho a grandes brochazos, lo que vivimos ahora son los daños colaterales que nos ha aportado dicho modelo y, por supuesto, sus enormes contradicciones.
Como ya he dicho en otras ocasiones, mi impresión, mis sensaciones, son que nos vemos abocados a un cambio radical de valores que, de momento, lo que hace es que vivamos permanentemente en confrontación de modelos que, a mi modo de ver, sólo se puede resolver con el mestizaje. No olvidemos (y a mí no me parece casual) que Obama es mestizo o mejor dicho, hijo de mestizos herederos a su vez de mestizos. Igual que nosotros que por muy españoles de "pura cepa" que nos creamos en realidad somos el fruto de un mestizaje secular que hasta que no cristalizó produjo situaciones similares a las que ahora vivimos. La diversidad, pues, es un término más o menos nuevo pero no su significado.
Muchas gracias por dejar tu punto de vista que creo que nos ha enriquecido un poco más.
Un abrazo.
Hola David:
ResponderEliminarPues tú eres un claro ejemplo de inductor del mestizaje fruto de la diversidad así que puedes hablar con conocimiento de causa.
Este verano, cuando el número de víctimas de género se había disparado un familiar mío me dijo, claro, pero habría que ver cuantos de estos asesinos son españoles y cuántos son extranjeros como queriendo indicar que los de aquí no somos tan salvajes como los que vienen de fuera.
Aquello me dio mucho que pensar porque ya sabes que cuando uno tiene "el cerebro en remojo" tiene tiempo para eso y aunque el argumento tenía su base real, llegué a la conclusión de que esa distinción era sumamente peligrosa.
Las estadísticas reflejan lo que pasa en este país al margen de qué origen sean los implicados. Hacer distingos es otra forma más de excluir. Lo mismo sucede con la delincuencia. Hace años, cuando no había emigrantes los chorizos eran chorizos y punto y ahora parece que nos gustaría más que nos atracaran nacionales que extranjeros o lo que es peor, parece que los de aquí no hacemos esas cosas. El siguiente paso será que diremos que aquí "nunca hicimos eso" y esa espiral ¿dónde termina?
Respecto a lo de escribir más en tu blog ya me hago cargo de eso que dices de sacar más tiempo para "alimentar esa criatura" porque la verdad es que consume lo suyo, te lo digo yo.
En fin, muchas gracias por asomarte y dejar tu punto de vista.
Un abrazo.
Hola de nuevo, Josep:
ResponderEliminarquizá no he sabido explicarme y vaya por delante que estoy en total acuerdo con tu comentario. Pero quiero aclarar que me gusta el café, la leche y el café con leche, tanto si es más cargado o menos cargado. Lo que no me gusta es que me impongan tomármelo con azúcar, sin azúcar, ardiendo o frío, por la mañana o por la noche, en tazón o en Duralex. Esa es la decisión que reclamo para mí.
Un abrazo, Josep.
Hola de nuevo Germán:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. A mí tampoco me gusta que me impongan las cosas, menudo soy yo para eso. A ver si al final va a resultar que estamos de acuerdo en todo desde el principio jeje.
Un abrazo.
Si hay algo que nos identifica a todas las personas, son las diferencias. Valorar la diversidad es valorar nuestra libertad y la de otros. En el encuentro y respeto de posturas diversas, divergentes o incluso antagónicas, es donde afirmamos nuestro propio derecho a ser lo que elegimos en la vida. Creo en una cultura de paz y desde esa óptica se puede no estar de acuerdo con alguien pero gustarle como piensa. Los límites son físicos, las limitaciones son mentales.
ResponderEliminarComo siempre Josep es un placer pasar por aquí, aprendo mucho leyendo este espacio. Un abrazo
Hola Belkis:
ResponderEliminarMe parece que tu punto de vista recoge perfectamente el espíritu de lo que quería decir. Cuando dices que en eso de la diversidad "los límites son físicos y las limitaciones son mentales" a mi juicio das en el clavo.
Muchas gracias por tu aportación. Ya sabes que para mí es un placer tenerte por aquí.
Un abrazo.
Hola Josep Julian:
ResponderEliminarNo se por que extraña razón se borró mi comentario anterior.(supongon que no recargó bien la página)La verdad es que no se como te las arreglas pero siempre tocas temas que además de interesantes, nos hacen reflexionar e interiorizar bastante. En mi anterior comentario decia que como el ser humano es paradójico de narices, en realidad nunca tiene muy claro lo que quiere. Queremos diversidad, pero dependiendo del cómo, del cuanto y del quien. En este sentido, creo que funcionamos en dos frecuencias. Una la que decimos, Otra la que hacemos. Como los bancos más o menos; que todos quieren ser tu banco y cuando dices, vale quiero, ellos no quieren. Queremos diversidad pero no a cualquier precio o sólo la queremos mientras nos sea cómoda y eso es complicado.
Por último, estoy totalmente de acuerdo en que se está produciendo un cambio, un renacimiento o una revolución que transformará (como ocurrió con La Revolución Francesa)a la sociedad.
Este post da para un debate de años por la falta de seguridades y la abundancia de contradicciones que tenemos.
Un abrazo y enhorabuena¡¡¡
Hola Fernando:
ResponderEliminarLamento la mala pasada del comentario perdido que, por mucho que hyamos sufrido algunas veces, no deja de fastidiarnos lo mismo.
Como bien dices, una cosa es lo que decimos y otra lo que hacemos. Paradojas aparte, a veces unas y otras se empeñan en tomar derroteros distintos de forma que bien puede decirse que no se le ocurrieron a la misma persona.
Me alegro que compartas conmigo lo de que estamos en los albores de una nueva revolución en la que las cosas que ahora están en cuestión sean resueltas. Por lo menos, que no llegue a través de una guerra, eso es lo que tendríamos que pedir y esforzarnos. Yo me refiero a esto mismo como un nuevo renacimiento más por imagen de lo que quiero decir aunque en ese momento también se liara una buena.
En fin, "wait and see" a que lleguen mejores y diversos tiempos.
Muchas gracias por tus palabras de estímulo y hasta pronto.
Un abrazo.
Que post tan emocionante, tan rico, tan "diverso"... me parece que estás adelantando a tu tiempo (yo también vi Ágora), pues la diversidad y la multiculturalidad es el futuro del planeta. Aquel que intente concebirlo de otra forma se sentirá frustrado pues ya no hay marcha atrás... España va de camino a convertirse en otro EEUU, lleno de diversidad por doquier y eso me alegra... Las generaciones presentes se resistirán, como es natura, pero las emergentes vivirán en paz con su futuro y su destino.
ResponderEliminarSaludos
SM
Qúe grande es eso de comprender aunque tu pensamiento no esté de acuerdo!!
ResponderEliminarQueremos ser solidarios con las etnias, pero la solidaridad total nos empuja a los miedos , a que nos roben lo que " es nuestro" .
Entendemos opiniones , sin embargo muchas no las convertiriamos en hechos en nuestra vida.
Nos quejamos del libre comercio ....mientras compramos el domingo por la tarde...
Podemos poner miles de ejemplos, tan diversos como reales.
Llegar a la aceptación definitiva y nunca juzgar deber ser genial.
Mirarse el ombligo ciega nuestro corazón.
Josep Julian , enorme , como siempre .
Un abrazo....ah y sé que me sigues!!
Me gusta esa diversidad,que has dejado patente en tu comentario..
ResponderEliminarHay muchas formas de orar Josep. La tolerancia y la empatía elevan el espíritu y no dejan de ser una bella oración,que sin duda alguna el Creador como padre de todos recogerá..
Mi felicitación por esa amplitud de mente que muchos practicantes de la oración quisieran tener.
Mi abrazo siempre,amigo.
M.Jesús
P.D:No te preocupes,a mí también me cuesta llegar a todos. El tiempo es relativo.
Hola Senior:
ResponderEliminarMe alegra que el artículo te haya gustado tanto. Es verdad que costará, pero al final y en el caso de nuestro país, la diversidad y la multiculturalidad serán el medio natural. No sé si como Estados Unidos (que les llevó lo suyo) o como el Reino Unido con su Comonwealth porque aquí es que somos latinos y muy pasionales, pero cuajará.
Muchas gracias por pasarte y hasta pronto.
Un saludo.
Hola David:
ResponderEliminarYa ves que te sigo aunque la verdad es que a todo no se llega pero estoy seguro de que sabrás comprenderlo. Respecto a tu comentario y aunque parezca extraño, creo que aplicamos más veces de las que pensamos eso de no estoy de acuerdo pero me gusta como piensas.
En los grupos de trabajo multidisciplinares casi es una premisa necesaria para que puedan funcionar con normalidad.
Esto del ombliguismo que comentas y a pesar de no ser patrimonio únicamente de nuestro país (pensemos por ejemplo en el chauvinismo francés o el exclusivismo inglés) nos ha jugado históricamente muy malas pasadas, pero como a la fuerza ahorcan, a ver si en esta ocasión aprendemos algo de todo eso porque fíjate lo que sucede aquí, no sólo es que recibamos emigración de América Latina con quenes tenemos al menos sobre el papel muchas afinidades, sino que también tenemos emigrantes magrebíes, sunsaharianos y una colonia cada vez más numerosa y organizada de asiáticos, sobre todo chinos pero también coreanos, por no mencionar hindúes y pakustaníes. No me digas que no es un crisol de tres pares de narices para que de todo esto salga algo.
Muchas gracias por tu comentario y espero volver a verte muy pronto.
Un abrazo.
Hola Meía Jesús:
ResponderEliminarMuchas gracias por tus piropos. No sé qué decir excepto que me encanta tenerte por aquí como comentarista aunque me cueste un poco más hacerlo a la inversa. Gracias por tu comprensión.
Un abrazo.