9 de diciembre de 2009

Motivación, confianza y liderazgo

Reconozco que me seduce la idea de motivar a otros por lo que implica de lograr en ellos una puesta en acción imprevista en ese momento o bajo determinadas circunstancias. Activar la motivación es uno de los grandes logros emocionales de los que somos capaces y una muestra incuestionable de nuestro poder. Y digo “poder” sin rubor ni connotaciones negativas, porque todos lo tenemos y ejercemos en mayor o menor medida.
Somos poderosos únicamente cuando logramos movilizar siendo esa una de las dos expresiones genuinas de liderazgo (la otra es la de alinear voluntades). Creo que todos lo hemos experimentado alguna vez y sólo en esos casos puede decirse que hemos sido verdaderos líderes. Cuando una persona sigue nuestro consejo, cuando alguien nos hace caso, es porque hemos logrado ejercer una influencia sobre ella y nos convertimos en corresponsables de las consecuencias de forma que no sólo motivamos sino que también lideramos. Cuando no es así o nos separamos de esa responsabilidad, entonces no es que estemos motivando sino simplemente arengando, que es lo que hacen los generales cuando mandan a sus tropas al combate quedándose ellos en el puesto de mando.
El valor de la motivación a terceros es enorme, puesto que para que ésta se produzca debe haberse generado confianza. Un ejemplo perfecto lo he leído recientemente en un post de Agustí Brañas ¡No escribo tan bien como mi hermana! que recomiendo por ser uno de los ejemplos más claros, sinceros y directos de las consecuencias que un acto de motivación puede generar en terceros. En ese caso, además tuvo un efecto multiplicador porque fue, creo que podemos llamarlo así, el desencadenante del incremento de la autoconfianza de su hija en sus propias capacidades que suponía en desventaja. Agustí motivó porque generó confianza y por eso fue capaz de liderar, en ese orden.
Frente a la motivación –que precisa de un agente externo para activarse- está la auto motivación que a mi modo de ver es una cualidad netamente superior y lo es porque es uno mismo quien escoge aquello que “le pone” sin que nadie le muestre el camino o las ventajas. Esa capacidad tiene un efecto positivo no sólo en la mente sino también en el organismo, no sé si a causa de la generación de feromonas o porque supone un reto no impuesto, pero cuando uno se auto motiva, su nivel de energía crece.
¿Cómo podemos auto motivarnos? Los mecanismos de cada cual son distintos pero seguramente esto se produce cuando la sintonía entre las coordenadas de pensamiento positivo y la visualización de los futuros beneficios esperados se solapan. Cuando algo que veo, oigo o noto se transforma en otra cosa porque me induce a mirar (no sólo ver), escuchar (no sólo oír) o experimentar (no sólo notar) es que me ha motivado. No siempre se explica de un modo racional, puede que ni siquiera sea un acto plenamente consciente, pero la verdad es que si algo me “toca” me “mueve”, de eso no hay duda.
He analizado algunas motivaciones profundas y ajenas tratando de ver las consecuencias que ello les ha reportado. Casi siempre he observado que se ha manifestado hacia el exterior a través de la creación de un discurso con el que poder explicar a los demás el gozo generado por esa fuerza interior que moviliza a un sujeto. Cuanta más auto exigencia, más necesidad de hacer partícipes a los demás de los retos a los que uno se enfrenta, lo cual nos habla de que esencialmente somos seres sociales que necesitamos “anunciar” nuestras metas y cuanto más retadores sean éstas, mayor pasión se demuestra.

Admiro profundamente a aquellos que son capaces de vivir su auto motivación con pasión, incluso en el caso de no estar de acuerdo con ellos. He observado que, a menudo, la pasión no está tanto en el desencadenante de sus acciones como en su experimentación, actuando entonces como una fuerza dinámica, inspiradora y retroalimentadora por excelencia.
La auto motivación tiene otra cualidad y es que perdura más allá de la primera inercia, es más duradera que la motivación ajena y pone al servicio de los objetivos que se persiguen lo mejor de uno mismo. Pero es que además, genera la autoconfianza necesaria para superar retos. Cuanto mayores son éstos más necesario es rebuscar dentro de uno mismo y es ahí donde aparece en toda su intensidad la parte emocional que nos jalea, nos impulsa y nos hace superar retos por muy racionales que seamos.
Diríamos que la automotivación genera confianza en dosis suficientes y cuanto mayor sean una y otra, se crea mejores condiciones para liderarnos a nosotros mismos. Se ha hablado poco de esa habilidad a pesar de ser crucial. Los modelos de imitación o de emulación permiten el fomento de esa capacidad innata de auto dirigirnos y en esas condiciones es cuando damos lo mejor de nosotros mismos.
La motivación, la confianza y el liderazgo son los subtítulos de mi blog. Y hoy os he hablado de ellos porque una niña de ocho años me ha inspirado esta entrada. Gracias a ella y a su padre que nos contó la historia.

36 comentarios:

  1. ¿Puedo ser tan exigente como para achacar a otros mi falta de motivación, puedo estar tan ciego que no vea a esos, que necesito entonces para activarme y dejar de ser una célula durmiente?. Creer, creer en el sistema, en sus resultados, en sus estímulos, en sus objetivos, y mire usted por donde, para mi el trabajo es un accidente social, una contraprestación, algo que te permite vivir pero que no logra enamorarte del todo. Así es que reconozco a esos líderes, gente convencida, apasionada, estimulada vete a saber porqué motivos, que ponen todo de su parte, con elegancia, con respeto, con intensidad, pero que no lograr romper el hechizo. ¿Estamos en bandos diferentes?. Saludos y mar en calma....

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  2. Hola Josep Julián:
    Tengo una experiencia muy similar a la de Agustí, entre mi hija de 14 años y mi hijo de 18. Él es el nº 1: todo matrículas. Ella se lo curra y va sacando buenas notas. Ahora es así, hace no más de 3 años la lucha fue terrible: "... es que nunca voy a ser como mi hermano..." Trabajé con ella día tras día hasta que se dio cuenta de que ella era tan capaz como su hermano. Hoy su autoestima ha subido muchos enteros. Estudia sola, se automotiva para conseguir mejores resultados. En fin, yo siempre le digo a mi mujer que esta niña en otra familia hubiese sido un fracaso escolar seguro (hay que ponerse alguna medalla ¿no?).
    Resumiendo mi opinión: la automotivación es "la ostia" como decimos aquí. No podemos ni imaginar (bueno, igual sí) hasta dónde se puede llegar.
    Un abrazo.

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  3. Hola Josep Julian:
    Has explicado de una forma sencilla que es motivar y automotivar, y como señalas todos tenemos el "poder" de motivar. Sin embargo, lo más importante para mi es la automotivación, porque quien no la hace, aunque le motiven, nunca sabrá el por qué de esa sensación de autorealización, de satisfacción que se explica o comunica al exterior.

    El artículo de Agustí fantástico y el testimonio de Javier, genial.
    Un abrazo

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  4. Sólo un verdadero lider puede genera confianza y motivar. UN verdadero lider, vive los retos con pasión. En si, siente pasión por la vida.

    Ahora, ¿Puede haber automotivación genuina sin pasión? No lo creo, creo más bien que la pasión ES el motor de la motivación.

    UN fuerte abarzo y Felices Fiestas-
    PD Me encantó la historia de Agustí Brañas.
    Gracias por traerla!

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  5. Hola Josep,

    Hablas de motivación y de automotivación en tu excelente entrada.

    Antes de comentarla, permíteme el agradecerte que hagas referencia a nuestra modesta historia en la misma y que felicite a Javier por la paciencia y el excelente tacto con el que [re]condujo su difícil y complicada situación ante el muro de la frase de su hija. ¡Felicidades por haberlo derribado!

    Dicho esto, ahora sí paso a comentar el post. La motivación está bien, muy bien: "Estoy motivado para hacer A o B" ... Ahora bien, el gran tesoro es la automotivación. Ésta hace que nos sobrevengamos a situaciones extremas y ante escenarios, ya sean personales, familiares o profesionales complicados. Hemos oído la frase "Hay que sacar fuerzas de flaqueza".

    Agradeciéndote nuevamente que hayas hecho referencia a nuestra modesta historia,

    Un saludo,
    Agustí Brañas

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  6. Hola navegante:
    A mi juicio la falta de motivación es una enfermedad del alma que no se cura con fármacos. La cuestión es en qué y dónde encuentra uno motivación, no en si es capaz o no de motivarse.
    La experiencia me dice que muchas veces lo único necesario para que a uno le den gusto es que, al menos, esté abierto a recibirlo, si no, es muy difícil.
    La vida interior de cada cual es un mundo complejo para uno mismo y arcano para todos los demás, de eso tengo pocas dudas.
    Motivarse es algo muy parecido a tener fe. Fe en lo que sea, pero fe al fin y al cabo.
    Las personas nos movemos por razones a veces incomprensibles pero siempre legítimas, luego ni estamos ni estás en bandos distintos es sólo que unos tienen su punto G más escondido que otros.
    Un abrazo y buen viento, aunque ahora el mar esté en calma chicha.

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  7. Hola Javier:
    Gracias por compartir con nosotros la historia de tu hija que no deja de tener mucha similitud con la de Agustí. Añadiría en ambos casos la ruptura de un mito más y es que parece que está instalada la idea de que en estos tiempos los hijos no se dejan ayudar por los padres sobre todo en la adolescencia.
    Más allá de que cada casa es un mundo, y que eso sí que es determinante, cuando se rompe la auto-resistencia con motivación, se genera auto-confianza y por tanto automotivación que,una vez prendida, hace que el motor ande solo aunque siga siendo necesario seguir echándole gasolina que, en este caso, "paga" el propio beneficiario.
    Me alegra que compartas conmigo su poder y todavía más que tengas un ejemplo de ello en casa, al igual que Agustí.
    Un abrazo.

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  8. Este es un tema que me encanta, precisamente hoy, antes de salir para el trabajo y mientras esperaba a mi mujer, releía un capítulo de un libro que trata sobre el tema; en él distingue, dentro de los jefes (en un estudio que se realizó sobre el asunto) a los que tratan de agradar a los demás, a los que tratan de dirigir autocráticamente, y a los verdaderos líderes (aunque no les llamaban así), que son capaces de motivar a los demás, son maduros (no necesariamente en edad, sino en mentalidad) y generosos.

    Fenomenal post, esto ya lo tuiteo (que estoy practicando ;-)

    Un abrazo
    Pablo Rodríguez

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  9. Hola Fernando:
    Pues estoy de acuerdo contigo en todo. Y haciendo una traslación del concepto de motivación al ámbito empresarial, supongo que has experimentado las dificultades que hay para motivar a los colaboradores. Como le decía a Navegante, las claves son íntimas pero ahí están.
    Un abrazo.

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  10. Buenas amigo Josep Julian.

    Como no hace mucho puse en el blog, la motivación es buena cosa, pero es mejor todavía 'motivando' (que es gerundio). E acto de motivar es lo que consigue despertar lo mejor de los demás y nos hace a nosotros experimentar y enriquecernos, de tal manera que todos crecemos.

    Como se dice, el movimiento se demuestra andando, por eso cuando muchos 'expertos' hablan en publicaciones sobre motivación me pregunto que es lo que realmente están haciendo.

    Como digo yo, 'obras son amores y no buenas razones', por lo tanto, el verbo motivar solo se debería de conjugar en gerundio ;-)

    Un saludo

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  11. Hola Myr:
    Me ha gustado mucho que remarques la idea de la pasión como motor de la automotivación y del liderazgo. Pasión en lo que creemos, en lo que perseguimos y en el liderazgo responsable.
    Muchas gracias por tu contribución y hasta pronto.
    Shalom.

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  12. Hola Agustí:
    Gracias a ti por haber puesto al servicio de todos la historia de tu hija llena de aprendizaje. A cambio, te regalo otra.
    Uno de los mejores coach del mundo me dijo que, en una ocasión y antes de una competeción deportiva en la que particaba, su hijo de sólo siete años le escribió una nota en la que simplemente ponía "tú puedes hacerlo" y ganó la carrera. Creo que es también una bonita historia en la que la motivación de otro se convirtió en automotivacíón ya no sólo para ganar, sino para no defraudarle.
    Un abrazo grande también para ti.

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  13. Hola Pablo:
    Te agradezco mucho tu aportación. He reflexionado mucho acerca de las claves del liderazgo y las emociones llegando a conclusiones similares a las que tú expresas. La motivación es poca cosa si no logra despertar la auto motivación, la confianza en alguien no es comparable a la auto confianza y ambas cosas no funcionan sin pasión.
    Muchas gracias por el tuiteo y que te vaya bien las prácticas.
    Un abrazo.

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  14. Hola José Luis:
    Gracias por tu visita. Cuánta razón tienes en esto de aplicar el gerundio al verbo motivar pero siempre en esa clave de actuar como mecha de inicio para la auto motivación.
    Sé que eres un hombre preocupado por la introducción del humanismo en las herramientas de gestión, idea que también comparto y que no sé si practico con el éxito suficiente, pero fíjate que tengo un reparo con eso de que hemos de motivar permanentemente. Y lo digo por la cantidad de iniciativas "motivadoras" que se enuncian en las empresas y que duran lo que un suspiro. En esos casos, me pregunto qué es lo que falla y las respuestas que me doy es que se insiste en motivar con cosas que les "ponen" a los empresarios pero no está tan claro que les interesen demasiado a los trabajadores. Cuando, pro ejemplo, a uno le suben el sueldo para motivarlo, a nadie se le debería escapar que ese tipo de motivación tiene fecha de caducidad y que suele ser muy próxima, luego algo falla.
    Muchas gracias por recordarnos la importancia del gerundio que implica acción constante.
    Un abrazo, amigo.

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  15. Hola Josep
    Estupenda reflexión, totalmente de acuerdo. Simplificando, creo que, desde que nacemos,nos movemos en torno a dos realidades: amor y miedo (en sus distintas variantes). La motivación externa puede ayudarnos con el amor, pero el miedo es una cuestión personal.
    Saludos

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  16. ¿Qué hacer cuando uno ejerce un gran ascendente, sin pretenderlo, sobre otra persona? A mí me ocurre con un gran amigo mío (quizá el mejor) que me tiene idealizado, lo cual tiene mérito cuando es una persona que conoce todos mis defectos y sabe de mis imperfecciones, y aunque yo diga una chorrada o una perogrullada él considera que he revelado un arcano. Pasa también que yo soy muy empático y prodigo mucho "calor", y este muchacho encuentra en mí el refugio y las palabras confortadoras e ilusionantes que le niegan por ahí. No sé, pero me asusta esa responsabilidad no buscada. Ambos nos comprendemos y compartimos una complicidad sin fisuras. Nos conocemos muy bien y los lazos son muy fuertes. Es una amistad hermosa, pero a veces, por el motivo que comento, me inquieto y preocupo.

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  17. Hola JLMON:
    Nunca lo había pensado en estos términos. Creo que me tomaré un poco de tiempo para reflexionar sobre ello estas navidades y te contesto.
    Entre tanto, te mando un saludo.

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  18. Hola Domingo:
    Menudo y bonito problema tienes con tu amigo. Alguien que te es absolutamente fiel y que conociendo tus imperfecciones te admira tanto supone, como dices, una gran responsabilidad no buscada.
    En mi opinión (sólo es una opinión) si es una amistad de toda la vida y sois tan amigos intuyo que se ha creado una relación de dependencia que sólo puede convertirse en peligrosa para ti si te quita espacio o espontaneidad y si te vampiriza.
    Mi hija pasó durante unos años por una situación parecida a esta. Tenía y tiene una amiga como tu amigo y yo notaba que ella estaba agobiada. Por fin se echó novio (la amiga, digo) y la cosa se suavizó. Creo que mi hija respiró aunque contribuyó lo suyo para que la relación cuajara y en eso fue inteligente.
    A mí este tipo de relaciones siempre me han agobiado un poco pero nunca ha llegado la sangre al río y el secreto es que he sabido crear una distancia de seguridad pero claro, eso no siempre es fácil, lo reconozco.
    En fin, que no sé si te he aclarado mucho.
    Un abrazo.

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  19. Buenas tardes-noches para el motivador de las emociones, ¿Cómo estás?.

    Verás al respecto te diré que han sido cientos de cursos al respecto de motivación de equipos en las empresas y ahhhhh siempre hablando desde el punto de vista cientifico y por supuesto experiencial. ¿conclusiones? Pues que si no hay puerto de destino, que si no hay claridad de adonde ir... mala cosa incluso para el más obstinado.

    Puedo decirte en mi propia experiencia que siempre me ha salido bien esto de la automotivación porque la buscaba permanentemente en mis huidas hacia delante. Era y es divertido porque vives del presente, de lo que te encontrarás en la siguiente estación.

    A mi me funciona tener pocas cosas en mis manos o cabezapara dar lo mejor con la máxima energia y disfrute (paso dentro de un orden de las planificaciones gestiones, previsiones, bahhh que horror!)

    Que bonito es ver cuando ves, vives y casi te asustas de ver como tu automotivación es casi un parque de atracciones en las relaciones con los demás.

    Un abrazo navideño lleno de motivación para ti!

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  20. Ha sido fascinante leer algunas de las lineas dedicadas a la automotivación, obviamente porque me he visto reflejado en ellas tanto desde una aptitud profesional como en frente de satisfacciones mas personales como sería hacer un blog.
    Aunque debo reconocer que el primero de los comentaristas me ha hecho saborear sabores más agrios, aunque bien conocidos...

    Buen fin de semana.

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  21. Josep,
    Leyendo tu entrada y las excelentes reflexiones que contiene sobre la motivación, el liderazgo y la automotivación, he recordado de inmediato a mi madre, una de cuyas expresiones favoritas es "sin fuerza de voluntad no se consigue nada en la vida". Nos lo decía a mi hermano y a mi de niños cada vez que protestábamos por tener que ir a entrenar a las siete de la tarde, para después tener que quedarnos a hacer los deberes hasta las tantas. Y nos lo sigue diciendo ahora, cuarenta años después, cada vez que nuestro ánimo decae por las circunstancias que sean. Mi madre tiene una voluntad de hierro que yo siempre he admirado y que ahora sirve también de ejemplo para sus nietos. Ella no hablaba tanto de automotivación, para la que hay que encontrar un elemento de satisfacción que nos la provoque y eso es a veces dificil en actividades que nos producen rechazo pero que son necesarias (en mi caso, estudiar las dichosas mates), sino de voluntad y de su fuerza. Pero en cualquier caso creo que son cualidades que se complementan perfectamente.

    Buen fin de semana.

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  22. Hola Diego:
    Yo mismo que he pasado por experiencias similiares a las que describes como formador, he acabado abominando de dos materias, una es la de la gestión del tiempo y otra la de cursos sobre motivación por razones que seguramente serían demasiado prolijas de relatar.
    Lo que si diré que es que cuando hablamos de motivación debemos asociarlo a compromiso y el compromiso siempre es en dos direcciones, de abajo arriba (que es el que se reclama) y de arriba abajo (que es el que casi nunca se produce y hasta resulta paradógico citar), pero si no se da en los dos sentidos mal se puede obtener motivación, por eso entiendo que simplemente no tienen mucho sentido ese tipo de cursos.
    La automotivación en cambio es un campo mucho más gratificante y amplio y por ello le asocio mucho más recorrido porque nace de uno o se le activa a uno (a través de determinada motivación o en ciertas circunstancias) y una vez prendida esa mecha el motor tiene no sólo tiene autonomía sino que se retroalimente. Aunque nada es para siempre, el camino a recorrer será siempre mucho más largo. Los que escribimos blogs somos un buen ejemplo de automotivación retroalimentada con los comentarios que recibimos, las visitas, los seguidores, etc.
    Enfocas en tu comentario la automotivación como un buen método de huida hacia delante. No diré que para eso no sirva (tú mismo eres un ejemplo) pero me gusta más cuando lo describes como un parque de atracciones porque, sabes, esa imagen refleja algo sumamente interante en mi opinión y es que con el motor a pleno rendimiento empieza a aparecer elementos con los que no contabas y te diviertes.
    Muchas gracias por tu aportación, por su frescura y su sinceridad. Leyéndote se me ha disparado unos cuantos fuegos artificiales en mi propio parque de atracciones.
    Buen fin de semana y un abrazo.

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  23. Hola Gabi:
    Cuando describes como fascinantes algunos párrafos de la lectura me haces un gran honor. Pasados los días de la publicación del post he reflexionado mucho sobre el detonante (la historia de Agustí)y sobre los comentarios que habéis ido dejando. Probablemente insistiré sobre esto en una nueva entrada.
    Como dices, el primer comentario que dejó mi amigo Navegante tenía un fondo más agrio que a mí también me resultó familiar, por supuesto, pero como digo, el paso de los días lo ha dulcificado.
    Un saludo.

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  24. Josep Julián,

    Esta vez lo he tenido que leer dos veces, pues siendo una entrada reconfortante como casi todas las de este blog y, con lo que me cuesta arrancar a escribir, con la segunda lectura se me han saltado las lágrimas y me ha asaltado una incontenible necesidad de escribir un emocionado comentario. Pero esta vez no han sido tus palabras, ni tus conceptos, ni tus contundentes enseñanzas, a pesar de la corrección de todas ellas y de todos ellos. Ha sido la lectura de "no escribo tan bien como mi hermana" la causa de semejante reacción. Por un infinito momento he disfrutado imaginando muchos folios con una palabra en cada uno de ellos y de como "la barriga" del ordenador les daba coherencia y alma.

    Como tu bien dijiste el mes pasado lo obvio no es sencillo, y esta vez lo obvio ha sido emocionante.

    Acabo felicitando a Agustí Brañas por una entrada tan soberbia y hacerlo a través de tu Blog, Josep Julián, porque, "nobleza obliga", he conocido su entrada a través de la tuya.¡Menudo subidón! Agustí.

    Bien, supongo que en brebe tendré oportunidad darte un abrazo en persona. Mientras tanto: un fuerte abrazo, Don Josep Julián.

    Fali

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  25. Hola Astrid:
    Tu comentario ha entrado mientras estaba contestando, así que te contesto a vuelta de correo.
    Sin duda que encontrar automotivación en actividades poco placenteras parece difícil y sin embargo creo que es el ámbito en el que hay que buscarla más a menudo. Las cosas que nos gustan necesitan poco de eso, pero encontrarle el gusto a las mates o la bioquímica cuando lo que quieres es llegar a ser médico odontólogo no es fácil.
    Tu madre seguramente daba en una tecla que no he mencionado hasta ahora y que es la disciplina o mejor dicho, la necesidad de ser disciplinado, de tener fuerza de voluntad. No es que eso sea lo mismo que la motivación, pero circula por caminos muy próximos.
    Ahora que no nos oye nadie, te diré que durante muchos años ese fue mi talón de Aquiles, ese y no preguntar tanto como debía haber hecho y que en pecado llevé la penitencia, así que creo que puedes estarle muy agradecida a tu madre que estoy seguro que es una gran mujer.
    Un saludo y buen fin de semana.

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  26. Hola Fali:
    Pues qué más puedo añadir. Yo también sentí empociones intensas al leer a Agustí, al que además conozco personalmente y al que vi la noche en que había publicado su entrada y yo la mía.
    Mientras nos quede esa capacidad por ver cómo algunas de nuestras acciones ayudan a quienes más queremos y más lo necesitan, lo mejor del ser humano está a salvo, no tengo ninguna duda.
    Muchas gracias por lo que me toca y gracias también en nombre de Agustí al que trasladaré tu comentario.
    Nos veremos en breve, pero ya te adelanto que hoy has hecho una cosa hermosa.
    Un abrazo.

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  27. Preciosa doble entrada,la tuya y la de Agustí..!!

    En uno de tus comentarios dices: "motivarse es algo muy parecido a tener fe. Fe en lo que sea,pero fe al fin y al cabo".

    Es realmente mágico mover los hilos inteligentes de nuestros hijos,dándoles toda la confianza de que "pueden hacerlo" y lo hacen muy bien..!

    Es cierto que he compartido tus posts y te he felicitado,porque ha sido gratificante participar y reflexionar sobre ellos..La experiencia me ha generado confianza y desde esa confianza,permíteme que opine con cierta "pasión" sobre la coherencia entre mente y corazón,que he observado en tus letras..

    Esa "coherencia" me acerca a felicitarte la Navidad,porque intuyo que la lógica de la razón..dejará libre al corazón para que escape en busca del recuerdo,que le traerá frescura y renovación..

    Olvidemos la "parafernalia",las instituciones,el festejo hipócrita de muchos..sin saber qué celebran.. Y lancemos al aire un deseo:

    Que la paz y la buena comunicación entre los hombres les lleve a crear de nuevo..lo que han destruido..!!(tengamos fe en ello y nos motivará a conseguirlo..)

    Os dejo por un tiempo. Os echaré de menos y quizá no tarde en volver..

    Ha sido un placer vivir tus letras.
    Mi agradecimiento y mi abrazo siempre,amigo.
    M.Jesús

    Ojalá llegue muy alto y sea recogido..!

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  28. Hola Mariá Jesús:
    Me parece bien unirme a tu deseo de paz y comunicación porque seguramemente lo primero se logrará si practicamos mucho lo segundo.
    Mis mejores deseos y desde luego, darte las gracias por todas las veces que me has acompañado.
    Leo en tu blog que te retiras por un tiempo para estar pendiente de los tuyos. Espero que el próximo año contemos de nuevo con tu presencia iluminadora.
    Un abrazo y un beso.

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  29. Ains! Qué haría yo sin la automotivación, que no tengo ni dueño al que mover la cola, ni perrito que me la mueva. Vamos! Que trabajo sóla.

    Siento tardar tanto en pasarme, pero a parte de motivada, estoy que no llego.

    Un beso vecino!

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  30. Hola Nadia:
    No te preocupes porque andamos todos más o menos liados. Como trabajas sola, qué te voy a contar que tú no sepas de la necesidad de darse ánimos constantemente. Algún día podrías darnos algunas recetas de automotivación que seguro que a todos nos vienen muy bien.
    Recuerdos al rellano y un beso para ti, vecina.

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  31. Está muy bien ese post que linkas y también el tuyo. Y después de leeros a ambos, concluyo, que está bien no rendirse e intentar dar de algún modo, a los que dependen emocionalmente de nosotros ese refuerzo que puede llegar a funcionar como un bálsamo de Fierabrás como en el caso de la melliza de Agustí.

    Pero mi experiencia en este aspecto que es sólo propia o como máter me dice que hay una parte endógena importante en este asunto. La autoconfianza es de esos sentimientos frágiles y sutiles en los que el carácter que te haya sido dado de "serie", influye, no diré de forma definitiva, pero sí de forma importante.

    Quiero decir que por más que te cultives, abones y refuerces en ese ese aspecto, la idiosincrasia del temperamento de cada uno de nosotros influirá en el resultado final de esa sensación y si no se es proclive a esa tendencia, cualquier observación por tenue y delicada que sea nos baja de la nube
    la vieja historia del vaso medio lleno... o medio vacío...
    Pero me quedo con la idea de presentar batalla al pesimismo por adelantado que se respira en las letras de ambos.

    Un abrazo Josep.

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  32. Hola Cristalook:
    Si alguna vez nos viéramos en persona te contaría mi teoría al respecto porque me parece que hacerlo aquí sería además de largo, un monólogo.
    Como resumen decirte que estoy sólo en parte de acuerdo contigo en cuanto a eso de venir de serie, porque no sé si es lo mismo que si decimos "como nos hemos comportado hasta ahora".
    La utomotivación acaba produciendo confianza en uno mismo y a la larga seguridad. Si me propongo hacer algo que no hice nunca y lo logro adquiero confianza y sólo cuando lo vuelvo a repetir y me sale bien entonces es cuando empiezo a pensar que no es una casualidad y me siento seguro de que podré hacerlo de nuevo, no sé si me explico.
    Muchas gracias por tu reflexión. Me he centrado en la parte que no lo veo exactamente como tú pero en el resto estoy plenamente de acuerdo ;-)
    Un abrazo.

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  33. Hola Josep,

    Me ha encantado tu post, por su mensaje y por la claridad de la secuencia y el orden.

    Por otra parte, hablar de motivación de otros y auto-motivación, tal vez sea un planteamiento desde una perspectiva concreta: estamos separados unos de otros.

    Me gustaría aportar otra perspectiva para mirar la motivación desde otro ángulo.

    Todos y cada uno de nosotros somos vida, la misma vida. Una vida que se produce dentro de nuestro cuerpo y alrededor de nuestro cuerpo. Por ello, no estaríamos separados, siendo un todo completo, sino que seríamos conscientes parcialmente de ello.

    Si pensáramos que el otro soy yo, y que yo soy el otro, la motivación podría pasar primero por la aceptación de la desmotivación. No hay nada malo en estar desmotivado, siempre y cuando seamos conscientes y decidamos explorar dicho estado. Cuando yo, la vida, estoy desmotivado, tal vez sea porque falta algo, o sobra algo.

    Desde la totalidad, motivación y desmotivación formarían parte de lo mismo, extremos de una misma realidad. Un principio compensador a lo mejor.

    En ello, puede sentirme motivado a no hacer nada, a simplemente sentir y observar.

    Liderar desde la aceptación implicaría también, contribuir simplemente a elevar el nivel de consciencia propia y de los otros.

    Saludos

    Liberto

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  34. Hola Liberto:
    Un honor verte por este rincón. Te doy la bienvenida y espero que nos puedas volver a deleitar de nuevo con tus puntos de vista.
    Respecto a tu comentario y después de pensarlo un poco he de reconocer que estoy de acuerdo. Lo que pasa es que normalmente nos cuesta darnos cuenta de que formamos una red porque estamos en red y más que tendremos que estar en el futuro.
    Aquí trataba de distinguir entre uno y otro sentimiento. Motivación=hacia fuera, hacia otros y auto motivaciòn=hacia dentro, hacia uno mismo y decía que le daba más valor a lo segundo que a lo primero en el sentido de que la motivación externa que no prende en uno no tiene mucho recorrido, pero no digo que la falta de una o de otra sea malo en sí mismo. Es legítimo estar desmotivado si eso equivale a estar expectante pero sin participar.
    Lo que me ha gustado especialmente de tu comentario es la última parte, donde dices eso de "liderar desde la aceptación implicaría también, contribuir simplemente a elevar el nivel de consciencia propia y de los otros" y me ha gustado porque hacer eso es atacar al mismo tiempo las tres cosas que más me interesan como son la motivación, la confianza y el compromiso.
    Muchas gracias, de verdad, por tu contribución.
    Hasta pronto.

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  35. Las creencias tienen el poder de crear y de destruir. Los seres humanos tienen la habilidad de tomar una experiencia en sus vidas y crear un significado constructivo o destructivo. El entusiasmo es fundamental para emprender cualquier acción, la fuerza impulsora y la acción completan el cuadro.
    Genial el cuento Josep.
    Un abrazo muy cordial

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  36. Hola Belkis:
    Las creencias tiene ese poder que dices. Ahora bien, creo que sería esclarecedor distinguir entre las creencias de otros que asumimos y las nuestras que deberíamos vivir con independencia de si son compartidas o no. Igual sucede con la motivación que si procede de otro es porque nos señala un camino en el que él cree mientras que la automotivación sigue un camino propio y desde luego genuino.
    Un abrazo, querida amiga.

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