19 de septiembre de 2011

Un mundo ideal



Quién me mandaría a mí haber escogido un título como este para la entrada de hoy. Qué necesidad tenía de complicarme la vida. Hablar sobre mundos ideales puede parecer hasta de mal gusto con los tiempos que corren pero ya que me he liado la manta a la cabeza voy a ver dónde me lleva esto.

Para empezar, sostengo desde hace tiempo, desde los albores de esta crisis, lo que equivale a decir desde prácticamente la prehistoria en términos noticiables, que no es que estemos viviendo una crisis (que empezó siendo financiera, luego económica, más tarde sistémica y ahora de nuevo financiera, aunque sospecho que ya por falta de calificativos) que en realidad estamos ante una nueva era, una especie de refundación de la humanidad.

Soy consciente de que más de un@ habrá leído estas afirmaciones en el tiempo arqueando la ceja diciéndose que a dónde va este profeta, si bien alguno entre los que destaco a mi amigo Fernando López pronto mostraron su acuerdo y hasta creo recordar que ha usado esta imagen en alguno de sus artículo, lo cual me reconfortó en su momento y más ahora cuando este mismo concepto se ha instalado en algún que otro filósofo y hasta artículo de fondo de más de un rotativo. Reconforta no sentirse solo, eso está claro.

Abundando en este concepto que ahora empieza a ser felizmente acompañado, añadiré que en su momento hasta di un paso más y a esto lo llamé el renacimiento de la humanidad. Más concretamente debería haberlo llamado el segundo renacimiento de la humanidad dado que el primero sucedió hace seis siglos pero da igual, ya nos entendemos. Además ellos no lo llamaron renacimiento ni nada, tal vez porque no eran conscientes de que estaban inmersos de pleno en él, como nosotros ahora.

El o los renacimientos implican por lo menos tres estadios: el primero, crisis estructural en la que todo se cae, desde estructuras económicas hasta modelos sociales; el segundo presidido por el desconcierto más absoluto dado que las antiguas llaves ya no abren las nuevas puertas y el tercero, el más creativo, en el que el hombre vuelve a inventar modelos nuevos situando al hombre en el centro de la creación y desplazando por ello lo que sea que antes ocupara ese centro, llámese monarquías feudales y su nobleza o hasta el mismo Dios (los movimientos protestantes son una secuela del renacimiento). En esa fase definitiva, las monarquías acabando convirtiéndose en parlamentarias y hasta la Iglesia tuvo que elevar el techo y tamaño de sus catedrales. Sin ese renacimiento no conoceríamos ni lo uno ni lo otro, de la misma forma que todavía no conoceríamos América, lo cual ahora mismo no estoy en disposición de decir si sería bueno o malo.

De lo que no cabe duda es que los protagonistas de esta especie de mutación social no fueron conscientes de que la cosa terminaría así. Obviamente, porque medido en términos de años, los que sufrieron las dos primeras fases y la tercera no compartieron generación y ni siquiera fueron contiguas y lo mismo nos sucederá a nosotros. Bueno, esta vez y a la velocidad que van las cosas, contiguas puede que sí sean las generaciones pero es seguro, los que tenemos la misma edad que yo, lo más probable es que veamos los frutos de este parto de los montes si bien somos más protagonistas que esos afortunados a los que llamaremos hijos nuestros.

Estamos en la fase dos, es decir, esa en la que las llaves no sirven para abrir las nuevas puertas y tenemos muchísimos ejemplos. Para empezar y en términos económicos que no hay una sola suprainstitución que de pie con bola en búsqueda de la receta mágica, se llame esta FMI, Reserva Federal o BCE. Ni una, porque además dan recetas que a menudo se contradicen. Pero podemos seguir con otros ejemplos, como el del desconcierto de las religiones que es la misma que la de los gobiernos y que consiste en la sobreprotección y echarle la culpa de todo al cha,cha,cha. Estos ejemplos pueden ampliarse si entramos más en el campo personal pero aquí seguro que todos tenemos muchos ejemplos e incluso los que no los encuentren fácilmente no están exentos de encontrarse en esa fase, sólo que no se han enterado.

A los que nos ha tocado vivir en las fases uno y dos los llamé en su momento último eslabón de la cadena y primero de la nueva lo cual nos convierte en unos privilegiados. Este argumento, de lo cual me vuelvo a sentir feliz, ha sido utilizado recientemente en una tertulia de tele autonómica. Vaya, parece que uno no clama en el desierto, me dije en su momento pero luego caí en que una vez aceptado el concepto de renacimiento la pregunta de qué papel nos tocaría a nosotros en este baile surgiría de inmediato, como así ha sido.

Así que a diferencia de los del siglo XIV y XV viviremos lo suficiente para ser protagonistas de todas las fases si bien en distinto grado. No veremos el mundo que surgirá, lo cual no debería preocuparnos en exceso porque tampoco lo íbamos a entender y seguramente nos frustraremos añorando lo que hemos dejado atrás y que ya no volverá como por ejemplo, la sociedad del bienestar o la ilusión de que los gobiernos juegan un papel determinante. Educados y transmisores de estos paradigmas, a ver quién es el guapo de educar a nuestros hijos en unos valores que hacen aguas por todas partes.

Queda pendiente la cuestión que titula este artículo. ¿Qué deberemos entender a partir de ahora por mundo ideal? Y uno descubre que nadie tiene la respuesta, que los gurús están más callados que un muerto, lo cual no es de extrañar porque están educados en los mismos paradigmas que ahora están heridos de muerte y que todos andamos metidos en el mismo remolino, lo cual no es nuevo. Fue Keynes quien dijo que los humanos en situaciones de crisis nos ponemos muy contentos cuando parece que acaba una catarata y que volvemos a las aguas tranquilas sin ser conscientes de que no espera la siguiente un poco más adelante. Bueno, en su época la distancia entre cataratas era un poco más larga que ahora pero el símil he de reconocer que es bueno.

Que nadie espere que enuncie mi profecía al respecto. Lo hago por un doble motivo, uno que ya no me queda espacio si no quiero alargar más este artículo y el otro, más íntimo, que me reservo.

18 comentarios:

  1. Bueno, bueno profeta..., digamos que teórico con bases subjetivas. La palabra renacimiento en el arte como bien sabes, fue una transformación extrema en todos los sentidos, una explosión, como el día del orgullo Gay pero en fino, en cambio mucho me temo que esa fiesta en política con tanta moralina, tanto principio, tanta norma, tanta leche, lo más que procurará será mayor presión, mayor coacción, mayor sometimiento. No espero lamentablemente que de esta angustia -que solo ha hecho comenzar- salga nada bueno. La subsistencia de la raza humana siempre se resolvió de un único modo, y después un renacer desde las cenizas, un volver a construir, años de calma y volver a empezar. Creo ser bastante optimista, jajaja, saludos chaval.

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  2. Estoy de acuerdo contigo,Josep.
    Vemos que caen poco a poco los pilares de esta sociedad materialista y lógicamente evolucionamos hacia una transformación interior del ser humano.
    No sabemos el tiempo que llevarán estas fases,ni las cataratas que aún nos quedan por pasar.Sin embargo,el renacimiento está en el horizonte,lo presentimos y también lo intuimos dentro.
    Mi felicitación por ese "arcoiris de esperanza",que trazas en el aire y que a pesar de la tormentosa crisis,te agradecemos.
    Mi abrazo inmenso siempre,amigo.
    M.Jesús

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  3. Esto de las profecías "me pone". Me pone porque entramos en el juego de "a ver cuánto nos aciertas". Lastima que no estaremos aquí para comprobarlo, según nos anticipas. Por eso igual prefiero concentrar mis esfuerzos en esquivar el próximo "capón" que nos tiene preparado el Gobierno... quiero decir, "los Mercados" :))
    Es que hoy tengo uno de esos días graciosillos.
    Un abrazo.

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  4. He escrito un comentario y se ha ido no sé dónde, pero yo insisto, por algo soy testaruda (o tenaz según como se mire). Dicen que han cada los 4 puntales de este paradigma: Ciencia, Religión, Política y Economía. Para la economía he oído y leído que tal vez el nuevo modelo sean las cooperativas donde los salarios no son muy diferentes los uno de los otros y hay más compromiso laboral por parte de todos. En cuanto a la religión es cierto que jamás había habido una crisis tan fuerte y sin embargo una creciente espiritualidad (Nueva Era, Coelho, estudios esotéricos... que están a la orden del día). En cuanto a la ciencia muchos son los que han dejado de lado los hospitales para volver a los curanderos o terapias alternativas con notable éxito... pero lo más curioso de todo es que absolutamente nadie ha profetizado sobre política...

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  5. Hola Josep:

    Hemos empezado la semana en sincronía pues en el post del sábado hablaba de ti y de otros buenos amigos. Me acuerdo que de esto ya hemos hablado hace al menos un par de años y, como bien dices, yo he hecho uso de ello. Yo no sé si lo veremos o no pero de lo que si estoy seguro es que ya está empezando.
    Un abrazo

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  6. Querido Josep,

    "No es una época de cambios sino un cambio de época"...

    Un fuerte abrazo,

    Jaime

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  7. Josep
    Te veo prolífico lo que es bueno...Profundo y exacto.
    Verno se si lo veremos (creo firmemente que no) pero hablarán de nosotros que ya es algo.
    Cuidate

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  8. Hola Adolfo:
    Bueno llamésmosle X. Como dices, de lo que tenemos ahora no cabe esperar poder sacar nada bueno, lo que viene a demostrar lo caduco de la casa que habitamos y de ahí que estemos rompiendo costuras. El renacimiento como bien sabes, no sólo fue arte que es lo que más ha perdurado desde un punto estético, pero no hay que olvidar que creó las bases de un modelo social del que todavía hoy somos herederos, si bien ya es llegado el momento de abominar de buena parte del contenido de nuestra mochila. La humanidad es lo que tiene, que incluso cuando está en cambio se resiste manteniéndose asida al bote que se hunde. Pero eso es parte de la selección natural, lo ha sido siempre.
    Te veo un poco descreído pero entiendo que eso es coyuntural.
    Un abrazo fuerte de este que te aprecia.

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  9. Hola Majecarmu:
    Me alegro de que seas una de las que vislumbra ese cambio de horizonte. Que sepas que todavía formas parte de una reducida porción pero me alegro de tenerte a bordo. No sabemos qué papel nos tocará en esta fiesta pero en lo que a mí respecta me conformo con llevar el cubo de la fregona, lo que no quiero es perderme esta aventura.
    Un abrazo.

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  10. Hola Javier:
    Me da que para saber cuánto acierto lo tendremos que dejar escrito a nuestros hijos y que pasados los años lo constaten por nosotros. No te preocupes porque sean objetivos, que lo serán. Y para que no todo esté en el largo plazo y como dices que te preocupa el próximo capón del gobierno o de los mercados te apuesto doble sobre sencillo que volverán a tratar de abrir una puerta con la llave de siempre y acabaran llamando una vez más al cerrajero (llámalo como quieras).
    Un abrazo.

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  11. Hola Malvada Bruja del Norte:
    Ante todo agradecerte tu perseverencia por lo rico de tu comentario una vez perdiste el original, lo cual como digo se agradece mucho. A mí, que de cuando en cuando me pasan cosas parecidas he tomado la costumbre de copiar antes de mandar y eso me ha quitado de más de un disgusto.
    Yendo al meollo de tu comentario creo que sobre esos cuatro pilares hay un desconcierto similar porque ninguna de las salidas que mencionas está construida desde la generación sino sobre la reformulación, es decir, el consabido método de acción/reacción lo que va en contra de la esencia del renacimiento. Desde mi punto de vista no es extrañar que la política vaya quedando en último lugar por dos razones: una es que a pesar de todo necesitamos tener la sensación de que alguien vela por nosotros y si no lo hace al menos tener la fantasía de que les castigamos cada cuatro años y la segunda, mucho más importantes en esta parte del mundo, que es que la democracia, con todas sus imperfecciones, sigue siendo el menos malo de los sistemas políticos. Claro que esto también lo pensaban respecto a la nobleza y las castas en la Edad Media y vino el humanismo y se lo cargó, así que tampoco nos extrañe que lo que venga no se sabe cuando sea otra forma de política más del rollo de la Confederación Interplanteria de Star Treck o la Guerra de las Galaxias. Mi duda es saber cómo llevaremos eso de compartir el poder con hombrecillos verdes de tres ojos pero anda que si en el siglo XIII alguien nos dice que los USA tendrían un presidente negro...
    Muchas gracias por tu comentario y por tu visita que siempre se agradece.

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  12. Hola Fernando:
    Lo que es innegable es que siempre hemos ido sincronizados. No sabes lo bien acompañado que me siento.
    Un abrazo.

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  13. Hola Jaime:
    Sí señor y si me permites parafrasearte lo que estamos viviendo ahora es algo parecido a ese magnífico adagio "no llenes la vida de años sino los años de vida". Lo bueno es que pudiendo elegir casi siempre hacemos lo contrario.
    Un abrazo enorme.

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  14. Hola JLMON:
    Ya sabes, hablarán de nosotros cuando estemos muertos. Sólo espero que alguien siga ocupándose del mantenimiento de Blogger hasta entonces ;-)
    Un abrazo, campeón.

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  15. Hola Josep:
    Que "algo" está ocurriendo, no nos queda la menor duda; en no saber si llegaremos a verlo del todo, si tenemos dudas. Pero también hay algo que nos une como nunca y es que en este momento, al mismo tiempo, somos muchas las personas a lo largo del mundo que estamos pensando o nos preguntamos lo mismo: "Y ahora ¿qué pasará?".
    Creo que éste si es un dato nuevo ante un posible renacimiento: muchísima gente recibiendo la misma (o casi) información a la vez.
    "Y ahora, ¿qué pasará?"...¿se nos juntarán las cataratas?, ¿viviremos en estado permanente de aguas turbulentas?, ¿daremos el gran salto?...¿cambiaremos la velocidad por el tocino?.
    Tendré que ir investigando sobre cultivos hidropónicos; no me veo en Galáctica sin una triste lechuga.
    Un beso, Josep y feliz semana.

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  16. Estimado Josep, después de tu profética narración, coincido en la necesidad de abrir los ojos, la mente y las emociones para el próximo estreno mundial.

    Ahora nos queda disfrutar del día a día y seguir dándole a la matraca con lo que nos apasiona, escribir y hablar.

    Un abrazo.

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  17. Hola María:
    Respecto a lo del cultivo hidropónico coincides en parte con un buen amigo mío que sin llegar tan lejos sostiene que de cara a la supervivencia futura la mejor enseñanza que podremos recibir y dar es la de sabe cultivar un huerto, así que no te veo desencaminada.
    También tienes razón en que cada vez somos más los que vemos que la salida de esto no será un simple cambio de modelo sino una verdadera transformación de todo. Como las cosas van a una velocidad de vértigo igual en este caso no hay que esperar dos siglos para que cristalice y lo haga mucho antes pero no sé si tan rápido como para que veamos algo más que las primeras luces del amanecer de esta nueva era.
    Muchas gracias por tu comentario, como siempre tan rico.
    Un beso.

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  18. Hola Diego:
    Sí señor, el próximo día mundial precedido de los clarines de siempre que anuncian el fin del mundo, esta vez en forma de FMI y demás. Y lo cierto es que una tiene la sensación de que esos lamentos lo son más por lo que quede atrás que por lo venga por delante.
    Y lo que tu dices, cada cual a luchar con sus armas.
    Un abrazo muy fuerte.

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