16 de abril de 2010

Meterse a consultor a los cuarenta y tantos

Una consecuencia más de la crisis en la que estamos inmersos ha sido la cantidad de personas que han tenido que reorientar su carrera profesional “por narices” hacia nueva profesiones que, en algunos casos, nunca en la vida imaginaron que iban a desempeñar. Como todos tenemos más o menos cercano algún ejemplo de estos, no me extenderé más.
Por otra parte y ante la misma situación, conozco a bastantes buenos amigos que han decidido o están decidiendo en estos meses iniciarse en el mundo de la consultoría, mi profesión desde hace más de diez años o sea, que no puede decirse que sea un neófito. Algunos, han pedido mi consejo además de mi ánimo, con el que ya contaban de antemano.
Sin embargo, a todos les digo que nuestra profesión no es sencilla, por más que todo el mundo se sienta capacitado para convertirse en consultor, una profesión con más glamour aparente que real. Como es difícil definir en qué consiste nuestro trabajo (y lo comprendo porque mi madre me lo pregunta cada dos por tres
) imaginan que se reduce a identificar en qué son buenos y acercarse a potenciales clientes con su oferta empezando por los amigos. Como son buenos (y muchos lo son), creen que con eso basta. Y no basta. Y además, hasta suele perderse amigos. Así que mi primer consejo es no acercarse a ellos en busca de los primeros encargos si se quiere conservar la amistad.
Esta profesión en la que, como en otras, abunda más lo mediocre que lo verdaderamente bueno o lo malo tiene algunas características peculiares que conviene recordar. La primera, que no es lo mismo integrarse en una organización que trabajar en solitario. En mi caso, he vivido las dos experiencias y está claro que no es lo mismo ni parecido.
Si formas parte de un equipo tienes algunas ventajas. La primera es que tus conocimientos se ven retroalimentados por los de tus compañeros -que, en parte también son tus rivales-, tus capacidades se combinan con las suyas, sus experiencias son lo más parecido a escarmentar en cabeza ajena, etc. Pero también tiene sus desventajas, la más importante es que actúas bajo una marca, unas normas y unas filias y fobias con las que normalmente ni te identificas ni te sientes cómodo. En una organización, y en eso caes en la cuenta muy pronto, es muy frecuente que las únicas satisfacciones que recibas provengan de tus clientes y de casi nadie más. No lo olvides.
Trabajar por tu cuenta también tiene luces y sombras. Lo más gratificante es que decides a qué te dedicas, enfocas los servicios y los proyectos como mejor te parece, estableces tus tarifas y minimizas costes, haces tu propio marketing, etc. Pero también tiene muchas dificultades, empezando por esa sensación de la soledad del corredor de fondo que nunca te abandona, la práctica imposibilidad de que alguien te eche una mano de forma realmente desinteresada, si venías de una organización mayor la certeza de que (gran) parte de tus clientes no te seguirán porque estás solo aunque nunca lo reconozcan por consideración a ti, la imposibilidad de aportar referencias que lo fueron antes pero para las que no has vuelto a trabajar desde que eres tu propia marca, etc.
En esta descripción de pros y contras deliberadamente no he mencionado otra serie de razones que hacen de esta profesión algo sumamente peculiar. A modo de confesión, deslizo para mis nuevos competidores/amigos que en consultoría nunca sabrás con certeza por qué consigues un contrato como tampoco sabes muchas veces por qué no lo has conseguido.
La lógica de que a necesidad del cliente bien identificada seguida de una oferta de servicios consistente y a unos precios ajustados le sigue la aceptación de la propuesta, no funciona. El networking como modo de identificar clientes potenciales “potencialmente” interesados en tu producto tampoco funciona demasiado bien y como te descuides puedes acabar pagando suculentas cuentas de comidas o de cenas sin resultado a cambio de muy buenas palabras y ambiguas oportunidades “para el año que viene”. Ya decía un colega mío que en esta profesión hace falta comer muchos langostinos para poder comer todos los días lentejas.
En esta profesión y dando por supuesto que realmente tienes una propuesta de valor que te identifique con toda claridad como un experto, sólo vendes cuando se da la concatenación de todas estas circunstancias: que el cliente tenga realmente un problema, que ese problema le quite el sueño, que llegues en el momento oportuno, que hayas dicho o hecho algo de lo que casi nunca serás consciente que ha despertado en él la sensación de que tú eres su solución, que no pase mucho tiempo hasta que presentes tu propuesta y que no suceda nada “imprevisible” que dé al traste con las ganas o la oportunidad de comenzar el proyecto. Sólo entonces vendes.
Además de eso, hay dos épocas del año especialmente peligrosas. Una en el mes de julio, cuando justo antes de irse de vacaciones los clientes son especialmente receptivos a recibir propuestas, tuyas y de otros, claro. Incluso puede que te llamen. No te confíes, pasado el verano esas ganas repentinas de hacer cosas suelen desvanecerse. Así que mi consejo es que las propuestas sean cortas y concisas, cuanto más mejor, en aras a economizar esfuerzos y gastos de imprenta.
Otra época tanto o más peligrosa es el periodo que va de mediados de noviembre a mitad de diciembre. En esa época los clientes suelen entrar en celo debido a que están elaborando los presupuestos para el año que viene. La receptividad es alta, la duración de las reuniones especialmente corta, los requerimientos enormes, la extensión de los colectivos sobre los que actuar tan amplios como la estepa siberiana y además, el clima entrañable de esas fechas hará que recibas muchas felicitaciones navideñas, lo cual te hará albergar “fundadas esperanzas” de que estás “en sus oraciones”.

Mi consejo es que el día después de Reyes te prepares a hacer pressing por toda la pista. Si te sale bien, tendrás resuelto el primer trimestre y si no, estás en la misma casilla de salida que en el mes de noviembre y habrás perdido buena parte de los ingresos previstos para el primer trimestre.
En suma, esta es una profesión con un ciclo anual muy corto que, entre vacaciones de semana santa, verano y su vuelta y vacaciones navideñas hasta el lunes siguiente a Reyes, apenas deja seis meses al año que puedan considerarse lectivos y potencialmente productivos.
Así pues, confío en que algunos lean este artículo antes de pensarse en meterse a consultor. Si aún así están dispuestos, mucha suerte y ya saben que, para lo que esté en mi mano, estoy a su disposición.

44 comentarios:

  1. ¡ Hola !!

    Una magnífica descripción de lo que es el día a día de nuestra profesión :)

    Me quedo con la frase "nunca sabrás con certeza por qué consigues un contrato como tampoco sabes muchas veces por qué no lo has conseguido".

    Pues eso :))

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  2. Buenos días consultor! Me siento totalmente identificado con tu acertado post. Es curiosa la frase de los langostinos para comer lentejas porque nunca he necesitado de esa acción profesional.

    Por experiencia sé que la PERSEVERANCIA y LA PACIENCIA estratégica da unos resultados estupendos. Ni que decir que CONFIAR y DELEGAR en especialistas (aunque tú también lo seas) para tu ocuparte del cliente (relaciones).

    Un abrazo y me marcho volando a por el siguiente cliente!

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  3. Muy interesante el post, Josep. Llevo muchos años haciendo consultoría interna, evidentemente distinta de la que tú hablas en el post, y quiero dedicarme a la consultoría artesana por vocación, no por necesidad, así que estas "sobredosis de realidad" me vienen muy bien para evitar peligrosas euforias. Por otra parte, tampoco me ha sorprendido nada de lo que comentas, lo cual me parece positivo.
    Un abrazo

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  4. Pues la verdad es que no me han quedado muchas ganas. Tras haber leído tu artículo, comprendo porque dices al comienzo lo de que tiene más glamour aparente que real. Muchas veces en la vida, demasiadas, tendemos a prejuzgar. Y en el caso de tu profesión sí que es cierto que desde fuera podría dar una glamourosa impresión que, por lo que cuentas, muy poco tiene que ver con la realidad.

    A pesar de todo, no te veo a disgusto con tu profesión. Si a ti realmente te gusta lo que haces, eso es lo más importante, aunque tengas que sufrir sinsabores a menudo. Es ley de vida, Josep.

    Un abrazo

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  5. Para los que nos dedicamos a esto, este post es realmente realista y refleja lo que es la consultoría. Yo aparte de los langostinos, añadiría el acudir a seminarios, encuentros, presentaciones...y demás familia, porque en estas reuniones "no formales" se fraguan contactos que a veces fructifican. No se sabe donde la tienes, te puede aparecer un cliente donde menos lo imaginas y lo digo por experiencia.
    Felicidades por el post

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  6. Hola, Pepe:

    Veo exactamente como tú algunas cosas (el riesgo de perder amigos, lo de los langostinos, cómo algunos ya no te siguen cuando dejas de formas parte de un consultora, etc.). Otras las tengo que pensar bien porque quizás no me había dado cuenta (me refiero sobre todo al tema de las épocas peligrosas).

    Coincido especialmente contigo en que conozco a mucha gente que se está metiendo en ésto no valorando suficientemente las dificultades... y veo que se van a dar un buen trompazo.

    En mi opinión, sin embargo, son muchos más los beneficios y las satisfacciones que los inconvenientes, pero veo dos inconvenientes especialmente sólidos: que no seas muy bueno en clientes (los clientes enseguida te dan un feedback inapelable sobre tu calidad en este campo, y especialmente en época de crisis)y que no haya algo o mucho de vocacional, de reflexión estratégica y de visión en tu decisión.

    Con respecto a la pérdida de la luz del equipo cuando un consultor empieza a trabajar por su cuenta, he de decirte que yo no la he perdido sino que la he ganado, ya que el trabajo en redes y el outsourcing me da mucha más flexibilidad en el acceso a las claves y compañeros de viaje que busco en cada momento.

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  7. Hola Josep.

    Magnífica entrada. Sinceramente nunca me he sentido atraído por la consultoría. Puede que hubiera intuido muchas de las cosas que cuentas.

    Saludos

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  8. Jola JJ.
    Gracias. En posts como este se ve con claridad la diferencia que hay entre un advenedizo y un veterano en cualquier profesión.
    Yo, soy de los primeros -llevo menos de 2 años como interim manager- y la he notado en mis carnes algunos de tus comentarios.
    Lo que si he aprendido es que hay que tener una "imagen de marca personal" muy potente para transmitir al cliente que serás el "solucionador" de sus problemas. Otro tema que también he aprendido es "a no perder el tiempo" con presupuestos, "hágame un esbozo", etc......
    Tengo un post que relata con detalle una entrevista con un cliente -con resultado negativo; de momento- y te invito a que lo leas.
    Lo que si me ha sorprendido mucho -y estoy de acuerdo- es que nunca realmente averiguarás los motivos por los que te contratan o por los que no te contratan. Cierto pero extraño .¿no?. un saludo.

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  9. Acertada descripción de lo bueno y lo malo de la consultoría, añadiré un detalle, que está de alguna manera implícito en lo que comentas, y es que, como no hace falta ningún título ni estudios concretos para ser consultor (¡y en algunos casos, ni siquiera experiencia!), cualquiera puede serlo...

    En muchos casos habrá buenos profesionales de la consultoría, pero habrá otros que crean una mala fama de la profesión.

    Que sin duda, no es sencilla (al fin y al cabo, se trata muchas veces de proponer/implantar soluciones que al cliente no se le han ocurrido, no ha sabido, o no se ha atrevido a hacer). Pero es muy gratificante, se aprende continuamente de muchas fuentes.

    Un abrazo, y buen fin de semana
    Pablo Rodríguez

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  10. Gran articulo. Dices cosa muy ciertas en las cuales me he sentido muy identificado.

    Ahora bien creo que lo que describes aquí no es especifico a la consultoría sino a todos los que se autoemplean (a menudo = autónomo solitario que trabaja desde casa).

    La gente cree que es fácil vender, y la verdad que no lo es. La gente cree que teniendo un auto-empleo tienen un negocio, y tampoco es así. Un negocio funciona si no estás, un autoempleado no cobra si no esta.

    Los auto-empleados tienen más precaridad que los empleados por empresas, y si no lo compensan ganado + o ganando igual y trabajando menos, la verdad es que en 90% de los casos no compensa la aventura

    Un último inciso: lo mediocre existe en todos los sectores

    Gran post Josep

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  11. Hola Josep:
    Por aquí suelen venir bastantes consultores ofreciendo sus servicios. Desde hace un tiempo, cuando contactan telefónicamente les suelo decir (cuando es el caso, claro) que en ese momento va a ser difícil que lleguemos a algún acuerdo de colaboración porque en ese momento no se dan las circunstancias, que mejor más adelante. Porque como muy bien dices hay que llegar en al sitio oportuno en el momento oportuno, de lo contrario, su oferta quedará en un cajón y se olvidará. Es curioso pero algunos insisten en mantener la entrevista, a lo cual nunca me niego, pero el recorrido de la oferta es justo ese: el cajón.
    Resumiendo, difícil profesión donde tienes que estar constantemente con las alertas preparadas para llegar al sitio oportuno en el momento oportuno. Esta es una de las claves más importantes visto desde este lado de la barrera.
    Un abrazo.

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  12. Hola jd roman:
    Eso es exactamente lo que pasa, que nunca sabes por qué sí te lo llevas o por qué no. Y quien diga lo contrario...
    Un abrazo.

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  13. Hola Diego:
    Me ha gustado mucho eso de la paciencia estratégica porque para ser un buen consultor hay que saber administrarla como un monje budista.
    Me alegro de que tus costes en langostinos estratégicos sean nulos, no todo el mundo puede decir lo mismo.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Un abrazo.

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  14. Hola José Miguel:
    Muchas gracias por tu comentario y la difusión por twetter de la entrada, cosa que se agradece.
    Durante muchos años (más de los que llevo como consultor externo) fui consultor interno, concretamente de Organización, profesión menos conocida pero muy gratificante, al menos para mí.
    A mí también me parece positivo que no te extrañe nada de lo que digo en este post, pero es que es verdad que hay quien piensa que todo eso que digo es al contrario o al menos, de otra forma. Por eso me alegra que otros lo veáis también de la misma forma que yo.
    Un abrazo.

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  15. Hola Fernando Solera:
    Tienes razón cuando dices que me gusta mi profesión, eso a pesar de los sinsabores que da que no son pocos.
    Nuestra profesión no es mejor ni peor que otras, eso está claro y tampoco entiendo muy bien por qué es vista como tan glamourosa, aunque imprima caracter.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Un abrazo.

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  16. Hola Fidel Martín:
    Ante todo, sé bienvenido. Como colega, coincido contigo en que los clientes no se consiguen a puerta fría y que cada cual tiene sus formas de darse a conocer, así que no es infrecuente que tengamos que acudir a tantos saraos.
    Me refería más bien a la sacralización del networkimg donde al final conoces a más competidores que clientes, cosa en la que espero que estés de acuerdo.
    Muchas gracias por tu aportación y tu felicitación.
    Un saludo.

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  17. Hola Alberto:
    Estoy de acuerdo contigo en que esta es una profesión que más más satisfacciones que disgustos, por eso muchos seguimos en ella. Lo que comentas del feedback laminador de los clientes también lo comparto.
    Respecto a que te sientes más cómodo solo que "mal acompañado" también lo entiendo aunque la experiencia de cada cual pueda ser distinta y siempre respetable.
    Y por supuesto, que la 2.0 es un flujo de enriquecimiento constante y una fuente de trabajo colaborativo tampoco ofrece dudas, por extraño que pueda parecerle a quienes todavía no se han aventurado.
    Muchas gracias. Un abrazo.

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  18. Hola Juan Luis G.:
    Esta es una de esas profesiones binarias: o llama mucho o no llama nada. Eso sí, para mi gusto llama a demasiados, pero ese ya es otro tema.
    Muchas gracias por dejar tu comentario doble.
    Aquí te espero siempre que quieras.
    Un abrazo.

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  19. Hola Manuel Granada:
    Tú, que llevas relativamente poco en esto y que dices que ya has descubierto algunas de las cosas que aquí se dicen, eres un buen testimonio.
    Leí tu entrada, que recomiendo. Todos hemos pasado por experiencias similares y mira, ahora que lo pienso, quizá se aprenda más de uno no que de un sí.
    Mucha suerte en esta profesión.
    Un abrazo.

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  20. Hola Pablo:
    Tú, como excombatiente, puedes tener una visión desde fuea habiendo estado dentro. La profesión no se estudia ni se precisan títulos para desempeñarla, eso es cierto como muchas otras (director de oficina bancaria, por ejemplo) pero es verdad que a veces nos parecemos a cirujanos que operan a corazón abierto y otras a monas con dos pistolas. Y parece que estos últimos son los que marcan el estándar desde fuera.
    Muchas gracias por tus comentarios que no correspondo con frecuencia porque tengo muchos problemas al enviarlos, como sé que sabes.
    Un abrazo.

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  21. Hola Franck:
    Si no estoy equivocado, es la primera vez que dejas un comentario, así que te doy la bienvenida.
    Abordas un tema que el otro día ocupó una sobremesa entera. La gente piensa que quien se dedica a esto lo tiene fácil y que se forra. Conozco a muchos colegas que se dedican a esto como una forma de auto-empleo y eso es muy pero que muy duro, como todos aquellos que se dediquen a lo que se dediquen lo hacen desde el auto-empleo. Tienes toda la razón y no es privativo de nadie.
    Algún día escribiré un post sobre ello, te lo prometo.
    Muchas gracias por tu aportación. Un saludo.

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  22. Hola Javier:
    Como cliente y como dices, ya sabes lo que es estar permanentemente acribillado por llamadas de consultores que buscan oportunidades de trabajo.
    Todos queremos ser distintos a los demás y no digo que siempre se consiga pero sí que hay una amplísimo ramillete de oferta, lo que sucede, como bien dices y digo es que además de eso, hay que llegar en el momento oportuno y si no, vas mal.
    Que Dios proteja a los clientes, que de los consultores ya me protejo yo jeje.
    Un abrazo.

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  23. Visto lo visto y que esto parece una clase magistral al sector, yo que no me dedico a esto os diré como "cliente potencial", que si no tenéis nada que añadir, o si no estáis convencidos de vuestros argumentos, no habrá cliente que os aguante la mirada más de treinta segundos, y ya han pasado veinte. Mucha suerte.

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  24. Tu profesión me parece muy atractiva y en algún momento de mi vida post laboral (me prejubilaron con 55 años), estuve tentado de hacer algo por el estilo.
    Curiosamente, a los dos meses de estar prejubilado, comienzo a recibir ofertas de diferentes consultoras para impartir cursos de formación. Algunos amigos se habían "chivado" de que en la entidad financiera en la que yo trabajaba, había montado, al margen del Departamento de Formación y RR.HH. un "curso" dirigido a los 250 empleados de la D. de Zona que yo dirigía en ese momento.
    Me picó el gusanillo y colaboré con una de ellas unos dos años. En plan "free lance". Esta circunstancia me permitía diseñar "mis cursos" al margen de lo que la consultora vendía a sus clientes (únicamente bancos y cajas de ahorros). Sorprendentemente (y agradablemente para mí), comencé a recibir ofertas directas de algunos clientes (bancos) para impartir "mis cursos", porque les eran más prácticos para los empleados que asistían a ellos. A la vez, esta circunstancia provocaba cierto recelo y creo que hasta envidia, entre el resto de consultores, la mayoría jóvenes sin mayor experiencia.
    Entendí que, o bien me independizaba, cosa que como bien dices es un tanto dura, o bien dejaba la actividad en esa consultora. Los jóvenes tenían razón: "Ha venido un viejo a quitarnos el trabajo". Opté por dejar la actividad y dedicarme a vivir plenamente mi prejubilación.
    No obstante, sigo de vez en cuando dando alguna charla, siempre en plan amateur. La última, hace unos días, en el Centro de Jubilados de mi ciudad (Majadahonda), en la que traté de trasladar a mis colegas su importancia como CLIENTES de las entidades financieras y de explicarles los entresijos de los productos financieros mas complicados que actualmente se comercializan.
    Un saludo.

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  25. Ah! Pepe! ¡Qué garn post! Y cuanta experiencia acumulada! Esto de la consultoría es como lo de ser extra de una película de romanos, te levantas a las seis, recorres trescientos kilometros, te disfrazan de Lepidus Pobretum, pegas cuatro gritos y, después encima, tienes que verte siete veces la peli para descubrirte allá al fondo, entre un cartagines y el Capitan Trueno.
    Cuidate

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  26. Muy buena lección,que me ha servido de mucho,Josep.
    Veo que,aún sabiendo y con experiencia en el tema,a veces no puedes explicar a qué se debe el buen resultado final de la venta..Y me viene a la mente otro artículo, que publicaste hace tiempo sobre "casualidad/causalidad..Por ahí deben "andar los tiros"..La irracionalidad pende sobre las circunstancias dejando su presagio y su lección..La vida nos premia por nuestro buen hacer,o bien hemos de seguir aprendiendo..!!
    Mi felcitación y mi abrazo grande,maestro.
    M.Jesús

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  27. Hola Josep:

    Tienes toda la razón. Yo he trabajado en empresas de consultoría, pero no me considero un consultor, aunque algunos trabajitos sobre modelos de y análisis de negocio si he realizado. He tenido la suerte de trabajar con consultores muy buenos que me enseñaron muchas cosas, entre ellas lo que apuntas de que que no sabes realmente porque te dan un proyecto salvo que haya una acuerdo "politico" entre la consultora y la empresa y que es una profesión más joroboda y con menos glamour de lo que la gente piensa.
    Un abrazo

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  28. Muy interesante la lección que nos deja, aunque si te digo la verdad, desconocía que tanta gente estuviera inmersa en el tema de la consultoría. Lo que si se es que mucha gente está cambiando de ocupasión y/o profesión debido a la crisis. Ya no puedes elegir mucho, sino tomar lo que se presente y punto. Es complicado saber cuando tendrás éxito en uno u otro campo, máxime hoy en día en que todo está hecho. Creo que es fundamental que coincidan la oportunidad con la preparación. Es al menos un punto a tomarse en cuenta.
    Un placer pasar por aqui Josep.
    Abrazos

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  29. Es increible como nos manejamos entre las festividades que mencionas. Te cuento que a mí en mi ramo, me sucede lo mismo en cuanto a clientela. Pués las crisis de las personas también están relaciondas con esos ciclos además de lo interno.

    El hecho de cambiar trabajo y buscar nuevas opciones hace que se tenga que apelar a los recursos internos que uno tenga. Todos los ternemos, pero muchas veces no lo sabemos.

    Por eso me gusta el trabajo del consultor que ve las potencialidades en los clientes.

    UN fuerte abrazo

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  30. Hola navegante:
    Pues con el tiempo que das para la reacción, sólo cabe añadir ¡¡game over!! :-(

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  31. Hola Armando Alonso:
    Muchas gracias por asomarte a mi página. Sé bienvenido y vuelve cuando quieras.
    En lo que relatas, se da buena cuenta de lo primero que tiene que tener un consultor que es experiencia y discurso, en suma algo que decir que genere valor. Además, ya ves que las reacciones de los competidores suelen ser feroces invocando instrusismo en una carrera que está repleta de ella. Los freelances son tan buenos como los otros, pero cuentan con muchas desventajas como a ti te pasó. Además, exige una fuerte dedicación previa en la preparación de materiales que, si se dispone de tiempo como en tu caso y otros ingresos, no debe suponer ningún problema.
    A pesar de todo, entiendo que lo dejaras, de la misma forma que entendería que volvieras a retomar esta actividad si, como suele pasar llegado a ciertas alturas, uno siente la tentación de traspasar su conocimiento.
    En suma, muchas gracias por tu aporte y espero que vuelvas pronto.
    Un abrazo.

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  32. Hola JLMON:
    Puede que tengas razón y que los buenos consultores deban ser como los buenos árbitros en el sentido de que su presencia pase desapercibida.
    Un abrazo.

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  33. Hola María Jesús:
    Ante todo, no me siento maestro de nada, a lo sumo con la suficiente curiosidad para seguir explorando, observando, destilando, etc. lo cual ya considero un aporte. Preguntarte por qué sale el sol todos los días no tiene sentido pero observar los amaneceres desde distintos ángulos sí. Eso es una de las cosas que deberían distinguir a un consultor, no repetirse, contemplar otras ópticas, etc.
    Lo que digo de vender y no vender es fruto de esa observación y para mí, que ya llevo unos cuantos años en esto, sigue siendo un misterio.
    Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

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  34. Hola Fernando López:
    Aunque ahora no trabajes en una consultora, bien se ve de lo que va este asunto. Por lo menos, ya te das cuenta de que las decisiones de compra no digo siempre, pero sí que muchas veces tienen una determinada componente política que a veces te favorece pero que la mayor parte de las veces no.
    Lo del glamour, es algo que discurre por otras veredas y siempre algo más percibido desde fuera que desde dentro, de eso no cabe duda.
    Un abrazo.

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  35. Hola Belkis:
    No sólo hay muchos consultores sino que hay consultores de todo. El otro día mi peluquero me comentó que estaba pensando en abrir una consultora de corte de pelo a caballeros para señoras. Como ves, todo tiene su mercado porque ese, te lo digo yo, no pega puntada sin hilo.
    Muchas gracias por pasarte.
    Un abrazo.

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  36. Hola Myr:
    No lo había pensado pero seguro que tienes razón, todo está interrelacionado y seguramente tu consulta también se vea afectada por la crisis aunque por lo que dices, en el sentido de que aumentan las visitas.
    En otro orden de cosas, coincido en que este es un oficio en el que antes hay que buscar dentro (y mucho) antes de salir al mercado y ofrecer tus servicios, pero no es fácil, de eso no cabe duda.
    Un abrazo.

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  37. Hola JJ,
    Yo soy jefe de almacen agricola, el chico de los recados.

    Hace dos años tenia una pequeña empresa de jardineria; funcionabamos bien mis dos o tres emigrantes y yo. Ellos, cobrando bien y yo, haciendo lo que queria: jardines bien hechos, a mi aire.

    Me gusta cambiar y me pase al regimen general de la S.S.
    Aceptè un reto como el de los salmones cuando remontan.
    No te imaginas lo que he aprendido en estos dos ultimos años.
    Cambiar es bueno. Solo hay que ponerse a tiro.

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  38. Hola miocide:
    Pues me alegro, aunque lo tuyo más bien parece el emprendimiento a la inversa, como lo de los salmones que remontan que comentas.
    Pero en cualquier caso, todo lo que signifique cambio me parece positivo.
    Hasta pronto.

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  39. Yo, al igual que tu madre, también te preguntaría cada dos por tres en qué consiste tu trabajo. ¡Je,je,je! Lo adivino, por lo que cuentas, un mundo complejo y de una competitividad depredadora. Hay que valer para entrar ahí y tener aptitudes incorporadas de serie. Hay cosas que puedes aprenderlas y/o educarlas, pero como no lo lleves dentro no hay tu tía. Tú, amigo Josep, eres muy bueno en lo que haces, estás capacitado, y conoces como pocos ese universo, así que yo creo que con tu ojo experto y sagaz ya podrías saber a simple vista, más o menos, quién de tus amigos vale o no vale para iniciarse en la consultoría. Si puedes ahorrar un mártir más al mundo, házlo por favor. Un abrazo.

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  40. Hola Domingo:
    Efectivamente, mi profesión es de las que cuesta que una madre entienda. Cuando alguien le pregunta a qué me dedico, ella que tiene una imaginación fértil y además ha perdido el frenillo de la prudencia, dice las cosas más peregrinas del mundo, pero eso sí, todas suenan más o menos bien.
    No sé si soy tan bueno en lo mío como a ti te parece, lo que sí llevo es unos cuantos años como para decir que las he visto de todos los colores y que mi capacidad de sorpresa en cuanto a casuística es limitada, aunque nunca se sabe.
    Me he decidido a escribir este post con la mejor de las voluntades y si con ello he logrado que algú candidato se lo piense dos veces antes de meterse en este charco, me doy por satisfecho.
    Pero como he dicho otras veces, si a pesar de todo decide hacerlo, puede contar con toda mi ayuda.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Un abrazo.

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  41. Brillante el apunte materno-filial.

    Mi madre tampoco sabe muy bien a qué me dedico aunque (imagino que ver que todavía no me he muerto de hambre la tendrá de lo mas sorprendida :)

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  42. Hola Enrique:
    Pues ya somos dos jeje.
    Un abrazo.

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  43. Hola, Josep: Soy amigo de un consultor, he compartido con él muchas reflexiones y también sobre nuestras respectivas profesiones y opino que reflejas perfectamente lo que es vuestro trabajo, con vuestras penas y alegrías, con vuestras ventajas y desventajas.

    Por cierto, que me ha encantado la frase relativa a los langostinos y la he cogido como cita para mi blog, si no te importa, citándote, por supuesto. Me parece genial porque refleja a las claras y de una manera resumida que las apariencias engañan.

    Ánimo con tu blog y en tu quehacer.

    Un abrazo,

    José Luis

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  44. Hola José Luis:
    Por supuesto que puedes coger la cita porque de todos modos no es mía, ni creo que tampoco lo fuera de quien yo la tomé, pero describe perfectamente una situación en la que nos encontramos muy a menudo.
    Ahora con esto de la crisis, parece que el tema se está reconduciendo un poco y se sustituye comidas por cafés. Algo es algo.
    Un abrazo y gracias por seguirme.

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